En 1893 no existía Sortu, ni Bildu, ni HB, ni ETA, ni Tasio Erkizia. Ni tan siquiera estaban en proyecto. Pero en 1893 si vivía y coleaba un joven inquieto de 28 años que se preguntaba el por qué en Bizkaia no había un solo partido que la defendiera. Se llamaba Sabino Arana y tras éstas y otras reflexiones parecidas llegó a la conclusión de que Euzkadi era la Patria de los Vascos, y había que trabajar por ello. Bien es verdad que cometió “dos pecados”: ser el primero que políticamente dijo eso y no predicar la violencia para lograr ese objetivo. De ahí que quienes si han practicado la violencia y el terror, sin lograr más que llenar los cementerios y las cárceles, quieran borrarlo de la iconografía vasca y que no sea referencia de nada. El españolismo más asilvestrado lo trata de loco y racista y el mundo de la izquierda radical lo ignora y trata de cambiar lo que él creó porque, su "tercer error" fue uno muy claro: en 1895 fundó el Partido Nacionalista Vasco. Y nadie es grande impunemente. Hoy en día, los pilares de la arquitectura institucional vasca, derivan de su pensamiento.
Sabino al empezar su andadura política se topó con los euskalerriacos y ante su españolismo superó éste nombre y creó el vocablo Euzkadi con los siete territorios. Esa fue su gran innovación. Lo contaba así a su discípulo Engracio Aranzadi:
“La sociedad Euskalerria fue fundada por unos cuantos liberales, amigos de la autonomía económica, y unos pocos carlistas renegados que habían sido carlistas siendo “liberales en ideas y en costumbres”. La informó la política concebida y formulada por Sagarminaga cuyo único fin próximo y remoto era el recabar del gobierno central (tal era entonces) la derogación de la Ley de 1.8 76, y cuyos procedimientos consistían en acabarla por de pronto para, dentro de la legalidad y por medio del libro, el periódico, las sociedades y sobre todo con la representación en Cortes, convencer al Gobierno de la injusticia de dicha Ley y obtener su anulación. El carácter de este nuevo partido autonomista (nuevo porque hasta entonces no se había unido la autonomía con el liberalismo en escuela política) era doble: liberal y españolista. Y el periódico que en la prensa la representaba era adecuado órgano suyo; siempre eminentemente liberal, siempre eminentemente españolista. Por entonces se celebró el Congreso Católico de Zaragoza, y en él se acordó aconsejar a los católicos se unieran siempre en las elecciones, dejando por el momento a un lado las diferencias puramente políticas. Entonces el partido integrista llamó a las puertas del carlista, pero éste le dio con ellas en las narices; llamó luego al euskalerriaco, y éste, que se hallaba cabizbajo, aceptó la alianza para las elecciones que en aquella sazón iban a realizarse. Antes de esto se había unido el partido Euskalerriaco con el Comité Liberal (que tanto daño hizo a Bizkaia) repetidas veces, y esos pactos los hicieron con la voluntad unánime de sus miembros”.
Este próximo viernes 3 de junio se cumplirán 118 años de una de las tantas apari-meriendas que organizamos los vascos. Y todo por la curiosidad de unos señores que se reunían en la rebotica de Camiña, en el Casco Viejo de Bilbao, y querían saber en que andaba el hijo del armador de barcos Santiago Arana. Su hijo Sabino, había escrito una serie de trabajos épicos sobre cuatro batallas (Mungia, Gordexola, Otxandiano y Padura) y las había editado en un librito al que había titulado "Bizkaya por su lndependencia”. Aquella osadía había llamado la atención de aquellos cisnes bilbaínos al sentir que un jovenzuelo había echado una piedra en el quieto estanque de su política. Se hacían llamar “'los euskalerriacos". El nombre les venía de Euskal Herria (el pueblo vasco) apelación geográfica y cultural existente desde las brumas de los tiempos, pero sin ninguna connotación vasca y menos reivindicativa. De ahí que ante aquel panorama Sabino da el salto y deja atrás lo viejo, lo euskalerriaco, para fundar el nacionalismo vasco y luchar por Euzkadi. Por el Zazpiak Bat.
