Un amigo, barojiano también, como hay tantos y tantos en el país vasco, me ha prestado un libro de Baroja que yo no conocía: "Susana y los cazadores de moscas".
“Vale poco -me ha dicho-, pero tiene el encanto de todo lo de Baroja”.
Lo he leído de un tirón.
¿Es un libro malo?. Ah, yo no sé qué procedimiento matemático existe para apreciar la calidad de los libros y poder decir si son buenos o malos. Lo que sé, como me ha dicho el amigo que me ha prestado éste que acabo de leer, es que tiene el encanto de todo lo de Baroja. Lo de bueno y malo me parece un poco arbitrario: gusta o no gusta y nada más. Produce emociones, o no; nos cautiva o nos aburre; nos metemos en el pensamiento y en la emoción del autor, es decir, de Ios personajes del libro, o estamos un poco ausentes y nos distraemos y se nos va la imaginación hacia otras preocupaciones nos sugiere ideas o nos deja impasibles.
No creo que lo más importante de los libros no es lo que nos dicen, sino lo que nos sugieren. Desde el ángulo agudo y frío del criticismo puramente literario, bien sé yo que se ve mucho más grande la figura de Hamlet que la de Lecochandegui el jovial, la de Seguismundo que la de Elizabide el vagabundo, la de Ofelia que la, de Maribeltza. Ya lo sé también que Hamlet, Seguismundo y Ofelia me dejan frío, no me remueven nada íntimo, y en cambio, Lecochandegui, Elizabide y Maribeltza me cosquillean el alma, ponen en actividad mi imaginación, me sugieren todo un mundo de cosas. ¿Por qué?. No porque son nuestros, de nuestra tierra y de nuestro pueblo, precisamente, sino porque son humanos, sencillos. No son nuestros ni de nuestro pueblo Mr Pickwick, la pequeña Nelly, Samivel y tantos otros personajes de la obra de Dickens, y nos producen las mismas emociones.
Quizá los maestros literarios, o los profesores de Literatura, los doctos puedan distinguir y fijar, con su lente crítico, toda una escala de valores, que abarca desde lo genial hasta la paparrucha; pero el resto de los lectores no tenemos más que un modo de juzgar: nos gusta o no nos gusta.
Hay también el entender y el no entender. Yo entiendo perfectamente a Shakespeare, pero no consigo entender a Casona, por lo que puedo decir que "Las alegres comadres de Windsor" me gusta, en tanto que de "La sirena varada" sólo puedo decir que no consigo ver lo que hay allí, tal vez porque no hay nada. Pero aún entre los autores que logramos entender completamente hay unos, como el mismo Shakespeare, que, con todos sus méritos, nos resultan un poco extraños, están fuera de nuestro campo de emotividades; y hay otros, como Dickens, a quienes tenemos por nuestros, lo mismo que a Baroja.
Este libro, "Susana y los cazadores de moscas", que acabo de leer, ¿qué tiene de grande?. ¿Qué cosas extraordinarias pasan en él, o qué conflictos de almas se plantean?. Nada, es un libro modesto, con personajes modestos –humanos-, y en él no pasa nada. Los amores de Miguel y Susana son suaves, grises sin escenas terribles, sin estridencias ni arrebatos. Comienzan suavemente y viven suavemente. ¿Y por qué tienen que ocurrir cosas dramáticas, extraordinarias, en las novelas?. Un libro en el que las cosas, los hechos, los sentimientos, sean intrascendentes, estén descritos en un tono gris, puede ser y es muchas veces, más bello que un libro plagado de sobresaltos y de extorsiones que sólo existen en el cerebro anormal del autor.
En éste "Susana y los cazadores de moscas" no ocurre, como digo, nada trascendental. Baroja describe calles y casas de París, barrios, pensiones, hombres, mujeres, jardines, paisajes, estados de ánimo bien vulgares, rarezas y manías con ese estilo que ha tenido siempre, desde sus primeros cuentos, con esa sencillez que hizo de él, desde su primer libro, un gran literato. Para nuestro gusto, naturalmente.
Y así, el cínico Tellagorri, Lecochandegui el jovial, Elizabide el vagabundo, Maribeltza y tantos otros, son de nuestra tertulia íntima, de la tertulia de amigos que comulgamos en los mismos sencillos altares de la emotividad cordial, no cerebral: como son Mr. Pickwick, y la pequeña Nelly, y Samivel, y el chico gordo. Nos comprendemos perfectamente, y cuando nos reunimos al lado del fuego pasamos unos ratos deliciosos hablando sin estridencias, suavemente, de temas que unas veces son de humor; otras, cínicos y, otras dulcemente sentimentales.
