El Estatut de 1979, cuyo refrendo por el pueblo catalán cumplió 32 años, se gestó en unas circunstancias políticas, económicas y sociales que tuvieron que superar quienes trabajaron en aquel proyecto. Su vigencia durante un cuarto de siglo bien puede calificarse de histórica por muchas razones.
La dictadura había muerto con Franco, en 1975, aunque los intentos de perpetuación del franquismo en el poder político, militar, judicial, policial, empresarial y sindical, duraron, como mínimo, hasta el último intento de golpe de Estado, en 1981. La crisis económica de 1973 se presentó en España con retraso y golpeó con dureza, sobre todo, a Catalunya. Entre 1973 y 1980, la economía catalana pasó de significar el 22,2% del PIB estatal al 18,2%. Situación agravada por el brutal descenso de la inversión gubernamental en Catalunya, que si en 1975 era del 11,9% del total estatal, en 1982 había caído al 5,3%. En 1983, Catalunya era la comunidad con el paro más alto, el 21,9%.
Por otra parte, junto al terrorismo de ETA, que en aquellos primeros años de la transición había multiplicado sus acciones y asesinatos, emergía el de grupos de oscura procedencia como el Grapo, o los de la ultraderecha, presente en atentados como los de El Papus o en asesinatos como los de Montejurra, en mayo de 1976, y la matanza de abogados en la calle Atocha en enero de 1977.
En aquellas condiciones, escribe el historiador Antoni Segura, dictadura se identificaba con Estado centralista y democracia con autonomía. Tras las primeras elecciones democráticas, en junio de 1977, el presidente del Gobierno, Adolfo Suarez, negociaba con Josep Tarradellas su retorno a Catalunya y se empezaba a redactar la Constitución. En Catalunya, la presión de la izquierda y del nacionalismo culminó en la manifestación de la Diada de 1977, con un millón de personas.
En 1978, tras filtrarse el proyecto de Constitución, los diputados catalanes decidieron iniciar el estudio del Estatut, para lo que fue elegida la Comissió dels Vint, cuyo peso político correspondió a Miquel Roca Junyent (CiU), Jordi Solé Tura (PSUC) y Eduardo Martín Toval (PSC). Los tres, según el historiador Andreu Mayayo, "formaron la troica negociadora y redactora, en paralelo con el título VII de la Constitución".
Miquel Roca Junyent, que dirige ahora un prestigioso despacho de abogados, recuerda que el espíritu de los redactores del Estatuto "era el de la recuperación de la libertad". "Queríamos construir un futuro de autogobierno para Catalunya que, fiel a su historia y en el marco de la Constitución de 1978, sentara las bases para un futuro estable en libertad y progreso. Por una razón u otra, esta voluntad siempre había fracasado hasta aquel momento. En 1979 queríamos romper con este bagaje negativo, íbamos a construir futuro y lo conseguimos. Estos 25 años lo demuestran".
El profesor Jordi Solé Tura, fallecido hace poco, recordaba los trabajos que compaginaba en Madrid y en Barcelona sobre la Constitución y el Estatut. "En un momento dado nos planteamos si lo que hacíamos en Madrid podía servir para el Estatut y si lo que preparábamos en Barcelona podía mejorar el texto constitucional. Diría que el ánimo con que enfrentamos el Estatut nos sirvió para explicarnos en España. Tuvimos que hacerlo no sólo en Madrid, sino también en Galicia, Andalucía y Valencia".
Para Eduardo Martín Toval, consejero de la embajada española en Marruecos, el objetivo de la comisión fue "alcanzar el máximo nivel competencial para Catalunya y redacciones razonablemente satisfactorias sobre determinadas cuestiones particularmente sensibles para los ciudadanos catalanes". Cita la lengua, la cultura y la educación; la reordenación del territorio; una eficaz y democrática ordenación de las instituciones públicas de Catalunya, el fortalecimiento municipal y el sistema de financiación.
La Comissió dels Vint inició los trabajos de redacción del Estatut en agosto de 1978, pero fue entre los días 12 y 15 de septiembre cuando se encerró en el parador de Sau para dar un impulso al redactado de lo que se conoce como el Estatut de Sau. El sistema de trabajo consistía en que cada portavoz de partido exponía su punto de vista. Después se abría un debate y finalmente se redactaba el texto apoyado por la mayoría.
Los primeros días de noviembre de 1978 y tras conocerse el texto definitivo de la Constitución, el anteproyecto de Estatut era entregado al presidente Tarradellas, que siempre mostró serias reticencias a la forma y al contenido del nuevo Estatut, La Assemblea de Parlamentaris de Catalunya aprobó finalmente el proyecto el 29 de diciembre, con 58 votos a favor, ninguno en contra y la abstención del senador Xirinacs. A medianoche de aquel mismo día, poco antes de que se cerrara el plazo de admisión por la inmediata disolución de las Cortes, era depositado en Madrid el proyecto de Estatut. Fue aquel un día de muchos nervios culminados con el solemne y emocionado anuncio del presidente de la comisión, Josep Andreu i Abelló, de que el texto sería inmediatamente entregado "a las Cortes de la República".
