Jose Juan González de Txabarri fue diputado en Madrid once años. Fue asimismo miembro de la Mesa del Congreso bajo la presidencia de Federico Trillo. Convivimos juntos todo ese período de tiempo. De allí fue elegido Diputado General de Gipuzkoa. Hace tres años y medio que no hablaba en público, desde que dejó el cargo. La noticia relevante no era pues el libro sino que Txabarri rompía su mutismo. Habló demasiado de mí, para mi gusto, aunque agradecí lo que dijo, pero también le dije que seguía sin saber de verdad si había leído o no el libro. El caso es que preparó su intervención que simultaneó el euskera con el castellano. Esta fue:
Iñaki Anasagastiren “Extraños en Madrid” liburua irakurri ondorengo gogoeta zuen aurrean plazaratzea eskatu didate. Zinez, ez da egiteko erraza. Liburua ur sakonetan idatzitakoa baita. Begira liburuaren izenburuari. Nola eman euzkaraz?. “Arrotzak Madrilen” Arrotzak?. Bistan da Anasagastik “frikiak” esan nahi duela, baina senatoreari dagokion seriotasunari eutsi nahi eta, ez duela hain urrutira Joan nahi izaterik izan. Izan ere, Iñaki Anasagasti ezagutzen dugunontzat nekeza baita sinestea Iñakik bere burua arrotz sentitzen duenik Madrilen, bere bizitzako helduaroko urterik emankorrenak, Gortean indarrean eman dituenean.
Liburuaren izenburuari arretaz erreparatzen badiozue, aisa ohartuko zarete tituluak ez daramala titularrik. Izenburuak ez duela sujeturik, alegia. Bestela esan, egileak ez digula azaltzen nork sentitzen duen bere burua arrotz Madrileko plazan, ezta ere zergatik kokatzen dituen frikikeriok.
Madrilen, liburua ekarritako gertaera eta pasadizo gehienak gortean gortesanoen artean egosten direnean.
Sostienen los que sientan cátedra sobre metodología del trabajo científico o sobre crítica literaria que poner título a una obra es el ejercicio de cierre del autor para con su obra, es decir que escrita la obra, cuando se culmina la redacción de un trabajo se está en condiciones de bautizarlo con el título apropiado. Bertsolariek ere bertsoak antzera eratzen dituztela esan izan ohi dute: bertso-bukaera zein izango den erabaki eta jarraian behetik gora landu bertsoa.
Es un título sugerente, abierto, que abre el apetito, que engancha, que activa el gusanillo de la curiosidad. Será que Anasagati es visto en Madrid como un personaje extraño o que es Anasagasti el que se siente extraño en Madrid. Abramos pues las tapas para adentrarnos en ese mundo parlamentario que tiene su grandeza, misterio y magia, por un lado, y su servilismo y miseria, por otro.
Anasagasti se presenta como portavoz del discurso de un grupo parlamentario, el vasco, que siendo en origen el grupo del PNV, antepone sus posiciones de país a las específica y legítimamente partidarias. Consta que es una opción, un posicionamiento, heterodoxo. Lo políticamente correcto estriba en sostener y fijar las posiciones de partido. Es lo habitual, lo que se lleva. Elevar el discurso extraña y choca con la praxis de los portavoces de la mayoría de los grupos parlamentarios.
Que el Estado español es una realidad plurinacional, pluricultural y plurilingüe es para Iñaki Anasagasti una obviedad. Aprendió en el exilio que Euzkadi es una nación, Euskotarren Aberria Euzkadi dela. La Corte se aferra, sin embargo, como un clavo ardiendo, a sus postulados unidimensionales: una nación única, una sola cultura, no hay más lengua que la española, el castellano de toda la vida. El domuit vascones pervive aún en la mente de políticos con altas responsabilidades de Estado, con convicciones propias tan profundas, como empeño y constancia para tratar de imponer sus planteamientos políticos. Y los discursos chocan y uno se siente extraño o notas que los demás te sienten extraño. Y terminas no extrañándoles, en la acepción I don’t miss you!.
Zehatz eta arin astintzen ditu Anasagastik era bateko zein besteko eztabaidak. Elefante handiaren memoria izateaz gainera, ederki ikasi du internet baliatzen. Aise iristen da hórrela parlamentuko agiri eta aldizkarietara eta maisutasunez azaltzen eztabaida guzti hauen giltza eta gakoak.
Anasagasti se muestra francamente hastiado de análisis llenos de tópicos en torno al nacionalismo, en general, y al vasco, en particular. Y planta cara, da la batalla. Se erige en portavoz de un discurso nacionalista vasco, democrático y humanista. Con visión de país y conocimiento privilegiado de las posibilidades de la acción. Nunca ha creído ni en la revolución ni en los revolucionarios, ha desconfiado de los radicalismos y más de los radicalistas. Y se siente extraño. Los discursos de Anasagasti extrañan, a propios y extraños.
