Los programas que hizo Victoria Prego sobre la transición, estaban bien, pero adolecían de excesivo madrileñismo. Todo al parecer había ocurrido en Madrid. El resto no existió y, si bien es verdad que en Madrid está el gobierno, las Cortes y la sede de las instituciones centrales, no todo el mundo vive en la Villa y Corte. El estado tiene 46 millones de habitantes. No cuatro.
Digo esto porque en Veo-TV se está mostrando y diciendo, cada domingo, como fue esa transición y esa historia desde 1975 con un capítulo dedicado a cada año por semana. He estado en dos. La última acudí para participar en la tertulia que se organiza, tras la proyección de algunos videos. Y por esta razón Miguel Toral quiso estuviera pues en 1996 tuvimos mucho que decir tras la victoria en las urnas de José María Aznar y su partido el PP. Además de mi persona estuvieron Isabel San Sebastián, Fermín Bocos, Graciano Palomo, Federico Trillo y el conductor del programa Miguel Toral.
Fue interesante la presencia de Federico Trillo habida cuenta que como consecuencia de aquel resultado fue elegido presidente del Congreso, contando nosotros con la secretaría cuarta que recayó en el diputado gipuzkoano del PNV, José Juan González de Txabarri.
El miércoles 26 de enero de 2010 hizo tan mal tiempo, con hielo en la pista, que el primer avión en el que había de ir a Madrid, suspendió el vuelo y tuve que coger el del mediodía. Llegué al Senado, estuve en mi despacho y a las cinco y media fui a los estudios que tiene ésta televisión en Torrejón de Ardoz. La hora era intempestiva pero la marcó la llegada y presencia de Trillo, con quien hacía tiempo no había hablado. Me recordó que teníamos una comida pendiente.
EI debate fue interesante y en él cada uno contamos nuestras experiencias. El año anterior 1993 había sido muy duro para el gobierno de Felipe González al que le estallaron todos los escándalos habidos y por haber: Gal, caso Rubio, Roldán, Filesa, Malesa y Times Export, BOE,... y todo eso criticado por una afilada oposición con un Aznar, Cascos, Rato, Trillo, Rajoy y Mayor Oreja con los colmillos siempre dispuestos a dar dentelladas a lo que fuera y con un González que no quería seguir liderando ya el gobierno y estaba medio pasota.
Cuando volví al aeropuerto a las ocho y mientras esperaba al retrasado avión para volver a Bilbao pensé en lo muy rápido que pasan los días, en cómo se amortizan las historias, en cómo se nos agolpan en la mente los acontecimientos, en la caducidad de los mismos y en la necesaria labor de recordarlos cronológicamente para que no se nos olviden, porque, en Madrid como en todas partes, siempre el pescado se pudre por la cabeza y lo que está ocurriendo en la actualidad y aunque no tenga mucho que ver con situaciones de corrupción, el factor humano, y la personalidad de Zapatero, le está haciendo caer al partido socialista en los mismos errores que cayó con González: culto a la personalidad del jefe, incapacidad para la discrepancia interna, imposibilidad de reconocer públicamente errores cometidos, no acercamiento a los agentes y partidos que se mueven en la sociedad, narcicismo y salidas de tono…
De ahí que cada jueves vaya exponiendo en este blog lo que pasó en aquellos dos años en la política española y en la vasca en aquel último año de gobierno de González y primero de un desconocido Aznar, que no habiendo obtenido una mayoría absoluta, tuvo que pactar con CIU y con el PNV para poder gobernar, sacando en aquel momento el mejor Aznar que se reconvirtió en el peor Aznar, cuando a los cuatro años logró la mayoría absoluta.
Esto es pues lo que ocurrió:
ENERO DE 1996
Vamos a mirar un poco antes a como terminó el año 94, porque ya el uno de enero se iniciaba en Bosnia un alto al fuego de cuatro meses, las tropas rusas tomaban Grozni en Chechenia, la organización Mundial de Comercio reemplazaba al Gatt y José Antonio Ardanza juraba su cargo como Lehendakari por cuarta vez.
