Felipe González y Miquel Roca publican sus conversaciones de tres días en un libro
Felipe González y Miquel Roca se reunieron durante tres días, prácticamente en su totalidad, para hablar delante del periodista Lluis Bassets con una idea que parece eterna: el encaje de Cataluña en España, la crisis permanente en sus relaciones, profundizada por la sentencia sobre el Estatut del Constitucional. Pero también hablan de la crisis económica o de la crisis del proyecto europeo. Estos dos personajes, fuera ya del día a día político, liberados de las ataduras que impone tener que tomar decisiones que repercuten en la vida de todos, hablan sin mordaza. El resultado es un libro, “¿Aún podemos entendernos?”, que va a publicar Planeta en los próximos días.
La libertad con la que hablan los dos personajes permite que se lean en este libro reflexiones como ésta de Roca: “nunca Cataluña ha tenido tan alto grado de autogobierno, pero nunca tampoco, al menos en las últimas décadas, ha habido tanta insatisfacción”. Un hecho que el viejo dirigente de Convergencia enlaza, en buena medida, con “la deslealtad del PP al recurrir aquello que ellos mismos han propuesto y han aprobado para el Estatuto de Andalucía, el balear o el de Valencia”. Que el PP recogiera firmas por las calles contra el Estatut al mismo tiempo que aprobaba esos otros estatutos autonómicos recibe la calificación de Roca de “acto de imprudencia e irresponsabilidad sin límites”.
Se está cuestionando toda la construcción autonómica
Sobre el revisionismo con ha comenzado a contemplarse el estado de las autonomías, por su parte Felipe González, apunta que “(es) asomarse al precipicio del desentendimiento colectivo”. El expresidente considera que fuera de Cataluña en España el efecto de la sentencia del Constitucional es “nula… aunque otra cosa es el ruido mediático”.
Y es que González piensa que en el enconamiento de muchos problemas, como este identitario, no debiera producirse si no fuera por los “jefes de esas tribus mediáticas que buscan la polarización y el enfrentamiento”. Tribus que han crecido cuantitativa y cualitativamente: “los de entonces (los de la Transición) ahora resultarían moderados si se comparan con los golfos que han aparecido después”.
Los políticos y la clase política
En las páginas de este libro González y Roca también abordan a la actual clase política. El antiguo líder convergente apunta la falta de relevo: “si es este momento, después del relevo generacional que representa Zapatero, la esperanza es que vuelva Rubalcaba, pues ya está todo dicho”. Mientras el expresidente busca separar a los políticos de los que viven de la política: “quien sólo sirve para ser alcalde o diputado –dice González-, lo más probable es que tampoco sirva para eso”, y concluye apuntando cómo hay quienes viven para la política y quienes viven de la política, y cómo estos últimos acaban anteponiendo su propia supervivencia a los intereses de todos.
También se recogen en el libro sus reflexiones sobre otros asuntos de actualidad, como por ejemplo el debate nuclear en el que González piensa que “la energía nuclear debe estar en el mix energético futuro”; u otros como el debate sobre Europa, cuya construcción ambos defienden: “España tiene que ser mucho más europeísta de lo que es en este momento”, dice Roca, mientras el expresidente González apunta cómo España debe trabajar en 3 factores para homologarse definitivamente a las principales naciones del continente: modificar las relaciones industriales, reformar el sistema de pensiones y la formación y preparación del capital humano. Por cierto, González apunta su convencimiento de que debe ligarse una parte del salario a la productividad, así como que resulta inevitable que en los próximos 25 años la edad de jubilación se sitúe en los 70 años.
F.M.
Senador
Que cómodo es proponer, como Ud hace, temas de, más o menos, actualidad en boca o artículos de otros...
vale
pues, a tenor de lo que aquí nos trae a colación, ¿podría Ud contestarnos a las siguientes preguntas?:
¿Que opina Ud de que “quien sólo sirve para ser alcalde o diputado lo más probable es que tampoco sirva para eso”? supongo que a Ud le afecta ya que, salvo estar equivocado, Ud. lleva 25 años en la "cosa pública"
¿Y del siguiente parrafo? "hay quienes viven de la política, y ... acaban anteponiendo su propia supervivencia a los intereses de todos"...
¿Qué opina Ud de la energía nuclear? ¿debe estar en el mix energético futuro o no? ¿Cual fue el posicionamiento del PNV respecto a Deva o Lemoniz?
¿Debe ligarse una parte del salario a la productividad?
¿Debe situarse la edad de jubilación en los 70 años?
Bueno, no le aburro más...
Si se quiere dignar a responder; bien... y si no; también
Atentamente
Publicado por: Antxon Gaztelu | 03/29/2011 en 10:35 p.m.
España no tiene el deber de entenderse con Cataluña. Vamos a a ver, Cataluña es una parte de España, y no al revés ni alrededor. Ni boca-bajo. Se debería entender el texto como: el entendimiento entre políticos de Cataluña y de la capital, Madrid.
La deslealtad existe entre los políticos del PSOE y los terroristas ETA, que cuando no están tomándose copas en el bar Faisán están manteniendo negociaciones y pactos de no-agresión. Sortu no se ha legalizado gracias al PSOE, sino gracias a jueces lúcidos, los mismos que desterraron a Garzón jeje. Bravo.
CJota.
Publicado por: Christian Johansen | 03/30/2011 en 01:35 p.m.