Acaba de ser editado y presentado en Gasteiz un libro dedicado a Pello Irujo escrito por su mujer, la escritoria Arantza Amezaga. Pello falleció el año pasado víctima de un cáncer.
El libro cuenta fundamentalmente la batalla que dio el Grupo que hizo en Venezuela, La Txalupa (aquella Radio Euzkadi clandestina) de la que Pello fue locutor, animador y sostenedor.
La presentación contó con el Lehendakari Ibarretxe y el Consejero Azkarraga, editor del libro. Y Arantza pronunció éstas bellas palabras que lo dicen todo:
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Ibarretxe Lehendakari Jauna/ Azkarraga kontseilari jauna, eskerrik asko zure presentzia hangatik. Jaun andreok, arratzaldeon eta eskerrik asko bai ere.
Ni nahi dut euskaraz hitz egin, euskaraz nire bihotzan dago baña orain , barkatu niri, erderaz hitz egingo dut.
Es para mí un momento bueno, entre tantos momentos dolorosos que llevo viviendo en estos 6 meses de la ausencia de Pello, porque estáis aquí su familia y sus amigos, para recordarlo con la presentación de este libro que es una pequeña parte de sus memorias. El recuento de un poco de lo mucho que él hizo por nuestra Euskadi.
Cuando Pello, mi compañero de 50 años de vida dichosa, murió, acosado por un cáncer contra el cual luchó con la misma hombría que había vivido, no sabía muy bien qué hacer para calmar mi dolor. Fue entonces, que recibí una foto del consejero Azkarraga: Pello estaba allí, sonriente, junto a la consejera Esther Larrañaga, bajo un cartel en el que se leía “Radio Saharahui… Saharako irratia”, y entonces, se me rompieron los recuerdos, y regresaron al tiempo de Radio Euzkadi/ Euzkadi Irratia, en Caracas, Venezuela, donde le conocí y emprendimos nuestra vida en común.
Y como soy escritora, la catarsis se hizo en forma de escrito. De un viejo manuscrito que hice con él, en su día, surgió esta modesta contribución a la memoria histórica de nuestro pueblo.
Tanto el consejero Azkarraga, con su entrañable prólogo, como nuestro amigo Carrillo, que con acierto ha dirigido esta colección de la Consejería de Justicia, dedicada a la Memoria Histórica, de la que este libro hace el volumen 9, se mostraron más que receptivos a la publicación que hoy os presentamos, y que ha sido escrito y publicado en tiempo record, por eso, pido perdón de antemano por los fallos que podáis encontrar, aunque los datos son tan rigurosos como rigurosos los hechos que se vivieron, allí, a 8.000 kilómetros de la patria, en la amplia, soleada y bendita Venezuela.
Esta es la pequeña memoria de una gran historia que habla de ilusión, de lucha pacífica pero inquebrantable en su resistencia, de trabajo denodado por la causa de Euzkadi. Hablo de una colectividad empeñada, desde el momento de su humilde arribo al puerto de La Guaira en Venezuela, derrotados en su guerra, despojados de sus bienes, alejados de su familia y afrentados en su honor, pero que no se dieron por vencidos.
No conocieron la palabra claudicación.
Ni ellos ni sus hijos, que son los que crearon aquel brioso equipo de EGI CARACAS. Formaron su núcleo Xabier Leizaola Azpiazu, el enlace con la prensa y los políticos venezolanos, José Joaquín Azurza, nuestro J.J., el técnico en telecomunicaciones, Joseba Elosegui, el abogado periodista, Pello Irujo e Iñaki Anasagasti, los más jóvenes del grupo, los que no habían nacido en la Euzkadi peninsular, y que aportaban americanismo. El excelente capitán de ese grupo dinámico, como pocos pueden encontrarse en el Exilio Vasco, fue Yokin Intza. Luego se añadirían muchos más. Como relato aquí, ellos montaron las 4 torres emisoras en la vieja hacienda de caña de azúcar, La Virginia, a varios kilómetros de Caracas, con el sudor de sus frentes, la callosidad de sus manos, la energía de un idealismo tan potente como renovador. Ellos quisieron oponer a la feroz dictadura, la voz limpia del mensaje democrático. Y lo lograron.
Radio Euzkadi / Euskadi Irratia se escuchó, recorriendo sus ondas el Atlántico, en el país oprimido por la bota militar. Provocó la masiva asistencia a los Aberri Egunas de la década de los 60, la difusión de libros y un film “Hijos de Gernika”, que todo vasco debe leer y ver para conocer de su pasado, y, además, era el mensaje de que la Euzkadi interior no estaba sola en su empeño resistente… que éramos muchos los vascos que combatíamos por medios pacíficos, por la libertad. Así estuviéramos lejos.
Es un libro en el que recojo anécdotas de la actuación de Pello, muy íntimas, pero que aclaran parte de su personalidad y esbozan algo de su sueño. No sé si él hubiera permitido que lo hiciera con tanta claridad, entre otras cosas, porque jamás vio nada excepcional en cuanto hizo por su país.
Era Irujo, nieto de Daniel, el abogado defensor y amigo de Sabino Arana Goiri, sobrino de Manuel Irujo, el hombre que quiso humanizar una guerra terrible, era sobrino de Andrés, el editor de EKIN, la otra gran obra del Exilio Vasco, y de Pello, el periodista de “Tierra Vasca”. Y era hijo de Eusebio, el hombre cuya acción en Santo Domingo, junto a Jesús de Galíndez, salvó a muchos vascos de la miseria, reenviándolos a Venezuela, y que luego, ya en Caracas, levantó una familia de bien, desde la ruina económica, pero con la moral limpia de quien ha sido vencido por las armas, no por la razón.