Acaba el 94 con la justificación del GAL
Sábado 24 de diciembre 1994
¡MENUDO AMBIENTE NAVIDEÑO!
Nunca habíamos vuelto de Madrid, con tal sensación de estupor. Aquello del fin justifica los medios, lo hemos oído hasta la saciedad en gentes que creíamos de bien. Sin embargo, en la hora de la verdad, casi todos opinan de igual manera.
El martes almorzábamos en la Gran Peña de Madrid. Una especie de “La Bilbaína” pero con aspecto de Museo de Cera. En una mesa, comía Blas Pinar. En la otra, Arespacochaga. El ex-alcalde de Madrid nos saludó y dijo que era increíble que servidores del Estado estuvieran encarcelados. Era el prólogo a lo que íbamos a vivir. Un ambiente fétido y poco navideño. El grito salvaje de “ETA mátalos”, era sustituido en tertulias, prensa y valoraciones, por el peligroso de “Gal, mátalos”. Terrible. Y viviendo en un estado de derecho. Algunos hacían la distinción de muertos buenos y muertos malos. Terrorismo bueno y terrorismo malo. Y eso desde la “política de Estado”:"La misma lógica asesina que la de ETA.
Por eso pedimos la dimisión de un Barrionuevo, que se jactaba de que los policías de la cúpula policial encarcelada eran unos magníficos servidores del Estado y que eso en Europa no ocurría. Claro que no. Le dijimos que era como si pidiéramos a los presuntos terroristas del “Comando Nafarroa” solidaridad y felicitaciones navideñas. Habrían puesto el grito en el cielo. Pero en Madrid, nadie se movió en serio contra el ex-ministro, que como un pavo real se paseaba por los pasillos cultivando las bajas pasiones de la ciudadanía. “Tienen ustedes que comprender el clima que se vivía en aquellos años”. “El GAL ha matado, pero mucho más ETA”. “Garzón ha reabierto un sumario de hace doce años”. No dicen que no pudo investigar en su día los Fondos Reservados del Ministerio, ni que no hay incompatibilidad cuando uno pasa de un puesto a otro de la Administración, sino cuando pasa de la Administración a la actividad privada. Y no era el caso. Otros decían que se trataba de opacar el suceso del año. El encarcelamiento de Mario Conde. Pero lo que rezumaba tanta justificación era proteger a los “leales servidores del Estado”. Y en concreto a un Barrionuevo que designó a Luís Roldan y Julián San Cristóbal y andaba jaleándose como héroe, sin el menor pudor, buscando la protección de la España profunda.
Las declaraciones de Laborda fueron lamentables. Ramón Jáuregui no estuvo nada fino. Nicolás Redondo Terreros me llamó ave de rapiña y dijo que mientras Barrionuevo defendía España, el PNV apoyaba a los “chicos” de ETA. García Damborenea, amigo de Redondo, protegido de Mayor Oreja, decía que si él hubiera sido responsable del GAL no hubiera hecho aquella chapuza. El PP, protegiendo a Damborenea y lamentando por lo bajo la foto que se hizo con Aznar. El Gobierno callando. Aznar, entrevistándose con González. Ruiz Gallardón sacando fuera sus orígenes fascistoides. ETA frotándose las manos. El “ABC” escandalizado con Garzón, y casi todos, diciendo que había que echar tierra al asunto.
En este ambiente tuvo lugar el debate sobre la creación de una Comisión que investigara los Fondos Reservados. Nosotros éramos partidarios que Garzón entrara a fondo en el asunto, se discutiera un proyecto de ley que en el futuro controlara democráticamente este asunto y que la Comisión de Secretos Oficiales, trate las chapuzas que suceden, que siempre tienen como trasfondo lo vasco. Los Fondos Reservados han de existir y si se crea una Comisión de Investigación, serían fondos de conocimiento público. Preferimos más que la ley actúe contra el delito, al espectáculo carroñero sobre este asunto.