En su carta a Kiskitza (Engracio Aranzadi) lo explica muy bien:
“Cuando apareció “Bizkaia por su Independencia” comunicáronme mis amigos particulares que había gustado tanto a ciertos elementos, que pensaban obsequiarme con un banquete. Esos elementos eran algunos prosélitos y varios conspicuos antiguos de la sociedad Euskalerria. Me llegó la invitación y accedí; porque la doctrina que predicaba era nueva, no podía el nuevo partido componerse más que de conversos y era preciso suponer buena fe en quienes acudían. Celebróse la cena en Larrazabal, caserío de Begoña. Koldobiba acudió conmigo. A los invitados se agregaron, algunos amigos particulares míos. En los comienzos de la cena les leí un escrito en el que se relataba mí conversión, insinuaba mis proyectos y exponía y definía el lema. Como me obsequiaban por la publicación del libro, les expuse con toda claridad las doctrinas en él contenidas, y señalé francamente a todos los enemigos, y entre ellos, como es claro, al partido euskalerriaco. Terminado el discurso, hubo aprobación en unos, silencio sepulcral en otros. Continuó unos minutos sin novedad la cena. De pronto, uno empieza a defender a la Sociedad Euskalerria, diciendo que ésta había siempre proclamado las mismas ideas. Yo no contesté. Era el convidado y me limité a exponer el lema; no me propuse discutirlo. Pero por mí contestaron casi todos. Uno, poniendo de vuelta y media a la tal Sociedad. Los vapores iban subiendo; los ánimos calentándose. Iban a hablar las lenguas lo que sentían los corazones. Comenzó a embarullarse la cosa; en esto entran varios, a la sazón individuos significados de la Euskalerria. Tomaron parte en la discusión. Por fin las miradas se dirigieron a nosotros; y mi hermano por su lado, y yo por el mío, tratamos de demostrarles que la Euskalerria seguía una bandera, completamente opuesta a la que yo había definido: es decir, liberal y españolista.
“Ya en esto la cosa estaba que ardía. Koldobika y yo, solos, nos defendíamos contra todos, que eran unos doce, menos tres o cuatro amigos particulares nuestros que ni nos atacaban, ni nos defendían, pero metían el remo, no pocas veces, porque eran también liberales. Un euskalerriaco, el beodo, llegó a insultarnos, y faltó poco para que Koldobika y yo nos pegáramos con todos. Por último, nos levantamos y bajamos a Bilbao, convencidos de que intentar lo que intentaban era majar en hierro frío. Sin embargo, nos propusieron se repitiera la cena algunas veces de ocho en ocho días, y yo le contesté que era inútil, porque no nos entenderíamos, y que estas cuestiones eran muy graves para discutirlas en un txakolí”.
Sabino en esta carta explica bien lo que era para él y para la sociedad a la que enviaba su mensaje el partido “euskalerriaco”: liberal, españolista. Y ante aquel panorama de política española él mira a lo vasco y rompe con todo eso y crea Euzkadi, nombre que durante cien años, cien años, resume lo vasco, está en sus documentos oficiales, en el nombre de ETA, en el grito ante los pelotones de ejecución, en el vocablo perseguido con saña por el franquismo (jamás Euskal Herria), en el nombre de una Patria, hasta que un mal día, en la redacción de un comunicado de ETA un tipo mesiánico, sustituye Euzkadi por Euskal Herria, logrando que la falta de cultura histórica, el antisabinianismo y el antipeneuvismo hicieran lo demás, hasta lograr circunscribir el nombre de Euzkadi a la Comunidad Autónoma Vasca y convirtiendo al muy respetable nombre de Euskal Herria en el nombre político para una nación. Lo contrario de lo hecho por Sabino en 1893.
Creo que al nacionalismo vasco institucional no puede faltarle autoestima y sentido de la historia. Mientras esto siga ocurriendo, los que nos hablan en nombre de todo el pueblo vasco quieren imponernos su puño cerrado, su nomenclatura y sus iconos en evidente falta de respeto a la dura historia de una nación como la vasca que tuvo un hombre hace 116 años que le pareció lo “euskalerriaco” como lo liberal español y, agitando las conciencias, fundó el nacionalismo vasco.
La madurez de un pueblo también se asienta en símbolos, fechas y hechos compartidos. ¡Que tengamos hoy que recordar que fue Sabino Arana el que creó el abertzalismo no deja de tener bemoles y nos ilustra sobre el debate que nos viene encima!. De ahí que hay que tener las ideas claras sobre lo que es abertzalismo y una necesaria autoestima. Será bueno para todos.
http://www.deia.com/2011/05/29/opinion/tribuna-abierta/los-viejos-y-los-nuevos-euskalerriacos
Donatien
Tu por no saber, no sabías ni que era:
El vizcaino fingido; no te saco mas ejemplos porque me aburren tus fiordadas.
No te preocupes que seguiré con mis halagos.
Recuerdos a los magiares y al Danubio.-
Publicado por: Juan Rua | 06/01/2011 en 10:45 a.m.
Txilinasti.
Siguiendo con tu teoría, tu deberías hablar
Cymraeg (lengua galesa) para poder hablar de Gales.
1.Por si no lo sabes, el concepto político de Gales lo funda un rey inglés que conquista el pais de los Cymru, y:
SORPRESA, SORPRESA,
lo hace con un ejercito mercenario de VASCOS
2.Otro ejemplo:
A finales del siglo XV, la cosas para los Reyes Católicos en Galicia no iban bien, entonces estos Reyes Católicos, envian una flota de naves Guipuzcoanas con 2000 mercenarios al mando de un tal Ladrón de Guevara para tomar Bayona (Bayona en Galicia, no la de Gascuña) que tenía 200 habitantes.
Como ves los vascos no fueron siempre las
víctimas ni los ángeles de la libertad, como pareceis creer algunos.-
Publicado por: Juan Rua | 06/01/2011 en 11:13 a.m.
