Al empezar el siglo 21 o el tercer milenio de la civilización judeo-cristiana, me preguntaba cuál sería el aporte de esta época a la historia de la humanidad. Lo primero que se me ocurrió fue el desarrollo de la tecnología a los límites máximos de la inteligencia humana, al desarrollar la nanotecnología, la robótica, el cultivo y trasplante de órganos, la donación, la comunicación instantánea por el ciberespacio, el comercio sin documentos impresos, en fin, un mundo de hoteles diez estrellas para el 20% de la población mundial. A nadie escapa la realidad mundial de la abismal diferencia de la distribución de la riqueza entre los terrícolas.
Lo que después de una década ha logrado aflorar a la superficie del planeta, es la convicción de la mayoría de los habitantes de los más de 200 países, de que la capacidad de gobernarse y de conducción de los destinos de sus vidas, solo radica en ellos mismos.
Los acontecimientos ocurridos en los países desarrollados y en los del Tercer Mundo así lo demuestran. Hemos visto, cómo se destituyen gobernadores a través de un referéndum, cómo se cambian presidentes absolutos que querían imponer una reelección y monarcas por herencia o por usufructo de la fuerza.
Hemos sido testigos de las multas a trasnacionales por lesión al ambiente, de la abolición y derogación de leyes y normas sin el consenso de las personas y grupos involucrados y posiblemente afectados en su ejecución. Este siglo ha traído consigo una brisa fresca que en ocasiones se convierte en tornado, algunas veces con lluvia de sangre, pero con la decisión de los pueblos por cambiar sus destinos de una vez y para siempre.
Los gobernantes -hasta ahora- creían que habían sido electos para hacer lo que les diera la real gana. Se habían olvidado de que todas las promesas y cantos de sirena que prometieron, algún día serían censados y evaluados por las mayorías de los ciudadanos electores o por el pueblo que callado los había observado gobernar dizque para el bien común, pero a expensas de acumular fortunas billonarias o bienes materiales.
Creo que los pueblos se han cansado de ser ciudadanos de tercera categoría, parias y exilados dentro de sus propios territorios. En las dos terceras partes de los países del orbe, aún del 40 al 60% de su población nace, crece, se reproduce y muere sin saber que han sido.
Esto ha cambiado, y cómo aporte inicial de este siglo y milenio, está el anhelo por desarrollar una verdadera Democracia Participativa y Directa sin intermediarios o por lo menos sin aquellos puestos de a dedo y sin representatividad real.
que sueño he tenido! he soñado con una palabra bonita en esencia y se llama democracia!
ringggg, ringgggg!!!
-que es? ahh el despertador........ hay que levantarse........
Publicado por: txaho | 04/30/2011 en 12:14 p.m.
Siempre se ha dicho que para solucionar un problema, un error o una situación errónea hay que empezar por reconocer ese problema. España y sus políticos deben reconocer que el sistema político español es unha plutocracia, y no una democracia.
Cuando sepan diferenciar esto se podrá empezar desde cero, y paulatinamente ir progresando para alcanzar eso que se da en la Europa supraalpina, que se llama democracia. Puede durar milenios este paso, es como la Ley de Darwin, tardamos muchos años en pasar de amebas a humanos. En Islandia se ha hecho recientemente un referendum en el cual los ciudadanos han echado al gobierno por completo, al encontrarlo nefasto y perjudicial para su democracia. Os imagináis que esto pasase en España?... por Dios. España está años luz de esta plena democracia. LUZ DIJE!
CJota el iluminado.
Publicado por: Christian Johansen | 05/01/2011 en 12:07 p.m.
Cjota!
por una vez estoy al 100% contigo!!!
será que poco a poco soy más ultra?
Publicado por: txaho | 05/01/2011 en 10:16 p.m.
No se puede hacer todo a golpe de Referendum, porque para eso estan los partidos, si es que les dejan estar a todos, claro está. El referendum es cierto que tambíén debe utilizarse mucho más.
El problema es cuando las democracias son falsas porque encierran muchos tics de un pasado dictatorial o cuando el interés partidista, muchas veces, suplanta al interés general y últimamente en el Estado español estamos viendo mucho de una y otra cosa.
Finalmente, no puede ser que a la ciudadanía sólo se la tenga en cuenta cada 4 años para votar y durante el resto del tiempo se la ningune o ignore. Todo para el pueblo, pero sin el pueblo dijo uno hace tiempo...
saludos
Publicado por: haritz | 05/02/2011 en 10:37 a.m.
Txaho: sí, creo que cada vez nos queremos más jeje :))
Haritz!: Es verdad, los partidos están para algo, por algo se les vota. El problema surge cuando ese partido da las espaldas al pueblo, cuando ese partido destruye al país. El dicho dice que el ignorante solamente lo es cuando ese individuo no sabe nada, y el resto se da cuenya de ello. No antes. Pues lo mismo pasó en islandia, el pueblo NO quería pagar el pato por culpa de un banco, y el partido político quiso que sí. Entonces el Presidente del país (ojo, no el Primer Ministro) decidió personal y unilateralmente hacer un referendum, en el que el PAIS, el pueblo habló y decidió echar al gobierno por completo.
Por eso digo, si esta democracia se diera en España, el PSOE ya se habría tenido que marchar hace tiempo.
Ah, por cierto, los miembros del gobierno islandés muchos han acabado en la cárcel. Esto tampoco pasa en la España Profunda.
para que se dé el derecho pleno del pueblo se necesita DEMOCRACIA, y no es lo que tenemos en España. Tenemos la Plutocracia.
CJota.
Publicado por: Christian Johansen | 05/02/2011 en 10:20 p.m.