En fin, como se ve, un magnífico ambiente navideño, que afectó a la peseta y a la propia confianza y serenidad que requería el país.
Agur Roca
Le despedimos a Miquel Roca, el Grupo Vasco, con una comida. Nos dijo que iba arreglar, cuando sea alcalde, la calle Sabino Arana de Barcelona. Por cierto, en Donosti no hay calle Sabino Arana, ni calle Leizaola. Roca estuvo distendido y agradecido. Volverá como senador, si es elegido alcalde. Ha regalado a los periodistas una manta. El PP por su parte una bolsa de viajes, pero el éxito ha sido el del Grupo Vasco, que ha obsequiado una botella de txakolí, otra de Faustino y un queso de Idiazábal. El estómago siempre es lo más agradecido.
“NO ME APRIETES MUCHO CON LO DEL GAL, JOSÉ MARI”
Felipe González habló por fin sobre los GAL. Dijo que la lucha contra el terrorismo se hizo “desde los instrumentos del Estado democrático y de acuerdo con la legalidad” y que “es imposible que pueda demostrarse algo que no ha existido”. La frase pareció poco tajante a "El Correo Español" “porque pareció poner más énfasis en la dificultad de demostrar la posible implicación del Estado que en negar que se haya producido”. Algunos plumíferos no creían que hubiera que demostrar nada y, así, Pablo Sebastián sentenciaba en "El Mundo" que “las posibles relaciones con los GAL, se quiera o no, a la vista están” y su colega mundano Gabriel Albiac iba más allá y escribía que “había que ser muy canalla para negarse a ver en el GAL la sombra del crimen de Estado”.
El antifelipista Sebastián dictaminaba que González mintió al decir que se actuó “de acuerdo con la legalidad”: “Es absolutamente falso. Hasta las negociaciones de Argel con la cúpula de ETA fueron delictivas, y no digamos los usos varios de los fondos reservados del Estado con José Luis Corcuera y Luis Roldan”. “La verdadera abyección -definía Albiac- está en la capacidad de dar al crimen la amable apariencia del servicio público”, y a ello se están dedicando, según el también mundano Martín Prieto, políticos y periodistas, con excepciones desde luego, entre ellas, faltaría más, “los incansables informadores de este diario”. “Servidores públicos, muy sueltos de cuerpo -añadía- van por ahí justificando solapadamente la bondad de comerse a los caníbales (...) De lo que estamos hablando es del restablecimiento de la pena de muerte, pero a la remanguillé, de costadillo y sin que nadie se entere”. Martín Prieto denunciaba la añoranza de la supuesta capacidad criminal de Alemania con los dirigentes de la banda "Baader Meinhoff', la imperturbabilidad de De Gaulle contemplando cómo los barbouzes, los peores fondos de Marsella, aniquilaban previo pago a la OAS... “Sólo nos quejamos -se escandalizaba- de la falta de calidad del verdugo”. Sir Cámara, en "Diario de Navarra", lo reconocía: “En lo más recóndito de cada uno de nosotros hay un cabreo sordo e inconfesable porque el GAL se hizo como se hizo, como dijo Damborenea recientemente, mal, de manera chapucera”. Lorenzo López Sancho aludía en "ABC" a las “hazañas, torpes en su mayoría, de los GAL”.
