El señor PRESIDENTE: Pregunta del senador Anasagasti.
Tiene la palabra, señoría.
El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Gracias, presidente.
Bienvenido a casa, señor ministro. Le voy a formular una pregunta que lleva presentada un mes, no es de ahora, y además se presentó antes de que el presidente Celaya se refugiara en la embajada de Brasil.
La pregunta sobre la salida democrática que ve el Gobierno a la situación de Honduras.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señoría.
Tiene la palabra el ministro de Asuntos Exteriores.
El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE COOPERACIÓN (Miguel Ángel Moratinos Cuyaubé): Gracias, presidente. Gracias, señoría.
Es cierto que la pregunta tiene un mes y desgraciadamente todavía tenemos enfrente de nosotros una crisis grave, importante, institucional, democrática, en Honduras.
Como sabe su señoría, desde el 28 de junio, desde que se produjo ese golpe de estado, toda la comunidad internacional y, cómo no, España,
Como sabe, hubo una visita de cancilleres en la que participó el secretario de Estado para Iberoamérica, don Juan Pablo de
El señor PRESIDENTE: Gracias, señoría.
Tiene la palabra el señor Anasagasti.
El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Muchas gracias, señor presidente.
Dentro de las condenas también hay que añadir la condena que hizo el Senado, y que nosotros secundamos, al golpe de estado. Con esta pregunta no queremos justificar ningún tipo de golpe de fuerza y mucho menos en Honduras, pero también vemos que el 29 de noviembre hay convocadas unas elecciones, que el señor Celaya no puede ser reelegible, y que podrían ser una salida lógica estas elecciones aunque hay muchos intereses que dicen que no se pueden convocar unas elecciones cuando hay una dictadura, pero tenemos los precedentes de aquella situación de Polonia con Jaruzelski, de Sudáfrica con William de Klerk, en España con Adolfo Suárez, de Pinochet en Chile…, son las dictaduras que convocan elecciones quienes dan salida a una situación de absoluto bloqueo.
Nosotros creemos que la solución podría ser que el ciudadano hondureño con su voto resuelva esto, porque vemos que tiene muy difícil solución y además estamos a un mes vista de esas elecciones. Además si usted quiere, señor ministro, nosotros nos ofrecemos a ir de observadores –usted sabe que tenemos el cuerpo para hacer ese tipo de cosas, como hemos hecho en otros lugares-. Usted ha hablado de
A mí me impresionó un análisis que hizo Joaquín Villalobos, un antiguo guerrillero de El Salvador, del Frente Farabundo Martí, que decía lo siguiente: “Centroamérica está atrapada entre el dogmatismo de la formalidad diplomática y la pobreza de la racionalidad política. Ha habido una reacción desproporcionada de la comunidad internacional que olvida la intromisión de Chávez en Honduras como factor generador del golpe. El castigo que se ha aplicado es superior a
“La comunidad internacional no les ha ofrecido hasta ahora una solución a su miedo y a su desconfianza, por lo que les continúa asustando y les hace desconfiar más. Y eso no es político ni diplomático, ni sirve para resolver conflictos, más bien los hace crecer.”
A nosotros, señor presidente, nos gustaría que esto se solucionara con la vuelta del señor Zelaya a la Presidencia pero existe la gran sospecha en el país de que si el señor Zelaya vuelve al palacio presidencial va a hacer de su capa un sayo, como anteriormente pretendía. La solución, a nuestro juicio, es que el ciudadano hondureño con su voto resuelva una situación de semejante bloqueo, y estamos solamente a un mes de ello. ¿Cómo lo ve, señor Ministros?.
Muchas gracias, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señoría.
Tiene la palabra el señor ministro.
El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE COOPERACIÓN (Moratinos Cuyaubé): Gracias, señor presidente.
Sabe su señoría que compartimos muchos análisis sobre América Latina, pero no precisamente en esta ocasión. No se trata del análisis de la diplomacia española o de su ministro de Asuntos Exteriores, sino del de toda la comunidad internacional y de la administración norteameric
Usted se ha referido a golpes militares y a dictaduras, algo que ya había desaparecido en Latinoamérica, y no podemos tolerar, a comienzos del siglo XXI, que haya un golpe militar, un golpe de Estado, y que se destituya a un presidente democráticamente electo y se le lleve en pijama a un avión para trasladarle a otro destino impidiéndole volver democráticamente a su país.
Por lo tanto, elecciones sí, pero han de desarrollarse con las garantías constitucionales. ¿Cómo tienen que ser las elecciones? Usted mismo, cuando acude a la celebración de elecciones, quiere que sean justas, libres, bien preparadas y con capacidad de debate político. ¿Cree usted que en este momento en Honduras, cuando el propio señor Micheletti intentó eliminar las libertades fundamentales, se pueden celebrar unas elecciones con una mínima garantía democrática y de debate político? No, señoría.
La comunidad internacional, después de tres meses y medio, sigue unida demandando el retorno del presidente Zelaya, y lo mismo se exige desde Estados Unidos y toda
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor ministro.
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