Nuestro primer Lehendakari fue José Antonio de Aguirre. Presidió un gobierno de concentración y lideró el exilio hasta 1960. Murió a los 56 años en París. Le sucedió Jesús María de Leizaola, a quien muchos de nosotros conocimos, ya que volvió del exilio en 1979. Llenó San Mamés y al día siguiente le entregó en acto formal, en Gernika, al entonces Presidente del Consejo General Vasco, Carlos Garaikoetxea, las llaves de la Delegación de París, símbolo de 42 años de persecución y exilio.
Leizaola es un hombre que tiene un merecido lugar en la historia vasca, y que es preciso poner en valor. Lamento que se le tenga tan poco en cuenta habiendo sido, incluso, secretario de la Diputación de Gipuzkoa, diputado y Jefe de Servicio del Ayuntamiento de Bilbao. Afortunadamente en tiempos del Diputado General José Juan González de Txabarri se le hizo una estatua, que incomprensiblemente, adorna hoy uno de los salones de la Diputación, cuando debería estar al aire libre en el Paseo que lleva su nombre. Como Aguirre en Bilbao..
Leizaola contaba de esta manera como había llegado al nacionalismo vasco: "Mi padre era nacionalista. Él y otros le mandaron a Sabino Arana su apoyo cuando estaba en la cárcel. Fue dibujada en acuarela con una orla y las firmas de adhesión. Yo, en la Diputación, en los expedientes, veía cuestiones de enseñanza, de cultura, de euskera, del campo vasco, del mar, de las comunicaciones, de la industria. Y veía que el pueblo vasco, como pueblo, era un hecho. Lo que hacía que me preguntara, ¿quién está, más cerca de éste pueblo para darle su libertad y su progreso?. Y la respuesta que obtuve fue que era el nacionalismo que dice que todos somos una misma comunidad, que tenemos el mismo problema con relación al mismo poder. Por lo que yo me hice nacionalista en la experiencia".
A los 26 años había protagonizado un hecho singular. Leizaola era jefe de sección del Ayuntamiento de Bilbao y enarboló un cartel ante Alfonso XIII que decía: "Queremos la Universidad Vasca". Fue durante el III Congreso de Estudios Vascos celebrado en Gernika en 1922 bajo el lema "Lengua y Enseñanza”.. Como consecuencia de esto le detuvieron junto al director del Euzkadi, Pantaleón Ramírez de Olano y los condujeron atados a la cárcel. Al día siguiente, asimismo atados, los condujeron a pie a Bilbao y a la altura de Amorebieta les dejaron libres.
Estos son los antecedentes de la actuación de un hombre riguroso, de leyes, que fue diputado del PNV por Gipuzkoa y que cuando Aguirre le nombró Consejero de Justicia y Cultura, lo primero que hizo fue crear la Universidad Vasca. La magnífica terquedad vasca de las gentes del PNV.
Hace ahora exactamente 75 años.
José Antonio de Aguirre nunca pensó que su “gobierno provisional” iba a durar tanto, pero como la noche de la dictadura se alargaba y la impaciencia de las nuevas generaciones crecía, convocó en París un Congreso Mundial Vasco en 1956, para, entre otras cosas y a falta de Parlamento, dar cuenta de lo que se había hecho en aquellos veinte años. Ese mismo mes, salía publicado el libro de Javier Landaburu, verdadera Biblia del nacionalismo vasco, “La Causa del Pueblo Vasco”.
Aguirre a la hora de hablar de lo que hicieron destacó la iniciativa de Leizaola creando la Universidad. Dijo así:
“La cultura estaba unida al Departamento de Justicia en la persona del mismo consejero, señor Leizaola, vicepresidente del Gobierno Vasco.
La declaración ministerial había dicho que el Gobierno salvaguardará las características nacionales del Pueblo Vasco, prestando, al momento, a la misma toda su consideración y protección.
El preámbulo del decreto dice que el Gobierno no puede desentenderse de problemas tan fundamentales, de cuya feliz resolución depende la liberación de los espíritus, a la larga de la victoria definitiva.
Para el 7 de noviembre se había creado ya la Universidad Vasca, la Facultad de Medicina, y los cursos comenzaron el primero de diciembre.
Antes de nacer tiene la Universidad Vasca sus mártires. Los nombres de Elizondo y López Uranga, médicos caídos en el frente de batalla, son el primer homenaje que han dado a la Patria los vascos universitarios.
Se une a ellos en el preámbulo del decreto el nombre de don José Ariztimuño, el inolvidable “Aitzol”, sacerdote fusilado por Franco por ser un alto exponente de nuestra cultura.
Constituyen con sus muertes ejemplos en los que deben de mirarse las generaciones futuras. Abrirá por ello la Universidad Vasca -continúa el texto creador- las puertas de sus estudios a las gentes de más humilde condición del pueblo, y elegirá a sus alumnos mirando sólo a los que tengan aptitud y vocación.