"El Diario Vasco" percibía que “desde el Ejecutivo y el PSOE se ha optado por un discurso pseudoexculpatorio, con continuas alusiones a la dureza del terrorismo de la época”, en busca de “cierta complicidad de una opinión pública española exasperada por ETA”. Con la ayuda del PP que, según auguraba la multimedia Julia Navarro, no va a hacer leña con el asunto del GAL. “No ha sido muy agresivo en este asunto”, ratificaba José María Brunet en "La Vanguardia", y el abecediano Jaime Campmany ironizaba en torno a la reciente cena González-Aznar . “No me aprietes mucho con lo del GAL, José Mari, los asuntos de Estado son los asuntos de Estado”. Francisco Umbral sospechaba que “la derecha siempre vio con buenos ojos un gang anti-ETA y que ellos en el Poder quizá hubieran hecho lo mismo, pero peor (...) En estas cosas, es donde nuestra derecha asoma sus tics seculares, su sentido feudal de la justicia, su condición de horca y cuchillo, su entendimiento de la democracia al estilo de los bajalatos”. Umbral señalaba que “el colmillo de oro de la derechona se hace demasiado evidente en la dialéctica de Ruiz Gallardón”, cuyos escrúpulos jurídicos no hacen sino desvelar la simpatía del PP por el terrorismo de Estado. No eran como esos a quienes la multimedia Carmen Ferrera denunciaba, los que aplaudieron la aparición de los GAL y ahora tanto gritan.
Domingo 8 de enero de 1995
ARDANZA JURA EN GERNIKA POR CUARTA VEZ SU CARGO DE LEHENDAKARI
Fue terrible lo que ocurrió en Chechenia. Una pequeña república caucásica proclamó su independencia y el oso ruso la aplastó ante el silencio internacional. En Estados Unidos decían que era un asunto interno de Rusia y que ellos ya tuvieron su guerra de secesión que se saldó con una victoria militar. La razón de Estado frente a la razón natural. La democracia fundada en la voluntad popular frente a la fuerza de las armas, “Pascuas Militares” incluidas con su artículo 8 al frente. Lo de siempre. Comités de No Intervención. Como en la guerra civil.
Nuevo Gobierno en Euzkadi
Sin embargo el año empezó bien en Euzkadi. Con un Gobierno vasco estable y sólido. Tres partidos de distinta trayectoria e ideología se pusieron de acuerdo en un programa básico de cuatro años, con un liderazgo serio y sensato y unas posibilidades ciertas de triunfar. De ahí el acierto de establecer distancias como hizo el lehendakari, en el sentido de marcar con una cortina en relación a lo que pasaba en otros lugares. En Euzkadi, teníamos nuestras prioridades y a pesar de que los medios de comunicación estatales trataban de imbuirnos diciendo que todo iba mal, en Euzkadi eso no era cierto.
El lunes 2, José Antonio Ardanza juró en Gernika su cargo de lehendakari. Fue una hermosa ceremonia, cargada de simbolismo, digna de ser reseñada. No hay en Europa, en la toma de posesión de un presidente de gobierno, tanta riqueza plástica, ni con tanta resonancia, que, mirando al pasado, se proyectara al futuro con fuerza.
Humillado ante Dios
Es su día me llamó la atención el que Eligio Hernández, quien fuera Fiscal General del Estado, nos recitara de memoria en euskera la fórmula de Aguirre, pero lo que me colmó de perplejidad fue escucharle al fachón de Alfonso Ussia repetirla con respeto aquel miércoles por televisión. El propio Federico Abascal escribió lo siguiente: “Al jurar ayer, por cuarta vez, su cargo ante el Árbol de Gernika, poniendo como testigos a Dios, a la tierra y a los antepasados, el Iehendakari Ardanza rendía homenaje a la triple esencia del pueblo vasco, es decir, la religiosidad, apego territorial y memoria histórica”. Este fue uno de los muchos comentarios que la lectura de la fórmula ocasionó, impactando, y que además se escuchó dentro de una ceremonia sencilla y plástica.
Estas líneas siempre me han impresionado. Por eso cuento ahora cuál fue su origen y cómo me enteré de ello.
