Se han dedicado muchos libros a estudiar o a inventariar el exilio de 1939, pavoroso éxodo bíblico. Yo mismo publiqué una obra sobre la literatura catalana en el exilio. Pero se ha profundizado poco en otro exilio, más selectivo, qué fue el de quienes, viendo su vida amenazada por extremistas de la FAI, el POUM o incontrolados, tuvieron que huir, generalmente por mar, pero también a través de la montaña, como Manuel Brunet, o en tren.