Domingo, 5 de febrero 1995
EL ESTADO DEL CHAPARRÓN
En Estados Unidos, con sistema presidencialista, le llaman “Debate sobre el Estado de la Unión”. Aquí, para no ser menos, los socialistas, que fueron los que inauguraron este sistema, le llaman “Debate sobre el Estado de la Nación”. En Euzkadi le llamamos, en el Parlamento Vasco, “Debate de Política General”. En estos momentos, en Madrid, nosotros le llamamos “Debate sobre el Estado del Chaparrón”, porque eso de “Estado de la Nación” para un vasco es Euzkadi.
Pero el nombre es lo de menos, aunque no deja de tener su carga semántica y política. Lo demás es el momento en el que se produce y las consecuencias del mismo.
El Gobierno ha deseado salir a la palestra e iniciar el nuevo período de sesiones con el famoso debate. El hecho denota, por lo menos, una cierta iniciativa: Cortar las especulaciones sobre los apoyos parlamentarios, preparar la presidencia europea, mentalizarse a aguantar la debacle electoral tras las elecciones municipales y ganar un año de tiempo para consolidar la recuperación económica.
Lógicamente el PP e IU irán a lo suyo. Como los catalanes, que son los que tienen la llave de la situación, y nosotros que también iremos a lo nuestro pero que no coincide ni con lo que dice el PP e IU ni con el propio PSOE.
Tras este debate se aprobarán una batería de propuestas de resolución. El año pasado, de 18, logramos que nos aprobaran 12. Y la mayoría las han incumplido.
Las propuestas de resolución son un catálogo de medidas que cada grupo plantea para el año con objeto de que el Gobierno las aborde. Y el Gobierno central, por su política dispersa, o bien por haber estado a la defensiva y paralizado, o por haber carecido de un liderazgo claro, las convirtió en papel mojado.
De ahí que nosotros no demos un paso en este debate de no ver muy claramente el queso a la tostada: es decir, el cumplimiento de los acuerdos. Y eso no tiene nada que ver con la estabilidad política, porque quien en el fondo fomentaría la mayor inestabilidad política sería el propio Gobierno con su falta de seriedad a la hora de cumplir sus compromisos.
Tampoco se percatan algunos del hecho simple de que al PNV no se le ha perdido nada en esa concreta batalla política de descalificaciones y que, del mismo modo que fue el único partido que no participó directa, ni indirectamente, en las operaciones políticas contra Suárez, tampoco está dispuesto a entrar en liza en estas luchas intestinas, mientras los detentadores del poder no nos nieguen el pan y la sal.
Por tanto, que no se nos confunda. No estamos con el PP, ni con IU, en su campaña de mociones de censura, elecciones anticipadas, descrédito del adversario y demás, pero tampoco estamos con la actual forma de gobernar que venimos denunciando y que seguiremos denunciando, a pesar de todo este ruido y a pesar de toda esta terrible polarización que impide que se nos oiga con nitidez.
A todo partido se le debe exigir su participación en la guerra contra la inmoralidad pública, contra el crimen organizado, contra el terrorismo. Pero así como nacionalistas hemos participado siempre en todas ellas y con más ecuanimidad que aquéllos que superponen a la guerra ética la guerra del interés partidista, hemos de decir que si la guerra contra Suárez no fue nuestra guerra, del mismo modo la guerra contra González no es nuestra guerra y no es nuestro estilo a la hora de hacer política.
Debate industrial
Nuestro grupo parlamentario planteó el año pasado la necesidad de un debate en profundidad sobre política industrial. Un año después, y a una semana del debate general, Eguiagaray nos mandó una carta con un documento a partir del cual se tiene la intención de iniciar una discusión, a todos los niveles, y con todos los agentes sociales, cuya conclusión será presentar en el Congreso un programa de política industrial.
Una iniciativa del Grupo Vasco ha tardado un año en ser puesta en práctica.
Un año perdido, aunque sea tan necesario éste debate, despreciado en su día por los socialistas, pero vital para un país que desea ser serio.
La cadena alimenticia económica empieza en una mina, en un torno, en un pesquero, en una fábrica o en una granja. Ahí es donde se crea riqueza. Viene de la extracción de metales, de construir una máquina herramienta, de fabricar una lata, un automóvil, de las cosechas o la pesca. Y si estos trabajos que generan riqueza se agotan, antes o después todos los demás de esa cadena alimenticia que dependen de ellos se morirán.
Y si todo esto es verdad, entonces va a haber cada vez menos gente que cree riqueza y cada vez más gente que se limite a usarla o a moverla de un lado a otro.
Siendo buena la apuesta por una sociedad de servicios, una economía moderna sólo puede basarse en empleos industriales bien pagados. De ahí la importante apuesta por una política hecha con los pies en el suelo y siguiendo la tradición de nuestro pueblo.
Sábado 4 de febrero, 1955
LA DOBLE RECUSACIÓN Y EL GALIMATÍAS JURÍDICO
Quienes creyeron en la sinceridad de Rafael Vera -escribía "El Mundo" en su editorial- cuando éste insistía en que estaba deseando comparecer ante la Justicia e incluso ingresar en prisión -¡!- ayer habrán sentido una profunda decepción al comprobar cómo el ex director de la Seguridad del Estado recurría a tácticas dilatorias para eludir el interrogatorio y la posible decisión de Garzón.
Por su parte "El Correo", también en el editorial, afirmaba que “la treta legal utilizada por Rafael Vera para retrasar su declaración en el caso GAL, aunque previsible, pone al descubierto serias contradicciones y despierta no pocas suspicacias”. Respecto a la recusación a dos jueces, señalaba que “la argucia resulta sorprendente y desconcertante, no sólo porque la doble recusación carece de precedentes, sino por la dudosa consistencia de su contenido”. “Aún así -proseguía-, el interés de Vera y de los que le auxilian en su defensa parece claro: sembrar el camino de piedras y retardar lo máximo posible su presencia ante Garzón o quien pueda venir tras él”.