Sabía que José Antonio de Aguirre la había utilizado el 7 de octubre de 1936 y la había repetido en el Congreso Mundial Vasco celebrado en París en 1956. Le gustaba. Leizaola, fallecido Aguirre, juró su cargo, en el cementerio de Donibane Lohitzun, un triste día lluvioso de marzo de 1960, con otra fórmula que hacía mención al lehendakari fallecido. Eran las trágicas circunstancias de aquel momento.
El 22 de mayo de 1977, en plena campaña electoral para las primeras elecciones legislativas, organizamos un mitin en el campo de fútbol de Gernika. La víspera habíamos celebrado unas jornadas con representantes de nacionalidades europeas: escoceses, galeses, alsacianos, bretones, gallegos, catalanes y vascos. Al Gobierno Civil no le gustó. Al día siguiente no les permitieron hablar en el mitin. Sí en cambio a una Pasionaria que volvía a presentarse en Bilbao. Antes una España roja que rota.
Yo tenía 17 años menos y era uno de los teloneros del acto. Era la muestra juvenil del momento. El mitin lo cerraba Juan de Ajuriaguerra. Total que solté mi soflama y, como estábamos en Gernika, me cogí la historia por montera y pedí que en poco tiempo hubiera un Gobierno Vasco democrático, para que se volviera a oír en Gernika el mismo juramento que el pronunciado por Aguirre bajo el Roble y, ¡pum!, lo leí en euskera. Después intervino Ajuriaguerra. Al terminar, Juan me cogió por el brazo y me echó una bronca. Me dijo que quería haber sido él quien pronunciara el juramento, porque, como me explicó, él era quien había redactado la fórmula. Allí me enteré que el texto era de Ajuriaguerra. En desagravio le dije que no tenía ni idea y que cuando hubiera un nuevo Iehendakari me comprometía a trabajar para que se repitiera públicamente la fórmula Aguirre-Ajuriaguerra.
Y así fue. El 9 de abril de 1980, Carlos Garaikoetxea fue elegido Iehendakari tras dos días de sesiones en la Casa de Juntas de Gernika. El resultado fue 25-24. Retomaba el testigo histórico, pero la fórmula no le gustaba demasiado. Eso de “Ante Dios humillado...” no sé si le hacía mucha gracia, pero con la intermediación de Begoña Ezpeleta se logró convencerle que se trataba de recuperar una historia interrumpida por la guerra. Al final lo hizo. Cuatro años después, en abril de 1984, no quiso ir a Gernika. Juró en el Parlamento. En el PNV comenzaba en serio la borrasca.
A partir de esa fecha, Ardanza, sin complejos y con sentido de la historia, la utilizó cuatro veces. Forma parte ya del acervo histórico vasco. Sólo faltaba que Antón Aurre la plasmara en piedra. Y se hizo. Está a la entrada.
Cuando aquel lunes 2 de enero de 1995 el lehendakari recitaba su bello juramento, recordé a tantos y tantos que ya no estaban con nosotros y que habían hecho posible que esas pocas frases expresaran como nada lo que somos. En euskera y castellano: “Ante Dios, humillado, en pie sobre la tierra vasca, en recuerdo de los antepasados, bajo el Árbol de Gernika, ante vosotros, representantes del pueblo, juro desempeñar fielmente mi mandato”. Ahí queda eso. Todo un compromiso.
Para no alargar el relato, sólo diré que Aguirre, aquel 7 de octubre de 1936, a las nueve y cuarto de la mañana, antes de ser presidente, juró en Begoña “fidelidad a la Iglesia, a mi Patria Euzkadi y en su servicio queda ofrecida mi vida de la que dispondrán, en la medida, en el momento o en las circunstancias que señalen las únicas autoridades legítimas del Partido Nacionalista Vasco o Euzkadi Buru Batzar”.
Este juramento no era cualquier cosa. Estaba Euzkadi en guerra y esa entrega era una entrega total. Para que luego nos vinieran con las monsergas de que a Aguirre le habían levantado la disciplina del Partido. Todo lo contrario. Caído Bilbao, el EBB le ordenó ir al exilio. Si hubiera decidido lo contrario, el lehendakari, y además con gusto, hubiera acatado la medida.
