En Bilbao a diez y seis de Junio de mil novecientos treinta y siete, a las diez y media de la mañana, se reunieron los señores, Excmo. Sr. D. José Antonio de Aguirre, Presidente y Consejero de Defensa del Gobierno de Euzkadi; D. Jesús María de Leizaola, Consejero de Justicia y Cultura; D. Eliodoro de la Torre, Consejero de Hacienda; D. Santiago Aznar, Consejero de Industria; D. Juan de los Toyos, Consejero de Trabajo; D. Juan Astigarrabia, Consejero de Obras Públicas; D. Ramón María de Aldasoro, Consejero de Comercio y Abastecimiento; D. Gonzalo Nardiz, Consejero de Agricultura, miembro del Gobierno Provisional Vasco, presente en Bilbao. El Excmo. Sr. D. Mariano Gamir Ulibarri, General en Jefe del Cuerpo de Ejército de Euzkadi; D. Ángel Lamas, Comandante en Jefe del Estado Mayor del mismo Cuerpo de Ejército; D. José María Arbez, Comandante de Estado Mayor, y D. Alberto Montaud, Teniente Coronel de Estado Mayor, a requerimiento del Gobierno Provisional de Euzkadi, al objeto de obtener informe del Mando y del Estado Mayor, sobre determinadas cuestiones con relación a las circunstancias que imponen la situación militar.
En primer lugar se solicitó la situación de las líneas y fuerzas que actúan resistiendo la ofensiva enemiga desencadenada sobre el territorio Vasco, donde una y otra situación al Estado Mayor.
Como elemento importante que resalta de dicha información, se hace constar que en el día de ayer el enemigo, descendiendo de Santa Marina, forzó las líneas del río Ibaizabal en la proximidad de su influencia con el río Nervión, pasando al sur del río Ibaizabal por el puente de Urbi, y que continuando su avance y extendiéndose a derecha e izquierda, pasó también el río Nervión, situándose en Dos Caminos, con lo que posee ya el enemigo un sector por el que puede proceder a intentar el envolvimiento de Bilbao.
También se hizo constar que el enemigo se halla en posesión de Punta Galea, y que la 5a División, situada en la desembocadura de la ría, margen derecha, llegando hasta la altura de Deusto, tiene, ante la eventualidad de un ataque enemigo, que resolver difícilmente el problema de su paso a la orilla izquierda del Nervión, sobre el que no existen puentes, aunque se está tratando de establecer ese modo de paso, advirtiéndose grandes dificultades en organizarlo, y que las embarcaciones en su mayor parte han sido evacuadas como previsión militar.
Pedidas algunas precisiones acerca de lo que se haya dispuesto en relación con la Defensa de la Villa de Bilbao, el Exmo. Sr. General comunicó las que tiene adoptadas y en curso de ejecución
El Consejero de Justicia y Cultura, expuso que el problema de la Defensa de Bilbao era tan esencial para el Gobierno, que se hacía tan preciso considerarlo en toda su amplitud y dificultades. Dijo, que no obstante creerse absolutamente lego en este orden de cosas, su preocupación le llevaba a exponer que, a juicio suyo. Bilbao no puede ser defendido como aquellas ciudades que en el curso de la presente guerra civil llaman la atención por la resistencia enorme que oponen para ser tomadas, contando solo con el territorio sito en la margen izquierda del río Nervión, una vez que se haya perdido la cresta de montañas que va desde el Alto de Santo Domingo hasta el fuerte de Senderas.
Llamó la atención sobre que, a juicio suyo, Oviedo disfruta de la enorme ventaja de que el casco de la población en gran parte se compone de calles estrechas y trazado sinuoso que ocultan a los sitiadores los movimientos y concentración de fuerzas defensoras de la ciudad, por lo cual todo el heroísmo y la decisión de los sitiadores de Oviedo no han conseguido vencer la resistencia. Pero Bilbao en la parte situada en la margen izquierda de distingue precisamente por tener unas amplísimas calles de Buenos Aires con la de Hurtado de Amezaga, la Gran Vía, la Alameda de Recalde, la de Ercilla, etc., en las cuales sería absolutamente imposible la permanencia de los defensores de Bilbao ante el fuego que se haga desde la cresta de montañas.
Con relación a Madrid, villa de defensa heroica, dijo también que aún sin tomar en cuenta la esencialísima circunstancia de que, carente de montañas a su alrededor, el enemigo no puede con su aviación volar apenas sobre el territorio de la capital de la República, por la defensa antiaérea que posee esta capital y la aviación, tantas veces victoriosa, que se halla a su servicio cuenta, como base esencialísima para la organización de su resistencia con la red subterránea del Metropolitano, a través del cual las fuerzas defensoras pueden concentrar sus tropas y efectuar sus maniobras absolutamente a cubierto de toda noticia en el enemigo, pudiendo desembocar en cualquiera de los sectores sin que a éste, le sea posible, como no sea en virtud de un espionaje muy difícil de organizar en esas circunstancias saber las intenciones y las posibilidades del ejército defensor.
En estos términos, el problema de la defensa de Bilbao, a su juicio solicitó que el mando expusiera su opinión, puesto que las decisiones de Gobierno relacionadas con la suerte de Bilbao tenían que descansar en una apreciación exacta de ese problema defensivo.
Hicieron uso de la palabra el Sr. Jefe de Estado Mayor y el Sr. General Jefe del Ejército de Euzkadi, quienes se manifestaron sustancialmente de acuerdo con todos los puntos de vista señalados por el Sr. Leizaola, reconociendo que la situación militar actual de Bilbao es muy crítica y dificilísima por la evidente inferioridad de material y la escasez de reservas, así como agotamiento de los batallones, que vienen luchando a repliegue desde hace dos meses y medio. Que si se completa con éxito la operación iniciada ayer por el enemigo para dominar las cresterías de la parte sur de Bilbao, la defensa es militarmente imposible, no cabiendo más opción que la de
morir.
Preguntando el mando militar sobre la conveniencia que para los fines ulteriores de la guerra puede representar el que muera el ejército en esta defensa imposible de Bilbao, o de rescatar la parte posible de ejército para trasladarlo a defender otras líneas que pudiera establecerse a retaguardia de Bilbao, el mando ha entendido, que agotando la posibilidad de resistencia, interesa fundamentalmente la recuperación de este ejército para la defensa de otras líneas y otras posibles acciones combativas si se alteraron los recursos de que actualmente se dispone.
Examinada la necesidad de las destrucciones que imponga la defensa de Bilbao, expuesto al criterio del Gobierno de que deben limitarse a lo militarmente razonable, el mando se ha hecho cargo del deseo significado por el Gobierno, de que las destrucciones no deben exceder de lo que reclamen las exigencias de la lucha, ya que el aniquilamiento total de la industria y de la edificación sería organizar el hambre para el momento de la victoria.
Después de examinadas otras cuestiones menos transcendentes aunque relacionadas todas con la mayor resistencia posible que se pueda oponer al enemigo, y señalándose que la reconquista de Santo Domingo, Monte Abril y Santa Marina, y el evitar la conquista por parte del enemigo de las posiciones de Arlotegui, Pagasarri y demás de la línea izquierda del Nervión deben ser objeto, de los mayores sacrificios, se levantó la reunión, extendiéndose la presente acta-informe, que firman por duplicado los excelentísimos señores Presidente del Gobierno de Euzkadi y General Jefe del Ejército de Euzkadi.
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