Los vascos, justamente los independentistas -los de BILDU, y también los de ETA-, no queremos ser ángeles de nadie ni de nada, y nunca lo hemos dicho.
Queremos se restaure la libertad jurídica de los territorios vascos que existía con los Reyes Católicos justamente, la que también existía cuando Rodrigo Díaz de Burgos, al contrario de lo que cree Guda eta Gezurra.
Gales y Galicia son pueblos diferentes a quienes reconocemos su soberanía, pero no podemos hacer nada más por ellos mismos.
Publicado por: Donatien Martinez-Labegerie | 06/01/2011 en 12:47 p.m.
Ay! Juan! Y cómo sabes tú que no sé Galés, cuando viví muchos años en Cardiff?
Estás diciendo que para pronunciarse sobre el Euskera no hace falta saber nada sobre el Euskera?
Publicado por: Txilinasti | 06/01/2011 en 01:56 p.m.
Donatien Martinez-Lagabacherie.
Señor:
Gracias por reconocernos la soberanía,
que otorgada por vos tiene un inmenso valor,
y nos llena de una gran tranquilidad.
Rogaremos encarecidamente para que Su Señoria no se ahogue en el Fiordo.- Puaf.
Publicado por: Juan Rua | 06/01/2011 en 04:33 p.m.
Mira Rua,
Primero empezaste diciendo que los vascos descendían del pueblo bereber, y luego has acabado culpándoles de la situación de dependencia económica y política de Galicia por culpa de que la madre de Manuel Fraga era vasca y de que hubo "mercenarios" vascos trabajando para el poder político de Castilla, o de Inglaterra en Gales o de Roma en Britannia.
No crees que estás haciendo el ridículo demasiado?
Publicado por: Donatien Martinez-Labegerie | 06/01/2011 en 04:58 p.m.
Donatien
No faltes a la verdad, jamas dije yo nada sobre el origen bereber de los vascos, ni creí ni creo en ello.
Tampoco les culpé de la dependencia económica de Galicia, porque de entrada no tienen capacidad ni antes ni ahora para provocarla.
Eres un marrullero hablando.
Si dije que hubo fuerzas mercenarias vascas (naves y tropas) en la toma de Bayona del Miñor por cuenta de los Reyes católicos aprovechando que el Conde Camiña, fuera a ayudar al rey de Portugal a tomar Coruña y también dije que hubo ejecito mercenario vasco en la conquista de Gales.
Y no sé yo si los Gurkas, no serán vascos disfrazados.-
Publicado por: Juan Rua | 06/01/2011 en 06:14 p.m.
Txilinasti.
No sé si sabras Galés, podria ser que si, pero me me inclino a pensar que no mucho, vamos como yo con el Euzkera,: Hola, Como estas, mi nombre es Juan, contar de uno a diez, los dias de la semana y cosas así;
ya me dirás.
Se puede estudiar y opinar sobre un nombre
aunque no se domine perfectamente una lengua y viciversa habrá gente por ejemplo que hable vascuence y no sepa la etimología de Euzkal Herria.-
PD. Contesta, que a veces no lo haces.
Publicado por: Juan Rua | 06/01/2011 en 06:58 p.m.
Hombre, Rua, es un alivio que ahora ya no creas en aquello que escribiste de que los vascos tienen parentesco con el pueblo bereber.
No sabes el peso que nos quitas de encima al no tener nada que ver con una raza inferior.
Más vale tarde que nunca. Qué bien!
Publicado por: Donatien Martinez-Labegerie | 06/02/2011 en 12:45 a.m.
Donatien.
¿Te das cuenta lo que escribes?
Luego negarás que llamaste raza inferior a los Bereberes o que era broma, en fin déjalo, pues no me quiero involucrar en tus bobadas.-
Publicado por: Juan Rua | 06/02/2011 en 09:42 a.m.
GOTFRIED
Tiene narices la cosa ... un idioma que es el tercer idioma más hablado del mundo, según tu opinión está en declibe.
¡Lo que hay que oir!
Publicado por: alfred | 06/15/2011 en 02:41 a.m.
Yo no he trabajado en muhcas empresas, pero por lo que he visto hasta ahora, los que me1s trabajan son los que lo necesitan.O bien son empleados de poco nivel de estudios (como los que mueven la piedra en una cantera) y curran horas extra para doblar su sueldo, o bien son los duef1os de una empresa y tienen que trabajar ellos para que la empresa no se vaya al garete.Pero si son jefes medios (es decir, que tienen otros jefes por encima y subalternos por debajo), entonces que trabajen los subalternos si quieren, que sale me1s caro contratar a otra persona que pagar horas extras de un turno doble.Afan con todo, ninguna de las dos opciones me parece bien. El tiempo de una persona hay que page1rselo, porque es lo que hace, venderlo. En lugar de pasarlo con su familia o consigo mismo, lo este1 vendiendo a la empresa, y eso tiene que tener una compensacif3n.
Publicado por: Savio | 08/04/2012 en 11:00 a.m.