Queda, pues, escrito este apunte histórico, demostrativo de un estilo a la hora de hacer política.
Doble lenguaje
Se nos acusaó aquellos días de doble lenguaje con el asunto GAL. Por un lado, pedir la dimisión de Barrionuevo y, por otro, formar Gobierno con Jáuregui.
Barrionuevo nombró a Luis Roldán director de la Guardia Civil, entonces en situación de huido. Barrionuevo nombró director de la Seguridad del Estado a Julián Sancristóbal, entonces encarcelado, junto con la cúpula del mando policial antiterrorista. Un político debe recoger las inquietudes ciudadanas. Sería bueno preguntarle a Barrionuevo: ¿Cómo tuvo usted los ojos tan cerrados, y tanto tiempo, con tal corrupción a su alrededor?. ¿Le pasó inadvertido el montaje de Roldan?. ¿Por qué no dijo usted nada sobre el GAL?. ¿No utilizaba nunca usted los servicios del CESID?. ¿No tuvo usted ninguna denuncia?. ¿Qué dice de la malversación de fondos reservados?. ¿Por qué visita usted las cárceles y hace apología de aquel terrorismo amparado en aquel contexto y en el número de muertos?.
Y es que Barrionuevo tenía miedo. Su estrategia consistía en anular a Garzón, que iba en serio, tratar que el sumario fuera al Tribunal Supremo, ofrecer una imagen de aplomo para evitar que sus subordinados hablaran y cubrirse con el manto de la opinión pública cautiva y adecuada para que se comprendiera que aquél había sido un “buen” terrorismo, frente al “mal” terrorismo de ETA.
Nada que ver con la postura de Jáuregui, denunciada con pésimo estilo por Mayor Oreja, que también fue delegado del Gobierno, como su tío Marcelino, en tiempos de la “Triple A” y el “Batallón Vasco Español”.
Por otra parte logramos que Belloch compareciera. No quería hacerlo. El Gobierno no había tenido ni reflejos políticos, ni éticos. Les dijimos a los amigos catalanes que les dejábamos solos cubriendo una suciedad. Al final, menos mal, presionaron al Gobierno central y hablaron González y Belloch. No dijeron nada y les faltó contundencia frente al horror de tratar de justificar los GAL.
Pero no íbamos a caer en la labor de erosión que hacía IU. El PP, en este asunto, estaba callado. Creíamos que Garzón tenía que ir hasta el final y dejarle a la justicia actuar. Paralelamente, seguimos pidiendo la dimisión del impresentable Barrionuevo, y diciéndole a Belloch que, si fue un líder de “Jueces para la Democracia”, tenía que ser un “Ministro para la Democracia”. Sin tanto cálculo. Al final, cuando uno quiere quedar bien con todo el mundo, termina quedando mal con todo el mundo.
Un poco de cortesía
No hubiera estado mal que Garaikoetxea se hubiera presentado el lunes 2 al Juramento de Gernika. Prefirió viajar al Sur, a pesar de que su partido era socio del Gobierno. Y tampoco hubiera estado nada mal que Joseba Azkarraga, el día de la formación del Gobierno Vasco, del que su partido formaba parte, nos agrediera en ETB diciendo que pedíamos la dimisión de Barrionuevo, pero que cuando estalló el caso GAL estuvimos callados. Y no era verdad. El era senador del PNV, ocupado de estas cosas. El Gobierno Vasco, en febrero de 1986, redactó una declaración oficial constatando la “existencia, aquí y fuera de aquí, de una generalizada sospecha que vincula a este grupo terrorista con determinados aparatos de la Administración”. Barrionuevo se puso furioso.