“No quiero ni pensar el colapso judicial que nos espera si todos los acusados ante los Tribunales hacen lo mismo”, reflexionaba Mariano Ferrer en "El Mundo". “O el cisco institucional, si se aplica el mismo patrón a las incompatibilidades de los políticos”, añadía.
Otro columnista de distintos medios, Andrés Aberasturi, se refería al ex-Secretario de la Seguridad diciendo que “si una tan larga frenética actividad de imagen pública como la que ha llevado estos días Rafael Vera culmina a la hora de la verdad en recusar a Garzón "porque me tiene manía" y a Bueren porque es su amigo (dicho de forma coloquial), no es que la cosa empiece a oler mal, es que el mal olor reinante se confirma y en todo caso aumenta”.
Sin embargo "El País" analizaba la recusación y decía: “Podrá pensarse -y algunos se han apresurado a manifestarlo públicamente -que todo ello es una "maniobra dilatoria" o incluso una "farsa teatral". Pues aunque así fuera, ello no restaría un ápice al derecho que le asiste a Vera, como a cualquier otro implicado en iguales circunstancias, de exigir que el juez que puede meterle en la cárcel o tomar graves decisiones sobre su situación procesal sea imparcial, además de independiente”.
En el mismo sentido editorializaba "ABC" para quien "la recusación del juez por existencia de una enemistad pública y notoria entre él y el acusado es un derecho procesal que asiste a éste y que deberá ser resuelto por el órgano jurisdiccional competente”.
José María Brunet comentaba en "La Vanguardia" el riesgo de “cortocircuito jurídico” y el galimatías que suponía esta doble recusación. “De modo que el juez decano, la sala de gobierno o el pleno de la Audiencia Nacional -o todos ellos a la vez- van a tener que encontrar una solución que convenza a los procesalistas y al propio tiempo haga inteligible a la opinión pública la evolución de este endiablado proceso penal”.
Jaime Campmany escribía con su tono habitual en "ABC": “Deberíamos poner los leones de bronce del Congreso en la puerta de Alcalá-Meco, guardando la entrada al talego, porque es allí donde se empieza a cocer ahora el puchero político, y lo que te rondaré morena”.
"El Diario Vasco", por su parte, comentaba la situación general y el adelanto del "debate sobre el estado de la nación" en un intento del Gobierno de buscar una salida. “La crisis es tan profunda -decía- que difícilmente podrá remitir por el mero efecto de cualquier liturgia política. El agotamiento del ciclo socialista necesita una solución pactada, de Estado, que desemboque en unas elecciones anticipadas para el principio de 1996”.
Pero a quién le interesa el estado de la nación espanola? Si lo sabe todo el mundo!
1 EUR = 220'386 LES
(EUR= Euro; LES= Leonor espanol)
1/4 de la gente sin trabajo. Emigración.
Lo que interesa es EUSKADI.-
Fernando Ithurrybarrie, en su entrega novelística de hoy, nos cuenta que los policiers están heridos y que van a reaccionar con tanta ira contra los de l’Eta que son cuatro días los que le quedan. No nos cuenta si se refiere a los que le restan en territorio francés –no olvidemos que el mundo no se acaba en Francia, aunque algunos estén convencidos de ello- o si se refiere a la organización como tal.
Hace una semana, en el mismo diario proespanol bilbaino, nos decía que esa organización del movimiento patriótico vasco había comenzado a conjugar el verbo „rendirse”.
Las novelas de Ithurrybarrie, como las de Florencio Txominguez, están llenas de gazapos. Es lo que tiene lo de trabajar cobrando por entrega.
Qué duro oficio!
D
Publicado por: D. M-L | 03/18/2010 en 10:51 a.m.
EL PRIMER AÑO DE GOBIERNO DE AZNAR (*)
También se podría titular así un artículo, y contar cómo el PNV parecía estar tan de acuerdo con ese nuevo presidente tan democrático como era Aznar, con quien Arzallus parecía estar encandilado: "He avanzado más en una reunión con Aznar que en 14 años con Felipe González". La verdad es que recordando la vil utilización que el PP hizo del terrorismo en el periodo 1993-1996 aún me tengo que pellizcar para creerme el apoyo de los nacionalistas vascos a los populares. Me imagino que estáis cansados de justificaros por aquella etapa (error en mi opinión), pero tenéis que comprender que para muchos fue un auténtico "shock".
Simplemente lo comento para rebajar un poco el tono, y lo que parece en un momento dado un pacto imposible, en unos años se convierte en un idilio, y viceversa.
La verdad es que actualmente me parece impensable que con las derivas que han tomado uno y otro partido, PP y PNV vuelvan a pactar; creo que PNV ha decidido apostar en adelante por pactar con PSOE tanto en Madrid como Euskadi cuando sea necesario, y me parece una sabia decisión. Pero viendo los antecedentes, nunca se puede asegurar nada.
No me sorprendería en absoluto ver tras las próximas elecciones en Euskadi (puede que antes de 2013) al PNV en el gobierno en solitario, con el beneplácito de PSE, o quién sabe si formando un gobierno de concentración.
Un saludo Iñaki
(*) Me permito una pequeña crítica con un poco de humor, y saliéndome del tema del comentario... si bien en el último año de González se gestaba el ascenso del PP y el acercamiento de PNV
Publicado por: Juan | 03/18/2010 en 11:47 p.m.