Hace algún tiempo se especulaba sobre el momento en el que terminó la llamada Transición española de la dictadura a la democracia. Para unos fue el 15 de junio de 1977, fecha de cuando se realizaron las primeras elecciones legislativas tras la larga dictadura. Para otros lo fue cuando el intento de golpe de estado del 23-F de 1981 no prosperó y de alguna manera conjuró los continuos intentos golpistas que se producían bajo el nombre de “ruido de sables". Para otros, en octubre de 1982, cuando el partido socialista ganó las elecciones y se produjo la alternancia entre un partido de centro derecha por uno de centro izquierda y, para los más europeístas, cuando España, junto a Portugal, fueron admitidas en la Unión Europea en 1986.
Sin embargo para mí, la transición no habrá terminado de verdad, hasta el día en el que llegue la Tercera República, habida cuenta que la segunda llegó de la mano del voto popular y fue liquidada por el fascismo internacional y por unos militares golpistas, el 18 de julio de 1936, habiendo dejado como herencia y muestra de que ese régimen seguía "atado y bien atado" la figura del jefe del estado actual designado por el dictador "sucesor a título de rey". Mientras esto no se produzca, seguiremos en las mismas y desconociendo una parte fundamental de nuestra historia reciente.
De ahí que desee iniciar esta reflexión haciéndonos presentes en el Congreso de los Diputados en noviembre de 1931. El 14 de abril de aquel año se habían producido unas elecciones municipales que habían hecho que España se acostara monárquica y se levantara republicana en frase del almirante Aznar. Y como consecuencia de aquello, el rey Alfonso XIII tuvo que tomar el portante y marcharse al exilio, desde donde no dejó de conspirar y tratar de volver como rey. Pero, tras las elecciones legislativas de junio de aquel año, quedaba pendiente que hacer con aquella supuesta legitimidad. Y los representantes públicos elegidos democráticamente quisieron dejar las cosas muy claras y, en memorable sesión parlamentaria, prescindieron de la monarquía y le pidieron al rey y a sus sucesores no volvieran al país y devolvieran todo lo robado.
LA ACUSACIÓN A ALFONSO XIII
Y para que quede claro el acuerdo parlamentario aprobado en aquella misma Cámara y bajo presidencia del socialista Besteiro, he aquí el texto de acusación que era muy contundente. Decía así:
“Texto definitivo que aprobaron las Cortes por mayoría absoluta pasadas las 3,30 de la madrugada entre el día 19 y 20 de noviembre de 1931.
“Las Cortes Constituyentes declaran culpable de alta traición, como fórmula jurídica que resume todos los delitos del acta acusatoria, al que fue rey de España, quien, ejercitando los poderes de su Magistratura contra la Constitución del Estado, ha cometido la más criminal violación del orden jurídico del país; en su consecuencia, el Tribunal soberano de la nación declara solemnemente fuera de la ley a Don Alfonso de Borbón Habsburgo y Lorena. Privado de la paz pública, cualquier ciudadano español podrá aprehender su persona si penetrase en territorio nacional.
“Don Alfonso de Borbón será degradado de todas las dignidades, derechos y títulos, que no podrá ostentar legalmente ni dentro ni fuera de España, de los cuales el pueblo español, por boca de sus representantes elegidos para votar las nuevas normas del Estado, le declaran decaído, sin que pueda reivindicarlos jamás para él ni para sus sucesores.
“De todos los bienes, acciones y derechos de su propiedad que se encuentren en territorio nacional se incautará en su beneficio el Estado, que dispondrá del uso más conveniente que deba dárseles.
“Esta sentencia, que aprueban las Cortes soberanas Constituyentes, después de sancionada por el Gobierno provisional de la República, será impresa y fijada en todos los Ayuntamientos de España y comunicada a los representantes diplomáticos de todos los países, así como a la Sociedad de Naciones”.
La designación de Juan Carlos como Príncipe de España en 1969, y no Príncipe de Asturias, resaltaba hasta qué punto la Ley de Sucesión rompía con la continuidad y la legitimidad de la dinastía Borbón. La nueva Monarquía iba a ser la de Franco y solamente la de Franco. Pero rompía algo más. Aquel acuerdo democrático de noviembre de 1931.
Como se ve, el acta acusatoria contra Alfonso XIII dice de forma clara y tajante que este Borbón no podría reivindicar ningún derecho ni para él ni para sus descendientes o sucesores.
Sin embargo, en esta España anestesiada, vemos un día sí y otro también, cómo la pareja formada por Felipe de Borbón y Letizia Ortiz son noticia por una cosa o por otra. Por inaugurar un Instituto Cervantes en el mundo, sin hacer alusión nunca a las lenguas cooficiales, por inaugurar un curso de lo que sea leyendo un discurso que nadie sabe a quién representa, por asistir a la toma de posesión de un presidente iberoamericano, sin que nadie pueda controlar parlamentariamente de lo que se habla en estas reuniones ni por qué un señor, por el mero hecho de ser hijo de su padre, merezca tales honores, o bien por sus vacaciones o por los acontecimientos familiares, el caso es que a ésta pareja la tenemos ya hasta en la sopa. Y no solo a ellos, sino a sus hijas que curiosamente no tienen la protección de los demás niños españoles a los que se les tapa la cara en los boletines informativos. Aquí quieren que les conozcamos y lo vayamos haciendo poco a poco arte de nuestro paisaje emocional. Y todo esto pagado con dinero público, como es el caso de los Premios Príncipe de Asturias, y sobre todo no queriendo cambiar la Constitución española en su aberrante artículo en el que se le da la primacía al varón sobre la mujer no vaya a ser que en el referéndum que obliga a éste cambio, se produzca alguna sorpresa por parte de unas nuevas generaciones que podrían hacer con su voto, lo que no se les permitió a sus padres en 1978 cuando se aprobó la Constitución, cuando sin referéndum expreso alguno se aprobó que España era la monarquía que había dejado el general Franco de herencia.
Spain pais de segunda B. Caracter con los debiles (vascos, catalanes, libios) y debil y servil con los fuertes (Francia, USA, UK, Rusia).
Publicado por: Enrique III de Nabarra | 03/19/2011 en 02:34 p.m.
felipe y leticia son como la Belen Esteban pero en pijo-patriotico. Lamentamblemente el nivel cultural espanol no da para mas...
Publicado por: takolo3 | 03/19/2011 en 07:17 p.m.
Qué atado y bien atado dejó este miserable su exilio al otro mundo... Será difícil que ese país llamado España se sacuda el mito faraónico de su regidor con tanto pelota interesado orbitando en torno al poder. Nosotros, a lo nuestro : la constitución reconoce y ampara nuestros derechos históricos; persigamos la consulta y decidamos libremente nuestra adhesión a un proyecto que nos reconozca, basado en el respeto mutuo.
Publicado por: Enrique López | 03/19/2011 en 09:36 p.m.