Benegas en 1984 decía: “Yo no tengo ninguna prueba, ha dicho Marcos Vizcaya, portavoz del PNV, pero el GAL está vinculado a esferas gubernamentales. Y Arzalluz se ha pronunciado en el mismo sentido”. “Esa dialéctica me parece muy grave y muy peligrosa entre políticos que se precian de la seriedad y de la dignidad de la política”, nos afeaba Benegas. Podía sacar decenas de testimonios de aquella época, pero no vale la pena. Cuando no existe la mínima cortesía, todo esto no sirve para nada. Queda dicho.
Como el caso de Mayor Oreja, que había acusado al presidente del EBB de “gran maestre de la maledicencia y la difamación” por decir que en tiempos de Mayor Oreja, que había acusado a Jáuregui, “pasaban también muchas cosas”. Redondeando la cortesía, el inefable Gregorio Ordóñez bramaba contra Arzalluz porque “lo que no tenemos claro muchos vascos es su no responsabilidad en el caso ETA”. En este sentido señaló que “durante años, dirigentes del PNV se dedicaron a engordar a ETA. De hecho, hasta ahora, hacían de intermediarios en el pago del impuesto revolucionario”. Lógicamente estas declaraciones tuvieron un gran eco en Madrid.
Por eso hablé de la cortesía. ¿Sería que de aquella manera pretendían lubricar la inminente reunión con Aznar?. Realmente impresentables.
Pero, a pesar de todo, 1995 no parecía iba a ser tan malo.
LA PASCUA MILITAR O LOS INSUMISOS NO SE RÍEN
Con excepciones como las de "El País", "El Mundo" y "Diario Navarra", que preferían la poco airosa imagen de Ortega Cano en el coso de Cartagena de Indias, los periódicos optaban en la estampa en primera por la Pascua Militar. Muchos reflejaban al rey Juan Carlos y al ministro Belloch destornillándose de risa, “ante un Felipe González más sombrío”, como constataba "Egin". Nadie aclaraba de qué iba el chiste. Quizás hubo varios, pues "La Vanguardia", en parecida escena, mostraba sonrientes a González, Belloch y García Vargas y serio al Rey. No consta quién rió el último.
"Ya" y "ABC" coincidían en una visión más institucional del acto y retrataban al monarca leyendo su discurso, con palabras, según editorializaba el rotativo catalán antes citado, “de estímulo para aquellos que optan preferentemente por prestar su servicio a la comunidad en los cuerpos de la defensa armada”, “elogio a una juventud solidaria que encierra, por exclusión, una condena moral implícita para aquellos otros a los que el ministro de Defensa aludió indirectamente cuando se lamentó de que nuestro tiempo es proclive a destacar o a justificar comportamientos extravagantes aunque sean profundamente insolidarios".
Mucho por exclusión, muy implícito y mucha alusión indirecta, pero todos lo entendimos. “El ministro de Defensa acusa a los insumisos de extravagantes y profundamente insolidarios”, titulaba el diario de Polanco; “Vargas ataca a los insumisos”, destacaba el de Pedrojota; “la insumisión, blanco de los militares”, generalizaba "Egin", pues fueron diversos mandos los que “arremetieron contra los jóvenes insumisos, a los que trataron de insolidarios”.
