Ante el desafío de volver a crecer sin burbujas
Paul Krugman
The New York Times
Martes 23 de diciembre de 2008
NUEVA YORK.- Haga lo que haga el próximo gobierno de Estados Unidos, nos esperan meses, quizás incluso un año, de infierno económico. Pasado ese tiempo, y a medida que cobre impulso el plan de estímulo del presidente Barack Obama -de acuerdo, me dicen que ahora el término políticamente correcto es "plan de recuperación económica"-, las cosas deberían mejorar. Hacia fines del año que viene la economía debería comenzar a estabilizarse, y en cuanto a 2010 soy bastante optimista.
¿Pero después de eso qué? En este momento todos hablan de dos años de estímulo económico, lo que resulta sensato como horizonte de planificación. Sin embargo, la mayoría de la gente parece asumir que con eso alcanza y que una vez que la inyección de gasto público logre sanear la economía todo volverá rápidamente a ser como era.
De hecho, la realidad es que las cosas no pueden volver a ser como eran antes, y espero que la gente de Obama lo entienda. La prosperidad de hace unos años, con sus enormes ganancias y salarios no tan enormes, dependía de una gigantesca burbuja inmobiliaria que vino a reemplazar a la anterior burbuja del mercado de capitales. Y como la burbuja inmobiliaria no va a volver, tampoco volverá el nivel de gasto que sostuvo a la economía en los años que precedieron a la crisis.
Para ser más específico: tarde o temprano, el derrumbe del mercado inmobiliario que hoy vivimos llegará a su fin, pero el inmenso boom de la vivienda de la era Bush no se repetirá. Llegado el momento, los consumidores recuperarán en parte la confianza, pero ya no gastarán como lo hicieron entre 2005 y 2007, una época en la que muchos usaban sus casas como si fuesen cajeros automáticos y los índices de ahorro cayeron hasta rozar el cero.
¿Cuál será entonces el sustento de la economía si los consumidores cautelosos y los constructores de capa caída no están en condiciones de hacerlo? Hace unos meses, un titular del periódico satírico The Onion ofrecía una posible alternativa: "País asolado por la recesión busca nueva burbuja en la que invertir". Podría aparecer algo nuevo que incentive la demanda privada y genere quizás un boom de inversiones.
Pero para llenar el agujero dejado por la retracción del consumo y la construcción tendría que ser una burbuja enorme, que logre elevar el porcentaje de inversión privada del PBI a niveles históricos. Y si bien es algo que puede suceder, no parece ser algo con lo que se pueda contar.
Un camino más viable hacia la recuperación sustentable sería una drástica reducción del déficit comercial de Estados Unidos, que creció a medida que se inflaba la burbuja inmobiliaria. Si vendiéramos más a otros países y gastáramos un porcentaje mayor de nuestros ingresos en productos de origen norteamericano, podríamos alcanzar el pleno empleo sin necesidad de un boom basado en el consumo o la inversión.
Pero es probable que pase mucho tiempo antes de que el déficit comercial disminuya lo suficiente para compensar el estallido de la burbuja inmobiliaria. La razón es que las exportaciones, después de varios años de crecimiento, se han estancado, en parte debido a la inquietud de los inversores internacionales, que se abalanzaron sobre los activos todavía considerados confiables e hicieron subir el precio del dólar respecto de otras monedas, con la consecuente pérdida de competitividad de los productos norteamericanos.
Además, aunque el dólar vuelva a bajar, ¿qué sector productivo tendría la capacidad de generar un vuelco en la balanza comercial? A pesar del aumento del intercambio de servicios, el comercio mundial sigue siendo mayoritariamente de mercancías, y después de largos años de olvido y desatención, la industria manufacturera de Estados Unidos ha quedado rezagada.
De todas maneras, es probable que el resto del mundo no esté preparado para soportar una disminución drástica del déficit comercial norteamericano. El proceso hasta lograr que nuestra economía pueda prosperar sin ayuda fiscal será arduo y extenuante.
En este momento, con la economía en caída libre y todo el mundo aterrado por la Gran Depresión 2.0, quienes se oponen a una fuerte y decidida intervención federal no logran muchas adhesiones. Pero no bien la economía repunte, la nueva administración recibirá muchas presiones para que vuelva atrás y abandone las muletas económicas. Y si el gobierno cede demasiado rápido, podría repetirse el error cometido por Franklin D. Roosevelt en 1937, cuando recortó el gasto, aumentó los impuestos y contribuyó a sumir a Estados Unidos en una grave recesión.
Para que la economía de Estados Unidos esté lista para vivir sin burbujas falta más tiempo que el que la gente cree. Hasta entonces, la economía necesitará de mucha ayuda del gobierno.