La gran historia de los pueblos se basa en estos pequeños actos. La riqueza de una nación se basa en la calidad de sus hombres y mujeres. Creo que con este aporte que hoy os presentamos, resaltando la figura de un hombre que se nos acaba de ir, estamos haciendo país, porque ningún esfuerzo y menos el realizado por el Grupo EGI de Caracas, y en concreto el realizado por Pello Irujo Elizalde, puede resultar vano. Nos nutrimos, al menos una parte del país, de estas acciones que tuvieron el rasgo de la generosidad absoluta, del desprendimiento más total. De la ausencia del egoísmo, de la carencia absoluta de cualquier ánimo de lucro. Solo los movió el amor por una patria que estaba a 8.000 kilómetros de distancia.
Quiero terminar estas palabras que leo, para controlar mi dolor y mi emoción, con lo que está escrito en la página 120 del libro. Allí, en el muelle de Santurtzi y para recibir a Alberto Elosegi y su familia que venían de Inglaterra, se reunieron los 5 miembros del grupo nuclear de EGI Caracas, ya residentes en Euzkadi, y sus familias. Se abrazaban los unos a otros, y hablaban… yo me alejé un poco y fui pensando:
…El corazón se me ensanchó de agradecimiento. Les debía parte de mi felicidad. También se la debían los hombres que merodeaban por los muelles, los capitanes de barco que se disponían a amarrar, las mujeres que paseaban sus niños al sol. Los arrantzales que disponían el pescado en los muelles, las neskatillas que remendaban las redes. Se la debían hasta las gaviotas del puerto. Ellos habían trabajado por la libertad de cada uno y de todos, sin medir la magnitud de su compromiso y sin esperar recompensa por el mismo. No eran unos héroes al estilo de las oda pero sí gente que se había destacado por su acción sobre el común de la gente.
Y allí, frente al mar de Bizkaia, recordé la oda de León Felipe:
…Todos somos marineros/ Marineros que saben bien navegar/ Todos somos capitanes/ Capitanes de la mar/ Todos somos capitanes/ Y la diferencia está/ Solo en el barco en que vamos/ sobre las aguas del mar.
Y termino con las últimas palabras del excelente prólogo de Joseba Azkarraga:
…Quizá hoy algunos no logren imaginar el tremendo esfuerzo personal y familiar que supuso la defensa de la libertad para muchos vascos. El encuentro con este relato les servirá para conocer la enorme pasión que personas como Pello pusieron en hacer de Euzkadi una nación libre, en la que nadie fuera más que nadie y en la que todos pudiesen vivir juntos y mirarse a los ojos sin rencores. Eses es un reto pendiente, pero estoy seguro de que Pello, esté donde esté hoy, nos dirá sonriendo: Coño, carajo…solo tenemos que trabajar para conseguirlo.
Amigos todos ¡Gora Euskadi askatuta!
En 1956 reapareció en Buenos Aires,el periódico "EUSKO LURRA- TIERRA VASCA", órgano de Acción Nacionalista Vasca,creada en1930. Su director en el exilio, ya lo habia sido antes de 1936, el periodista algorteño José Antonio Olivares Larrondo "Tellagorri", al que tras su muerte en 1960, sucedió Pello Mari Irujo Ollo, el hermano menor de Don Manuel,jefe de la Resistencia Vasca en Madrid tras la detención de Joseba Rezola.
"TIERRA VASCA" se editaba en Argentina, con el dinero que enviaban los vascos de Venezuela y durante más de una decena de años colaboré en la misma, por invitación de Pello Mari Irujo y Ollo, mi mejor amigo en Argentina.
En el periódico aparecía un pequeño aviso que decia "RADIO EUZKADI" y daba una longitud de onda.
Como algunos, me imaginaba que aquella radio emitía de Venezuela y a la semana de colaborar con Pello, se lo pregunté, a lo que mi gran amigo me contestó: "Eso no se pregunta...", entendi la respuesta, viniendo de un hombre al que su hermano Don Manuel, calificaba de "homus resistentis" por excelencia.
Pello Mari Irujo y Ollo era el tio de Pello Irujo,del que su esposa Arantza Amezaga, hija de un gran abertzale Vicente Amezaga, _la persona que más ha trabajado por Euskadi en Uruguay, acaba de publicar esta biografia
Comparto todos los conceptos publicados en este blog sobre este vasco-venezolano que como tantos otros de su generación en Venezuela, México, Chile, Argentina, etc. trabajaron infatigables por el ideal común de DEMOCRACIA y EUSKADI ASKATUTA.
Pello Irujo al que comenzé a tratar más en noviembre de 1982 en Iruña, cuando nos vimos en el hospital de Iruña, donde estaba internado su tío,era un ABERTZALE INTEGRO fiel a los Ideales democráticos y pacifistas del Nacionalismo Vasco.
Oportunisima la publicación de este libro en momentos que tanto en Nafarroa, como en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, el FRENTISMO ESPAÑOL es una REALIDAD.
La vida de Pello Irujo, como de tantos otros abertzales que vivieron el exilio, debe además de ser conocida y valorada por las jóvenes generaciones, servir de acicate para entender que es necesario SUMAR ESFUERZOS entre todos los Nacionalistas Vascos que creen en la DEMOCRACIA, en la PAZ, en la DEFENSA de LOS DERECHOS HUMANOS, para que un dia no lejano esos IDEALES se hagan realidad.
Publicado por: Mikel Ezkerro | 04/03/2009 en 02:37 p.m.