En esa tertulia no tienen nada que hacer Hamlet, Seguismundo y Ofelia, demasiado importantes para nosotros. Serían capaces de venir a nuestras veladas intrascendentes con las mismas tribulaciones, problemas, versos, parrafadas y conflictos con que salen al escenario.
Y entonces, Mr. Pickwick encontraría un pretexto para marcharse, el chico gordo se dormiría inmediatamente, los cínicos Tellagorri y Samivel dirían un par de intemperancias. Lecochandegui se les reiría en sus barbas, y Elizabide y Maribeltza se marcharían cogidos del brazo, por los senderos del campo, a hablar de sus sencillos amores bajo la luna.
EUZKO DEYA DE MÉXICO
01 de Octubre, 1944
Completamente de acuerdo, yo la verdad las obras del inglés, las conozco de cuando hacia el bachiller, de leer sinopsis y hacer apuntes, nunca he leido ninguna entera, si he visto algunas en versiónes llevadas al cine.
Por contra una colección de las obras completas de Baroja, en tomos de papel biblia, no recuerdo la editorial, me la leí, casi sin sentir.
En uno de los tomos venían sus artículos sueltos en periódicos y revistas: Los judios, los jesuitas, una lista de libros para diferentes intereses, etc.
Un saludo.-
Publicado por: Juan Rua | 03/20/2010 en 03:33 p.m.
ARRIBA ESPAÑA!!!!...EXTRANJERO!!!..VETE A OTRO PAIS KE NO TE PERTENCE NADA.... NI LAS PRONVINCIAS VASCONGADAS!!!...
ERES LA VERGUENZA DE NUESTRA PATRIA..
PERECE QUE SER PATRIOTA SER ESPAÑOL QUE CUALQUIER PAIS LO VEN NORMAL ..
PARECE KE HAY QUE SER DE ESTREMA DERECHA PARA SER ESPAÑOL??..
PUES NO!!..NO SOY DE NINGUN PARTIDO POLITICO!!..TAN SOLO ESTOY ORGULLOS DE NUESRO PAIS!..
Y LA VERDAD KE NUESTRO ABUELO FRANCISCO FRANCO HIZO MS POR ESPAÑA KE TOOD LO KE ESTAIS HAY ARRIBA!!!...
VIVA ESPAÑA
UNA ESPAÑA GRANDE Y LIBRE!!..NO SE OLVIDE!!!...
Publicado por: FRANCISCO | 03/20/2010 en 11:33 p.m.
Oiga Sr. Anasagasti, no sólo los vascos son barojianos sino también algunos suecos lo somos...
Publicado por: Max | 03/21/2010 en 04:54 p.m.
Vaya, qué gusto leer Deia de México o de Buenos Aires. No sé si por este colaborador egregio con el que dicho diario vasco tenía la suerte o por qué, pero con toda seguridad no era lo que es hoy.
Fijaos, han pasado 65 annos y ahora no ya no solo cuentan con plumas como la de Olivares 'Tellagorri', sino que no se atienen en el actual DEIA (de Bilbao) ni a los mínimos profesionales y deontológicos periodísticos, tan simples y de primer cuatrimestre de primero de carrera de CIENCIAS de la Información.
Para muestra fijaos en este botón. Fijaos en cómo trabaja Deia (Bilbao D.F.), 2010:
«El `aparato militar' de ETA se fue al híper antes de robar los coches y asesinar al policía».
Cágate, lorito.
Si lo lee Tella... Panolis regionalistas.
D
Publicado por: Donatien Martinez-Labegerie | 03/21/2010 en 09:21 p.m.
Donatien.
¿Aún no fuiestes al alienista? Te vas a poner peor, que ya es decir.-
Publicado por: Juan Rua | 03/22/2010 en 12:52 p.m.
baroja es impresionante. Mi primer libro fue zacalain el aventurero. He leido casi todas sus obras y todavía tienen vigencia. Lo considero uno de los padres de la novela moderna. No entiendo porqué no fue nobel.
las memorias de un hombre de acción son lectura obligada para entender el convulso siglo xix español.
Lo que nunca entendí fue su deriva politica.
haritz
Publicado por: haritz | 03/24/2010 en 10:50 p.m.