Ante el desafío de volver a crecer sin burbujas
Paul Krugman
Apreciado Iñaki,
Muy interesante el análisis de Paul Krugman sobre la economía USA.
Que por cierto se puede extrapolar a otros países, comunidades, pueblos.
Personalmente, por pura deformación profesional, el amigo Paul focaliza su análisis en planteamientos puramente económicos.
Sinceramente creo que falta un ingrediente al analisis que nos aporta y que necesitará esfuerzo y trabajo por especialistas para poder, mediante la acumulación de fuerzas, ser capaces los Estadounidenses en particular y el mundo en general, de marcar una "hoja de ruta" lo suficiente flexible para que nos permita ir aplicando acciones correctoras en el camino con el objetivo final de que se trate de una formula válida para el medio y largo plazo sobre todo. Porque en definitiva en el corto toca sufrir.
Me estoy refiriendo a la H de humanidad.
En su día colgué un artículo en aberriberri.com cuyo titulo era "Y=S+C+I pero Y no es igual a H de humanidad.
En efecto la formula básica de la renta o PIB de un sesgo poblacional podemos complicarlo todo lo que queramos, cual no es mi objetivo.
Si quiero llamar la atención sobre todo de los agentes económicos que sigan prestando atención a los "gurus" y analistos pero no como si lo que dijeran fuera palabra de Dios. De hecho algunos de ellos cobran pingües honorarios al año limitandose a vaticinar lo que ocurrirá en el primer semestre del año y cuando llega Julio proceden a explicar porque no ha sucedido lo que ellos vaticinaban.
Los economistas deben trabajar conjuntamente con filosofos, sociologos, expertos en estadistica, teólogos, religiosos, etc.
Estoy cada vez mas convencido Iñaki que la solución para las generaciones venideras está en la reformulación de los modelos económicos que han movido el mundo hasta ahora y que en gran parte han sido un estripotoso fracaso bien sean los modelos capitatistas (sobre todo los salvajes)como los socialistas - marxistas.
El planteamiento piramidal de las necesidades, apetencias humanas de MASLOW habría que estudiarlo a fondo para precisamente empezar de cero y partir de la H para terminar en la Y y no vice versa.
Para ello los expertos tendrán que hacerse muchas preguntas y poco a poco diseñar ese nuevo modelo.
Parametros a considerar:
1) Población mundial, su ubicación, densidad por km2.
2)Nivel de Renta Bruta (PIB).
3)Su distribución, no podemos seguir con repartos del 80 / 20, en muchos casos es mas dramático, pero que sirva de guía, el 20% de la población ostenta el 80% de la riqueza de un país.
4) Nivel de alimentación equilibrada, ropa, educación, formación superior.
5)Recursos Naturales.
6)Nivel de Universidades, intercambios, etc.
7)Nivel de I+D+i+C+H (siendo C= cultura tal como suele emplear el Doctor Pedro Miguel Etxenike, y H = humanidad).
8)Nivel vergonzoso de gasto armamentista a nivel mundial. Menuda hipocresía.
9)Nivel de cohesión en familias, educación espiritual, religiosa, ética, valores, etc.
10) Nivel de implicación de los países miembros del G, da igual que sea 8 ,20 o 30, lo importante es que se impliquen con valentía y capacidad de sacrificio y solidaridad
11) Abanico retributivo / salarial del que mas percibe al que menos en la plantilla de una empresa evitando las vergonzosas proporciones que en la actualidad existen como por ejemplo de 1 a 100. No se justifica.
No me lo digas Iñaki, ya lo sé, hace 25 años se me hubiera tachado de progre, comunista, sufragista, etc.
En casa, Iñaki, tenemos como tu sabes un modelo económico / social que ha sido y sigue siendo la envidia de muchos países del mundo incluyendo EEUU, China, Rusia, Países Escandinavos, etc. Me estoy refiriendo a MCC que apenas llegaba a 20.000 socios en el año 85 y hoy rondan los 100.000. Como todos ahora lo están pasando mal pero me quedo con lo sustancial. Menuda visión tuvo el Padre Arizmendiarrieta.
En fin amigo Iñaki, no quiero alargar más. Pero de verdad no estoy soñando y no es utopía. Hay mecanismos suficientes y deficit de generosidad, solidaridad, valentía humana para equilibrar la balanza. No puede la humanidad seguir permitiendo que el 20% de la población mundial viva a costa del 80% restante.
No quiero ser catastrofista y termino, si no se toma éste tema en serio en la forma que estoy intentando plantear, por muchos analisis, formulas que nos aporten los modelos Keynesianos, de Galbrait, del amigo Paul Krugman, etc., acabarán cayendo en saco roto.
JELen
Publicado por: Jon de Irala | 12/27/2008 en 10:24 p.m.