Por: Pedro Berroeta
Todo el mundo sabe que no es lo mismo un vendedor de automóviles que un mecánico, pero muy pocos se han dado cuenta de que hay una gran diferencia entre un político y un estadista, o entre un líder de partido y un administrador del Estado. Esta última confusión siempre ha costado muy caro.
Un vendedor de automóviles -o de cualquier otra cosa- es un hombre que sabe convencer a su posible cliente, que tiene la habilidad de exponer de una manera fascinante las ventajas del objeto que se propone vender, pero de ninguna manera su habilidad en ese campo implica el que sepa, en el caso de un vendedor de autos, cómo corregir las fallas de un vehículo. Cuando eso sucede, el propietario, muy sensatamente, busca a un mecánico experto. Del mismo modo, un buen político es aquel que recorre el país realizando mítines, que toma parte en programas de televisión o de radio, o hace declaraciones a la prensa con el propósito de “Vender" ya sea el programa de su partido, ya sea el candidato que su agrupación política propone para la presidencia de lo que sea. Con toda honestidad puede tratar de ganar para los suyos el voto de los ciudadanos, con toda sinceridad puede estar convencido de que su candidato representa la más auténtica expresión de un programa de gobierno. Pero ello no prueba, de ninguna manera, que él o su candidato sean los más capaces para llevar a cabo ese programa. Porque una cosa es vender, una cosa es convencer, una cosa es demostrar y otra es realizar. Por desgracia, hemos aceptado como válida la identidad entre político y estadista, entre conductor de masas y administrador. Como consecuencia de ello, hemos visto cómo un excelente político, sagaz e inteligente, hábil en la maniobra y brillante en la exposición de sus ideas, puede convertirse en un desafortunado gobernante o en un ministro incompetente. La situación económica, ética y estructural, es el resultado de esa ambivalencia nefasta: se ha confiado a políticos la gerencia del Estado, en vez de entregarla a hombres específicamente capacitados para ello. Es la confusión que deseaba evitar Clemenceau cuando decía: "La guerra es un asunto demasiado serio para ser confiada a los militares". De igual modo, el manejo de un país es asunto demasiado grave para ser entregado a políticos sin horizonte e imaginación. Mientras no hagamos la distinción, seguiremos dando tumbos hacia el abismo.
No estoy muy de acuerdo con eso. Creo que el politico tiene que ser un lider, en el buen sentido de la palabra. Para ser un lider tienen que tener un gran conocimiento de muchos temas, de una manera global, ademas de ser un gran comunicador. Un politico tiene que tomar decisiones muchas veces en funcion de sus colaboradores, que manejan informacion y conocimientos. Es como el gerente de una gran empresa, no necesita saber al detalle cada parte del negocio sino tener una vision gloval y de futuro de la trayectoria de la empresa.
Si comete un error asumirlo y poner las soluciones encima de la mesa, aunque estas no contenten a todos. La formacion, trayectoria y conocimientos debe ser prioritario. ¿cual es la formacion, trayectoria y conocimientos de Patxi Lopez? asi nos va...Algo falla en el mundo politico cuando alguien como Patxi lopez alcanza un poder, que de ninguna forma se le daria en una gran empresa...
Publicado por: berben | 07/30/2009 en 10:38 a.m.
Desgraciadamente, están ahí porque los hemos elegido nosotros, sabiendo ademas que no están "sobradamente preparados".Para cualquier puesto de alguna importancia en una empresa te piden una carrera universitaria, inglés a nivel conversación fluída y si, ademas, sabes francés o aleman, mejor. ¡Ah! y cinco años de experincia.
En cambio, para la politica sirve cualquier garrulo, con tal que tenga buena imagen . Esta profesión ha llegado a tan bajo nivel que debería ser motivo de preocupación para los políticos honestos, si es que los hay, lo cual dudo mucho.
Publicado por: Nicasio | 07/30/2009 en 01:12 p.m.
Una maldad, sr. Anasagasti, ¿usted se considera político o estadista?
(Y no entro en bueno o malo, porque la cosa se nos complica; mal político pero buen estadista, o viceversa, o incluso mal político y a la vez mal estadista, o el que todos queremos y nunca aparece, el buen político y mejor estadista).
Publicado por: l.g. | 07/30/2009 en 07:54 p.m.
A los politicos les esta pasando como a la justicia,que cada dia tienen menos credibilidad,cuando se escucha a gente de cierta edad siempre se oye hablar de los politicos de antes como gente muy preparada(como politicos de carrera,en cambio muchos de los politicos de hoy parecen mas gente que a entrado en politica por hacerse una carrera y trincar,muchos no tienen ni estudios,puede que aún no teniendo estudios se pueda ser un buen politico,pero para eso hay que ser autodidacta y algunos ni eso,la politica está en sus horas bajas y no es de extrañar que los jovenes se alejen cada dia mas de la politica,tambien creo que por unos pocos pagan hasta los buenos politicos que tambien los hay,pero como en todo siempre se da mas pabulo a lo malo que a lo bueno.
Publicado por: Mar | 07/30/2009 en 11:59 p.m.
No estoy de acuerdo en que elegimos a nuestros politicos...Creo que patxi lopez es un ejemplo de que los ciudadanos no elegimos a nuestros politicos:
1º Patxi Lopez No fue la persona con mas votos en las elecciones pasadas.
2º Patxi lopez ha sido elegido por el PSOE como candidato a las elecciones, no por el pueblo. En las elecciones internas del PSE pesa mucho la familia sindical y el enchufe sistemaitico que UGT, tiene dentro de sus estamentos.
3º Eta coacciona a gente preparada que el PSOE y el PP tiene que tener en Euskadi. Jugarte la vida y sobre todo la de tu familia hace que gente preparada de estos partidos no se presente a las elecciones o se vaya a madrid.
No es normal que haya tanta diferencia intelectual, de trabajo, de curriculum y de valores entre Patxi lopez y basagoiti frente a Ibarretxe.
Publicado por: berben | 08/01/2009 en 11:36 a.m.
Comparto este criterio, sin embargo los extremos no son siempre buenos, por lo que a mi opinión hoy en día la sociedad necesita de personajes que tengan algo de politicos pero tambien mucho de estadistas (haciendo referencia al estadista como un administrador del estado.....
Publicado por: miguel pérez | 06/29/2010 en 06:37 a.m.