El día 29 de abril fue conmemorado en Montevideo el octavo aniversario de la destrucción de Guernica, habiéndose llevado a cabo una sentida y brillante ceremonia organizada por Galeuzca.
El acto se verificó en la plaza de Guernica, inaugurada hace un año aproximadamente y en la que fue plantado un retoño del roble simbólico de las libertades vascas.
Entre las personalidades presentes citaremos al diputado uruguayo señor Valiño Sueiro, el doctor Abelardo Vescobi Iturria, magistrado, el señor Justino Jiménez de Arechaga, también magistrado el señor Machado Rivas, catedrático asimismo, el doctor Felipe Gil, secretario de la Universidad, el doctor Alberto Real secretario y asesor jurídico de la Jefatura de Policía de Montevideo, el presidente del Centro Republicano señor Añón, el secretario de la misma entidad Otero y un distinguido grupo de socios, de la entidad, el doctor Mira y López, el señor Mulet, vicepresidente del Casal Catalá, el Delegado Vasco en Uruguay señor Ricardo de Guisasola, el presidente de Euskal Erria señor Juan D. Uriarte, el presidente del Centro Euskaro Español, señor Garmendia y otros.
Pronunciaron sendos discursos don Vicente Amézaga, Presidente de la Agrupación Uruguaya de Galeuzka, don Alfonso R. Castelao, Presidente del Consejo de Galicia; el diputado vasco don José María de Lasarte y don Francisco Bergós Ribalta, en nombre de la colectividad catalana. Careciendo de espacio para insertar todos los discursos, publicamos hoy el pronunciado por el Sr. Castelao, quien se expresó así:
"Demócratas:
Creo haber leído las mejores páginas que se han escrito sobre el martirio de Guernica; pero la mejor de todas ellas la escribió el Presidente de los Vascos para advertencia del mundo. Voy a leerla:
"Ante Dios y la Historia que nos ha de juzgar, afirmo que durante tres horas y media los aviones alemanes han bombardeado con una fiereza desconocida hasta aquí, a la población civil indefensa de la histórica villa de Guernica, reduciéndola cenizas y persiguiendo con tiro de ametralladora a las mujeres y niños que han perecido en gran número mientras huían locos de terror. Yo pregunto al mundo civilizado si puede permitir el exterminio de un pueblo que ha considerado siempre como su más grande título de gloria la defensa de su libertad y de la santa democracia que Guernica con su Árbol milenario ha simbolizado a través de los siglos".
Y yo pregunto: ¿Es que el mundo civilizado ya no recuerda el holocausto de Guernica? ¿Es que los arquitectos de la paz futura del mundo pueden olvidar que Hitler realizó su primer ensayo de exterminio sobre la indefensa Guernica, para ajustar a los franceses e ingleses y que "Franco le ofreció su patria, lo que él llama "su patria", para que sobre ella comenzaran los horrores de la guerra totalitaria? Yo no lo creo; no puedo ni quiero creerlo; y no me sumo al grupo de los escépticos, descreídos, desconfiados y pesimistas, porque en estos momentos de esperanza sólo puede haber luz en nuestros corazones. (¡Muy bien!)
Por eso yo no vengo a entristeceros con el recuerdo de Guernica, sino a iluminaros con la esperanza que surge de su martirio. Bien dijo el Presidente de los vascos que Guernica, con su árbol legendario, simbolizó a través de los siglos, la libertad y la santa democracia. Pero la vida de un roble es demasiado corta para simbolizar la profundidad epiritual de un pueblo y de una nación que supo conservar la lengua de los primeros metales. Por otra parte, la vida de un roble, aunque sea milenario, no basta para medir el ansia humana de libertad. Pero en Guernica no hay un roble; hay una dinastía de robles, y cada uno de ellos guarda la historia de su tiempo y el recuerdo de la libertad vivida o ensoñada durante su vida.
Yo he sentido la influencia mágica de Guernica. Estoy viendo el viejo roble, el padre, el muerto, reducido a un muñón de hierro, que se alza como una deidad mitológica bajo un baldaquino de piedra. No sé qué respeto ancestral me infundió aquel tronco muerto como si dentro de mi despertara el espíritu de mis antepasados celtas, que también veneraban los árboles; y sin poderlo remediar, besé aquella reliquia con la misma unción religiosa y patriótica con que lo besado un antiguo vasco acabado de resucitar.
