Lo llamaron Comité de No Intervención, pero no sirvió de nada. Alemania e Italia ayudaron a los militares sublevados el 18 de julio de 1936. Francia e Inglaterra utilizaron la misma palangana para lavarse las manos que había utilizado Poncio Pilatos. Y terminó aquella guerra así como la mundial y los perdedores de la del 36 pensaron que en España iba a ocurrir algo parecido a lo sucedido en Alemania, juicio de Nuremberg incluido. Pero no fue así. Solo se logró en 1946 la retirada de los embajadores, con protesta de Franco en la Plaza de Oriente diciendo que "si ellos tenían UNO (ONU), Franco tenía dos", casi, casi como Gadafi. Pero vino la guerra fría y a Occidente le interesó que el flanco sur de Europa estuviera a resguardo, con un gendarme necesario, a que España fuera un país democrático.
El fin justificaba los medios, y la dictadura duró hasta el fallecimiento del general en la cama. Y no le importó al presidente Eisenhower visitarle en Madrid en 1959, ni a De Gaulle hacerlo en 1973. Lógicamente todo esto irritaba y desanimaba a la oposición democrática que había creído en los aliados y sus valores y se veía de esa manera traicionada. Típico. No sabemos lo que hubiera durado aquella dictadura con internet y las redes sociales. Sillicon Valley por encima de la Brunete.
El caso es que lo que no quisimos se nos hiciera a nosotros se ha hecho por parte de todos los gobiernos españoles y europeos con todos los sátrapas del mediterráneo los últimos treinta años. Pero como esto debe ser muy duro de reconocer, José Luis Rodríguez Zapatero se fue a las Naciones Unidas y en su Asamblea General en el año 2004 sacó de la chistera una especie de bálsamo de Fierabrás para tranquilizar conciencias a la que denominó, junto con el primer ministro turco Erdogan, “Alianza de Civilizaciones” que planteaba una alianza entre Occidente y el mundo árabe y musulmán con objeto de combatir el terrorismo internacional por otro camino que no fuera el militar. El “éxito”, siete años después lo estamos viendo ahora: dejamos bases y prestamos tropas, aviones, buques y un portaaviones para combatir en Libia tras haberle hecho a su dictador toda clase de arrumakos.
Y es que Zapatero me recuerda en su manera de hacer política a Cristóbal Colón que cuando salió no sabía dónde iba, cuando llegó no sabía dónde estaba, cuando volvió no sabía de dónde volvía y además lo hizo con el dinero de los demás. Eso sí. No ha dejado de reivindicar a todas horas que lo suyo es la defensa de los derechos humanos que como se sabe son universales y se aprobaron en París en 1948 y cuyo artículo primero dice: "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros". No sé pues como con éste enunciado tan claro y tan requete firmado por todos hace falta ninguna “Alianza de Civilizaciones”, salvo por la absurda creencia que los países árabes están poblados por seres humanos incapaces de vivir en democracia. Solo Israel, en el medio Oriente, es para algunos la única democracia. Los demás solo siguen a caudillos. Y de esa forma tan simple se da por hecho que los árabes estaban descontados para la causa.
Pero la sorpresa ha surgido cuando sin haber un pronunciamiento claro de antiamericanismo ni de antiisraelismo la gente joven y la no tan joven de esos países se han puesto a gritar en las calles que prefieren la ley, a la fuerza, la democracia a la dictadura, la libertad frente a la opresión y sobre todo una equitativa distribución de la riqueza, casi casi como aquí cuando se gritaba en la calle “Libertad, Amnistía y Estatuto de Autonomía".
Sin embargo la política española estos años ha sido que las fuerzas políticas y sociales autóctonas debían ser los que dirigieran sus procesos internos de reforma revelando una falsa neutralidad. Y esa política farisaica se ha encubierto con la doctrina Estrada de la no injerencia, mientras se cantaban loas a la defensa de los derechos humanos en actos vacíos llenos de hipocresía y muchos aplausos.
Cerrar los ojos, como se han cerrado ante la falta de democracia y la violación de los derechos humanos no ha sido mantener una posición neutral sino apoyar al dictador que reprime a su pueblo.
Y es que España se ha llevado muy bien con los autócratas de la región para proteger sus intereses económicos y cortar la posible llegada de inmigrantes y evitar amenazas contra la seguridad, corno bien ha denunciado Rosa Echague. Pero los acontecimientos actuales han demostrado la inutilidad e imprudencia de esa política. Porque a pesar de lo que se ha europeizado la política, exterior española sigue centrada en sus intereses de estado sin terminar de definir sus objetivos estratégicos generales y sus prioridades de política exterior más allá de sus necesidades comerciales.