Constituyendo el cuerpo de profesores, se dio a los alumnos que cursaban estudios en Universidades alejadas, facilidades de toda clase para no interrumpir sus estudios.
Complemento del cuerpo médico fue la Escuela de Enfermeras del Hospital Civil de Bilbao, creada con objeto de ayudarles en los frentes y en la retaguardia.
Problema vital el del idioma vasco, lengua oficial en el País con el castellano, no podía ser desatendido, y a pesar de las difíciles circunstancias que se vivían el Departamento de Cultura abordó el problema de la enseñanza euskérica, creando el Colegio Oficial de Profesores de Euskera”. Hasta aquí el informe del Lehendakari Aguirre.
Hay que tener en cuenta que aquella iniciativa se hizo en tiempo de guerra y de forma harto precaria, pero es que Euzkadi carecía de una universidad pública. Y la gente del PNV la puso en marcha.
El día 1 de diciembre de 1936 tuvo lugar el acto de apertura de la Facultad de Medicina en el salón de actos del Hospital Civil de Bilbao (Basurto), siendo presidido por el presidente del Gobierno vasco, asistiendo los consejeros de Justicia y Cultura, Sanidad y Comercio y Abastecimientos, presidentes de las corporaciones vascas, cuerpo consular y altos cargos de los distintos departamentos.
Organizadas las clases en el Hospital Civil de Basurto, comenzó el curso previa matrícula abierta.
Para que el trabajo a desarrollar en la Facultad fuera todo lo eficiente posible, se construyó en el recinto del edificio un pabellón Doker para laboratorio de anatomía y tisiología con arreglo a normas modernas, pabellón al que se dio el nombre de "Doctor Atxukarro" en memoria del famoso histólogo vasco.
Es de hacer notar que en todas las órdenes que regulan las condiciones de matrícula de estudios, figura siempre la matrícula gratis para aquellos alumnos que no contaban con disponibilidades económicas suficientes, pero condicionándolos a la aptitud para los estudios.
Así lo entendía nuestro Gobierno al proclamar en su declaración ministerial: "garantizará a los ciudadanos vascos de posición precaria el libre acceso a los grados de las enseñanzas media y superior, condicionado solamente por la aptitud y vocación".
Con fecha 27 de enero de 1937 se dictó un decreto a petición del Colegio Médico de Vizcaya, por el que se disponían las normas a seguir por aquellos alumnos de Medicina y Cirugía que habiendo terminado su carrera no podían por el momento lograr la obtención del título correspondiente y por lo tanto no estaban en condiciones de ejercer su profesión, para poder hacerlo libremente. De esta forma se cubría la necesidad de facultativos creada por la guerra civil que ensangrentaba el suelo de Euzkadi.
A punto de realizarse quedó la creación de la Escuela Politécnica Vasca en su grado medio, escuela cuya falta se sentía en nuestro pueblo, principalmente entre la clase obrera.
Ésta, a modo de universidad popular, fue idea que con todo interés se estudió en el Departamento de Cultura. En ella se trataba de recoger las enseñanzas que corresponden a las distintas facetas del pueblo vasco: industrial, marítima, minera, agrícola y comercial.
Con objeto de divulgar la enseñanza de enfermeras, dándole al mismo tiempo toda la importancia requerida como función social, que la guerra puso de manifiesto, y en la que la enfermera vasca puso tan alto el nombre de nuestro pueblo, se dictó la orden, por la que la Escuela de Enfermeras del Hospital Civil quedaba adscrita a la Facultad de Medicina.
Algunos dicen que no hay que mirar atrás ni para coger impulso. Craso error. Lo dicen para que se crea que el mundo lo han inventado ellos y que por el euskera y la cultura de este país solo se han preocupado ellos. Mentira. Precisamente hay que decir lo contrario. Para atrás, para coger impulso. Ejemplos como los de Leizaola no solo se tienen que conocer sino poner en valor. Honra a toda una generación y honra a un nacionalismo institucional y constructivo, como el que quería Leizaola, nuestro Lehendakari.
Es curioso... la primera facultad que se puso en marcha fue la de medicina, pero se puso en marcha en un hospital... no hay mejor manera de aprender que viéndolo in situ.
Sin embargo, otras facultades de vocación eminentemente práctica basan sus enseñanzas en la teoría sin tener a mano un caso real que diseccionar y poder vivir día a día... ¡curioso!.... ya lo creo que deberíamos todos aprender de los que nos precedieron.
Publicado por: ocasional | 11/27/2011 en 10:27 a.m.