"El Correo Español" subrayaba que los discursos oficiales tuvieron en esta ocasión menos retórica y más mensaje y vaticinaba que las opiniones de García Vargas iban a traer cola. "La Vanguardia" apostaba por la postura oficial y editorializaba que “a pesar de que las actitudes insolidarias suelen ocupar una parte importante de la atención de la opinión pública -debido seguramente a su carácter excepcional y negativo-, no debe perderse de vista que son la abrumadora mayoría de los jóvenes los que, en edad de servicio, practican lo que el ministro denominó patriotismo constitucional y patriotismo cívico”. En el mismo medio, José María Brunet recordaba una sentencia del TC que sostenía que “la insumisión no puede fundamentarse en un pretendido ejercicio a la libertad ideológica, pues ésta no resulta suficiente para eximir a los ciudadanos de deberes legalmente establecidos". “El país no tiene medios para costear unas fuerzas armadas completamente profesionales -añadía-, lo cual no debe obstar para que los objetores ejerzan solidariamente sus derechos y obligaciones”. "El Mundo", sin embargo, aunque no se atrevía, faltaba más, a atacar al Rey –“es perfectamente lógico que, en tanto que jefe supremo de las Fuerzas Armadas, elogie a los jóvenes que optan por el servicio de las armas”-, sí lo hacía con García Vargas y diversos mandos militares, quienes descalifican reiterada, simplista y hasta coordinadamente –sugería- la insumisión, que “tiene que ver con la problemática historia de las Fuerzas Armadas españolas y con el modelo ideológico y político que han encarnado durante largas décadas”. Y eso que, como proclamaba el diario de Ansón, “ahora ya no ponemos la pica en Flandes”, como en el esplendor imperial, sino en Bosnia, Ruanda, Angola, El Salvador, Guatemala, Mozambique, Nicaragua... “Y hasta la castiza Guardia Civil, que naciera patrullando a caballo frente al bandolerismo penibético, lo hace ahora en lancha, por las aguas cosmopolitas del Danubio”. Y sin tricornio.
"La Guardia-civil por las cosmopolitas aguas del Danubio"?
Eso sí que no. Menos mal que es o era otro tramo. Pues solo me faltaba eso. Vendo todo y me voy también, en su caso. Pero no, no caerá esa breva podrida.
D
Publicado por: D M-L | 02/18/2010 en 12:12 a.m.
kaixo iñaki acabo de terminar de leer una monarquia protegida por la censura y me ha gustado mucho.es de facil lectura y muy interesante para que mucha gente espabile de una vez.(tambien en su momento he leido el libro sobre areilza y aznar y me gustaria saber si tienes algun libro actualmente para escribir y sobre que tema) (un saludo)
Publicado por: jesus mari | 02/18/2010 en 12:38 a.m.
muy bueno lo de la ceja de zp
un saludo
Publicado por: j mari | 02/18/2010 en 01:04 a.m.
Que tiempos aquellos.....
Aún resuena en mis oidos aquella presentación de Aznar a los asistentes de un mitin en Zaragoza, creo, de un buen vasco, un vasco de verdad y como hay que ser..... se trataba de Ricardo Garcia Damborenea, implicado en la trama GAL hasta las cachas.
Y yo no me creo que Aznar no sabia lo que pasaba con los GAL..... aqui teneis una impagable foto.... de que hablarian los aqui reunidos....
http://www.losgenoveses.net/Personajes Populares/aznar/fotos/con el general galindo y roldan.jpg
Publicado por: takolo3 | 02/18/2010 en 09:05 a.m.
Erkoreka y yo hemos terminado un libro sobre un nacionalista alaves,Jose Luis de la Lombana que se fue a Nueva York en 1938 a soltar una soflama abertzale y yo preparo otro libro sobre destellos de nuestra accion politica en Madrid donde somos mirados como marcianos.Eskerrik asko.
Publicado por: iñaki anasagasti | 02/18/2010 en 09:11 a.m.
Donatien.
Ten cuidado, ahora los del benemérito cuerpo usan boina y como las aguas del Danubio son cosmopólitas, no te muestres mucho, no vayan a pensar como alguno que dice que eres un devoto de Apolo y pagues
por ser un pagano.-
Publicado por: Juan Rua | 02/18/2010 en 12:38 p.m.
Y mientras nosotros discutimos, el tal Felipe X está forrado, vive en un piso de narices con su nueva compañera sentimental (¿o será camarada sentimental?, en un barrio exclusivo de Madrid, diseña joyas, riega bonsais y va de sabio por la vida. Todo un ejemplo de socialista español.
Publicado por: Ernesto de Hannover | 02/19/2010 en 12:00 p.m.