Una política valiente debería incluir la defensa de principios de democracia y no solo en base de poner en marcha iniciativas desteñidas que ayuden a tranquilizar conciencias como la “Alianza de Civilizaciones”. Es posible que la colaboración con los dictadores sirva para proteger a corto plazo los intereses comerciales y de seguridad, pero a la hora de la verdad y como se ha demostrado, solo ofrecen una estabilidad engañosa.
No sé si tras esta errática política alguien en Moncloa y en Santa Cruz ha aprendido algo. Me da que no. He visto que en estos palacios la fórmula que se propicia es la de explicar la transición española de reforma, sin ruptura. Una cataplasma, en lugar de un cambio total de registro. Pan para hoy y hambre para mañana. Una Alianza de Civilizaciones para no trabajar de verdad, en el artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20110329/opinion/tranquilidad-gendarme-necesario-20110329.html
Cualquier vasco que no sea un traidor ha de considerar a sus Estados vecinos, implicaod históricamente hasta la cachas en los asuntos internos vascos y en su devenir -me refiero a Espana, a Francia y a Inglaterra- como objeto ante todo de INTERÉS, independientemente de nuestras cerradas y lógicas relaciones económicas y sociales.
Francia, Inglaterra y Espana se han constituído en enemigos de los intereses vascos históricamente -Espana y Francia de modo discontinuo, pero desde hace 200 annos de modo definitivo-, y por tanto es una alta traición que desde Euskadi se apoye a estos tres enemigos declarados en sus intereses in el magnífico golfo de Sirte.
Lo que el PNV está haciendo, apoyando lo que va adevenir en una nueva intervención criminal de la Direction Générale de la Sécurité Extérieure y de la propia CIA -como ya nos están filtrando los media serios (no miréis en DEIA, Gaceta de Ávila, porque hoy nos habla de un robo de cupones de la ONCE), desde lo que se supone que era una decisión de la ONU "para proteger civiles" mediante una zona de exclusión aérea, es un paso cualitativo del PNV en su degeneración ideológica y de acción política.
Publicado por: Donatien Martinez-Labegerie | 03/31/2011 en 09:20 a.m.
Satrapas, Autocratas y Dictadores, como los querais llamar. El echo es de que el mundo arabe en general esta atrasado 500 años en el reloj sociologico mundial y es asi que no se puede encontrar una democracia de calidad media desde Marruecos hasta Iran. Los que abundan son despotas criminales como Assad, Hussein, Gadafy y una lista de menos malos en Yemen, Egipto,Argelia, Marruecos, Iran, Saudia, Barhein etc. El incendio que arrasa actualmente a estos paises es algo necesario para la actualizacion de estos pueblos acercandolos mas a la modernidad y a una civilidad de minimos.
Publicado por: Cangorileiro | 03/31/2011 en 07:42 p.m.
El único vasco traidor es aquel que se afilia a Batasuna, Eta, Sortu u otras organizaciones de cobardes.
En España pueden hacer su agosto los radicales, crear y deshacer partidos, reunirse con el PSOE en bares, etc. En Francia todo esto está prohibido. En Francia el euskera NO ESTÁ reconocido como lengua, y muchos menos está reconocido el país vasco francés. Y luego os quejáis de España. Venga ya, si aquí es el paraíso de la libertad.
Sr. Anasagasti, lo de Eisenhower es una anécdota divertida. Él y su colega el Generalísimo fueron de picnic en un coche que Adolf Hitler le había regalado a Paco. El famoso Mercedes G4, propiedad de Juanca el Rey. Está en El Pardo, se puede visitar. Me lo pidooooooooooo!!!
CJota.
Publicado por: Christian Johansen | 03/31/2011 en 10:38 p.m.
Debemos aceptar que todas las grandes empresas buscaran los entornos políticos que les favorezcan, o bien gendarmes que les garanticen su adecuada operación en la zona que ocupan, sean estos de colores rojos, blancos o azules. Y desafortunadamente algunos de estos países, en conflicto o están asentados sobre recursos naturales muy importantes o bien están en una posición geográfica estratégica para los intereses de grande empresas y países.
Publicado por: Rodolfo J.F. Verástegui Arredondo | 06/27/2017 en 09:05 p.m.
EL problema generacional en la juventud es un tema constante y/frecuente, y que desde luego, mucho depende de incular valores a los jóvenes del presente para tener un futuro más sano.
Publicado por: RUBÉN DARÍO MERCHANT UBALDO | 11/16/2017 en 05:58 p.m.
Es evidente que toda nuestra historia esta plagada de intereses político-económicos prevalecientes sobre la búsqueda del verdadero bienestar de la sociedades.
Esta tendencia ha favorecido la indiferencia social y ha incrementado las desigualdades, creando un clima de insatisfacción y violencia así como el deterioro progresivo de nuestros niveles de felicidad.
Publicado por: Horacio Olguín Juárez | 09/02/2019 en 04:06 a.m.