Inaki,
Hay un artículo de un intelectual americano que conoció a Irujo en el periódico espanol "El país":
http://politica.elpais.com/politica/2011/11/22/actualidad/1321991013_901080.html
Es muy gracioso, porque se pasa medio artículo detallando una conversación sobre fisonomía antropométrica europeo-semítica mantenida en Paris hace más de medio siglo con el dirigente abertzale navarro en clave de escepticismo pero en el desenlace de lo que es un escrito de exhortación de buena voluntad y paz para Euskadi el nonagenario Gabriel Jackson asegura que Irujo fue una de las "MEJORES" personas que ha coonocido en su vida.
No es interesante esa aptreciación?
Publicado por: Donatien Martinez- Labegerie | 11/27/2011 en 12:55 p.m.
Que duda cabe que Don Jesús María de Leizaola fue un GRAN hombre en varias facetas.
Me atrevo a decir que en la mayoría de aquellas que precisamente hacen que una persona sea GRANDE.
Entre ellas destacaría:
1) Su humildad.
2) Su capacidad de escuchar.
3) Su expresión amable, incluso en momentos difíciles.
4) Su determinación.
5) Su sentido del DEBER con su pueblo que tanto amaba, el vasco y en extensión la humanidad.
6) Su disciplinada obediencia.
7) Su derroche de generosidad.
8) Su profundo humanismo Cristiano.
9) Su amor por la familia y amigos.
10) Su valentía.
Me quedo con ese decálogo, a sabiendas que otros tantos ingredientes son los que permitieron a aquel Señor (Jaun eta Jabe) dejar huella para los que le seguimos los pasos y aún seguimos bregando.
Visión muy CLARA tuvo al crear la Universidad Vasca.
¡¡¡Que suerte tuve de conocerle a éste señor y parte de su familia!!!
Eskerrik asko Iñaki por brindarnos con el recuerdo de éste señor Lehendakari que como bien dices, probablemente no se le ha tenido suficientemente en cuenta.
Agur eta ohore Leizaola Jesús María Jauna!
JELen
Publicado por: EUSKOBAROMETER | 11/27/2011 en 05:36 p.m.
Crisis? Que crisis? En Inglaterra esta semana lo mas visto y comentado ha sido y esta siendo este video, captado por un viandante en su movil, de un hombre y su perro Benton. Se titula "Jesus Christ in Richmond Park".
No tiene perdida. Enjoy.http://www.youtube.com/watch?v=3GRSbr0EYYU
Publicado por: Txilinasti | 11/27/2011 en 07:52 p.m.
1) Su humildad.
2) Su capacidad de escuchar.
3) Su expresión amable, incluso en momentos difíciles.
4) Su determinación.
5) Su sentido del DEBER con su pueblo que tanto amaba, el vasco y en extensión la humanidad.
6) Su disciplinada obediencia.
7) Su derroche de generosidad.
8) Su profundo humanismo Cristiano.
9) Su amor por la familia y amigos.
10) Su valentía.
Publicado por: txaho | 11/27/2011 en 08:27 p.m.
La "terquedad" o constancia vasca no es patrimonio privativo del PNV, perdona, Inaki.
Me gustaría recordar que además de los hérores mencionados que
lucharon por la implementa ión de una universidad en Euskadi, también hubo gente que murió o que pasó al exilio por haber luchado y llegado a establecer lo mismo en unas circunstancias similares, de enfrentamiento armado abierto, dos generaciones antes, cuando el estado carlista con capital en Lizarra que abarcó la Euskal Herria refundó la Universidad de Onate.
Aquel Estado vasco también acunó moneda, como haría el aludido Agirre Lekube y jefe de Leizaola (recordemos que el buque qe venía de Bélgica cargado con la nueva moneda fue hundido por la armada franquista al aproximarse a la costa vasca) y por supuesto tenía su Ejército (que justamente en la mencionada anteiglesia de Amorebieta firmara, en el edificio que actualmente es el Hotel Konbenio, un acuerdo de paz que no serviría de mucho), que finalmente fue derrotado como lo habría de ser el Eusko Gudaroste de Agirre y Leizaola furstrando el proyecto de la universidad y de todo lo demás.
Publicado por: Donatien Martinez- Labegerie | 11/28/2011 en 12:51 a.m.
Anasagasti, ni que éste señor fuera Ramón y Cajal. Vamos poco más y lo eleva a los altares. Ya sabe usted, lo que tiene que hacer, hágale una fundación, institucionalice unos premios y levántele altares y estatuas por toda España y parte del extranjero. Mejor estatuas a caballo que visten más.
Publicado por: glasssssssssss | 11/28/2011 en 08:42 a.m.
El bobo con muchas sssss prefiere a Franco, Millán Astray, Carrero, etc.. para ponerles a caballo. Incluso se podría hacer una a sí mismo: "Bobo cabalgando"
Publicado por: GOOFY | 11/28/2011 en 02:32 p.m.