La tramitación en el Congreso de los Diputados tuvo que esperar a las elecciones legislativas de marzo de 1979 y la formación del nuevo gobierno. El 20 de julio se reunía por vez primera la ponencia constitucional para debatir el proyecto. Después de agotadoras sesiones en el palacio de Semillas de la Moncloa, el 13 de agosto de 1979 la comisión constitucional del Congreso emitió su dictamen positivo con el voto en contra de Blas Pinar y la abstención de Rojas Marcos y Heribert Barrera. El 25 de octubre de 1979, hace 32 años, el texto era refrendado por los catalanes con el 88,1% de los votos favorables y una participación del 59,3%.
Miquel Roca Junyent afirmó que "todos los que dicen que lo conseguido no se corresponde con lo que esperábamos o forman parte de los que ya lo decían en 1979 o de los que no vivieron ni fueron protagonistas de la oposición al régimen franquista". "Las esperanzas se han cumplido incluso en más -añade-. Pero esto no significa que la satisfacción tenga que impedirnos ni nuevas ambiciones ni fijarnos nuevos horizontes. Las esperanzas son hoy más posibles, gracias a lo que han sido estos años".
Martín Toval recuerda desde Rabat que aunque "no todos nos sentimos plenamente satisfechos de los resultados finales, las esperanzas y los objetivos sociales y políticos se han cumplido con creces; hoy Catalunya cuenta con un nivel de autogobierno que seguramente nadie creía posible en Sau".
Miquel Roca pide finalmente que el nuevo Estatut "sea la expresión de una auténtica voluntad colectiva" y que sus redactores "se percaten de si sus planteamientos son compartidos". "Que no generen falsas expectativas ni frustraciones; que le den a Catalunya lo que reclama y se merece", concluye.
POR: Josep María Soria
No estoy de acuerdo con el artículo. Me parece bastante manipulador. Decir que el franquismo acabo con el 23-F me parece de mal gusto, no mas que mirar a la derecha española incapaz despegarse del viejo traje, bufanda y gorro de hooligan sin condenar el franquismo y sin poder sacar a los muertos de las fosas, los niños robados y sin poder devolver los papeles robados por el ejercito franquista a partidos políticos y sindicatos, el valle de los caidos, etc., es decir, sin pasar página. Flojo artículo. Para Cataluña el Estatut ha significado botella medio vacia. Es un país que se encuentra como el Aguila de la canción de Benito Lertxundi, que creía que volaba pero esta encadenado y le dicen que elevarse un poco es volar y que ya vale (metafora).
Publicado por: Enrique III de Nabarra | 03/01/2011 en 10:59 a.m.
¿Qué pensará Jordi Solé Tura desde el cielo del percal montado? Muchas veces se culpa a las personas encargadas de hacer el Estatut de Sau, como si fueran culpables de la situación política actual.
Seguramente, y viendo todo lo que ha pasado, muchos de ellos pondrían en cuestión el actual sistema autonómico ,con una España que no quiere entender las diferencias.
Publicado por: Sergi Cristóbal Jané | 03/01/2011 en 08:07 p.m.
La España de las autonomías, o de las tonterías, sólo han traido problemas. Hasta tal punto de acentuar más las diferencias y taladrar más en hacer distintos a todos los ciudadanos españoles respecto de sus regiones en cuestión. Ha separado más que unido. Los Estatutos son un fracaso. Estatu...estatu...estatú mú equivocao!. Y los nacionalistas vascos se rompen el pompis en halagos a los catalanes por su Estatut: Yo pensaba que el pais Vasco deseaba independizarse de España, y no de seguir formando una comunidad española??..me lo expliquen.
Por cierto, felicidades por los 4 miembros de Sortu detenidos hoy. Rubalcaba y Sortu no acababan de decir que dejaban las armas?. Me lo expliquen. total, Rubalcaba también ha mentido hoy con lo de las velocidades máximas en los USA, decía que no excedían de los 110km/h. Y que yo sepa hay 3 estados que permiten ir a 138km/h = 85MPH. MENTIROOOOOOOOSOOOOO RUBALbarritarrok!
CJota.
Publicado por: Christian Johansen | 03/01/2011 en 10:34 p.m.
Enrique de Navarra: los niños robados que salieron hace poco en las noticias son de los años posteriores al franquismo, del 79 al 82. Pero también es culpa de Franco no Enrique?. Panoli que eres... llorón.
CJota.
Publicado por: Christian Johansen | 03/01/2011 en 10:36 p.m.
Enrique de Navarra, no te metas con Franco que se mosquea el C.J.¿No sabes que una vez que se ha puesto el pijamita cada noche reza unas oraciones al enano del Ferrol?
A ver si te enteras C,J que en la posguerra se robaron niños a prisoneras antifranquistas, tal y como hicieron luego los nazis y los asesinos Pinochet y Videla.
Y es que los dictadores asesinos suelen tenet poca imaginación.
Publicado por: ANTINAZIS | 03/02/2011 en 02:28 p.m.
A ver si miramos más las noticias de hoy, las del año 2011, y así puedas informarte que los bebés robados de los que se habla estos días son de después de Franco, años 79-82. Pero tú como los rojos, solamente sabéis hablar del pasado. Os mola hablar sobre el pasado. Es más, creo que echáis de menos a Franco.
CJota.
Publicado por: Christian Johansen | 03/02/2011 en 11:25 p.m.
el Cjota ese no tiene ni p idea de lo que dice
Publicado por: antonio | 03/11/2011 en 05:17 p.m.