Reconozco señora ministra que su respuesta me sorprendió por la dureza de la misma en relación con los saharauis porque yo no solo le hablaba del acuerdo sino del oscurantismo de la negociación, porque se incumplía la legalidad internacional pues Naciones Unidas no reconoce la soberanía de Marruecos sobre el Sahara y sus aguas y sin embargo ustedes están negociando de espaldas a los intereses saharauis a los que tienen obligación de consultar y no lo hacen y queremos saber si se llega a un acuerdo o a su prórroga de qué manera se beneficiarían los saharauis y si el acuerdo está en línea con sus propios intereses.
Su respuesta es la clásica respuesta que solo tiene un móvil: el fin justifica los medios. Y los medios es conculcar la legalidad internacional, en lugar de tratar de lograr presionar a Francia, a la Unión Europea y a los Estados Unidos para que se cumplan las resoluciones de las Naciones Unidas y si no se logra, tratar de negociar no solo defendiendo intereses españoles que eso está muy bien, sino intereses del pueblo saharaui del que usted era firme defensora. Mucho más con un gobierno marroquí seriamente cuestionado y en la calle sus ciudadanos pidiendo libertad, democracia, separación de poderes, elecciones libres y libertad de expresión.
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