Ez da harritzekoa. Anasagastiti berez-berez darion diskurtsoak ez baitu nork erosi Madrileko Gortean. Antzera gertatu zitzaion uda batez Madrilen izan zen poeta frantziskotarrari. Dena arrotz.
Anasagastik ere poeta bat darama bere baitan, hitza hartu eta diskurtsoa euskal erara zizeltzen dakien poeta.
El discurso de Anasagasti extraña además por presentar con naturalidad un modelo social de corte demócrata-cristiano o social-cristiano, atípico en parlamentos bipartidistas que predican que las ideologías se han superado, que ya no existen izquierdas y derechas, que lo que impera es lo políticamente correcto donde se aplica la única política económica posible, donde prima la seguridad sobre la libertad. Y en consecuencia, un discurso caracterizado por la transversalidad, por la competitividad conjugada con la solidaridad, con la defensa de valores cívicos y humanos que no hay razón de Estado que tape y anule, extraña, extraña y extraña.
Anasagasti es un personaje polifacético, poliédrico donde conviven el político, el historiador y el periodista. El político domina la jugada. El historiador sufre en conciencia y el periodista aflora en sus discursos y escritos. Pocos políticos en activo encarnan como Anasagasti la pasión por la política del día a día, marcando terreno y fijando posición, el conocimiento riguroso del hilo de la historia de la importancia del saber de dónde venimos para saber a dónde vamos y la necesidad vital de comunicar, de llegar, de tocar la fibra, intelectual y emocional de los ciudadanos a los que representa.
Como periodista disfruta escribiendo. Escribe crónicas, artículos, discursos, notas para debates. Sin negros. Si uno lee sus textos en voz alta, se le escucha a Anasagasti. Escribe como habla para disfrute y solaz del lector ávido de ritmo en la narración, deseoso de saber cuál es la posición que defiende y sostiene el portavoz del Grupo Vasco.
Es un periodismo de negrillas. Le encantan las negrillas. Subrayar con claridad quién es el autor de la frase, con quien mantuvo el debate, resaltar el nombre y los apellidos de su adversario. Es un periodismo de negrillas que indirectamente, sin que apenas se note, va haciendo excelentes retratos de sus personajes preferidos. Tiene amigos a los que mima y redondea, adversarios a los que saca punta, afila y enfila y determinados compañeros a los que obsequia con el ninguneo más elegante.
Horregatik, erraz eta eserialdi batean irakurriko duzu Anasagastiren azken liburu hau. Erakargarria baita. Eguneroko politikagintzan oso ohizkoak diren politiko asko eta askoren beste aurpegi bat ikusteko aukera izango duzu. Anasagastik iturrietara jo du.
Ez du saltzen erositako prezioan. Lekuko izan dituen eztabaidak bere horretan eramaten ditu liburura politikarion esan-eginak bere horretan emanez. Harritzekoa da.
Anasagasti está profundamente convencido de que la política consiste básicamente en relaciones personales. De que la relación interpersonal es la clave del éxito en la acción política. Y aunque su discurso nacionalista y el modelo social que preconiza extrañan, es un maestro de la empatía y de la relación interpersonal donde lima sobremanera sus aristas y el león que ruge en muchos de sus discursos deja paso a un diplomático de corte british porque sabe que en la vida cotidiana las formas son el fondo.
Liburua irakurri ondoren, azaltzen diren persona guztien arteko soziograma egiteko aukera baduzue, saia. Merezi du eta. Nor norekin nola konpontzen den eta zergatik. Nondik nora dabilen harremanen haría eta segurunera gertaeren giltzak eskurago izango dituzue.
Entzundakoak entzun ondoren oraindik norbait harrituta badago, bere harriduratik ateratzeko egin biezazkio galdera desharrigarriak Iñaki Anasagasti liburu-egileari. Eskerrik asko!.
"Anasagasti se presenta como portavoz ...que antepone sus posiciones de país a las específica y legítimamente partidarias..." Y, digo yo, ¿quien le ha dado la representación de país alguno?
"Se erige en portavoz de un discurso...humanista" No. No es humanista quien, permanentemente en su discurso (por muy critico que pueda ser, bien con la casa Real, con el PP o con el susn corda) utiliza constantemente el descalificativo y el insulto.
"Es un periodismo de negrillas. Le encantan las negrillas". Bien, eso puede ser por dos cosas:
-por que su argumentación no sea lo suficientemente sólida que deba resaltarla
-porque crea que su auditorio es no sabe llegar al quid de la cuestion y lo tiene que "guiar" a través de esas negrillas.
Por lo demás, seguro que tiene tambien grandes virtudes
Publicado por: Antxon Gaztelu | 01/23/2011 en 04:52 p.m.