Estuve tres cuartos de hora viendo y escuchando ayer miércoles el debate que protagonizaron los seis candidatos a la presidencia del Gobierno Vasco, tras su elección parlamentaria. Fue un debate vivo y bien llevado por Otamendi que hizo el papel que deben hacer los buenos conductores de programa: que no se note que están ahí, como los buenos árbitros, y, que los invitados le obedezcan.