Estoy viendo también con la imaginación el roble nuevo, el hijo, el vivo, con su tronco alto y lanzal y su copa de hojas verdes y frutos tiernos, que ha de ver nacer y morir a muchas generaciones de vascos. Ante este roble nuevo no he sentido respeto, sino gozosa esperanza y una alegría de vivir como la de aquel muchacho vasco a quien le dijeron que este mundo era un valle de lágrimas y él respondió: "¿Valle de lágrimas?". . . Eso lo veremos".
Sí, amigos míos; el roble viejo y el nuevo, el muerto y el vivo, el padre y el hijo, representan una misma idea, apenas interrumpida por un siglo de torpe filosofía política. Representan el sentido atlántico de la libertad, que sólo puede alcanzarse dentro de una auténtica democracia.
Yo puedo deciros que vi después muchos monumentos erigidos en loor de la libertad, en mi larga peregrinación por el mundo; pero ninguno pudo eclipsar el recuerdo de Guernica, ni siquiera la gigantesca estatua de la Libertad que se alza a la entrada de Nueva York, con sus picos en la cabeza y su "ice cream" en la mano. Porque todos estos monumentos creados por el genio artístico de los hombres son proyectos, son deseos de libertad; pero el viejo roble de Guernica, el muerto, bajo cuya sombra se disfrutaron los fueros antiguos de Vizcaya, no es un proyecto: es el testimonio fehaciente de la libertad efectiva que disfrutó el pueblo vasco cuando también disfrutaban de libertad otros pueblos de la Península, y el roble nuevo, el vivo, el hipo bajo cuya sombra germinaron las ideas de Sabino Arana, tampoco es un proyecto: es una garantía de la libertad que dentro de muy poco tiempo disfrutará el pueblo vasco y todos los pueblos de España. (¡Muy bien! Aplausos).
Es verdad que Guernica quedó reducida a cenizas; pero quedaron en pie sus dos robles. Pero aunque hubieran desaparecido, yo sé en qué lugar de Galicia tenemos un nieto del roble de Guernica, para que este árbol siga simbolizando por los siglos de los siglos la libertad y la santa democracia. (Aplausos).
He venido a deciros esto en un acto de confraternidad vasca, catalana y gallega, que se pone bajo la advocación de una palabra: "Galeuzca", que ni es nueva ni ha nacido en el exilio, pues data del año 1932 y confirma el pacto tripartito firmado en Barcelona el año 1923 -van allá 22 años- y el ideal unionista de Galeuzca ni es restringido ni excluyente, pues trasciende y alcanza a todo el solar ibérico.
Decir que Galeuzca es una organización ilícita por separatista vale tanto como defender la forma absoluta y totalitaria de la monarquía regida por los Austrias, o condenar la esencia originaria del republicanismo español que ha nacido federal y sólo como federal podrá consolidarse.
¡Muy bien! (Aplausos).
Pero si todos se empeñan en llamarnos separatistas fuerza será que aprovechemos el mote para decir que los llamados "separatistas" representamos a pueblos que ansían la libertad y que no podemos colocarnos como ceros a la derecha de nadie, pero que deseamos entrar como sumandos -tal vez decisivos- en el total democrático de la España desterrada, como ya lo estamos en el de la España aherrojada, que vive contando el tiempo por noches. (Aplausos). Añadiremos, además, que los llamados separatistas" estamos unidos y jamás sembramos discordias, deseando que los centralistas cesen cuanto antes en sus disputas inútiles y perniciosas, para entrar con ellos en una unidad política única, capaz de derribar el régimen franquista y restaurar el orden democrático en España. (Aplausos).
¿Está esto claro?. .. Pues si no lo estuviese, yo añadiré por mi cuenta y riesgo, con dolor, por la amistad que guardo con los prohombres de la República española, que si inmediatamente no cesan las discordias entre grupos personalistas, vamos a creer que en el exilio no hay ex-gobernantes dignos de volver a gobernar. (¡Muy bien!). Y añadiría más: que nosotros deseamos esa unión, y si no se realiza en breve, viviremos exclusivamente para nuestros pueblos, que están allá, porque sólo así nos evitaremos la vergüenza de ser repatriados como cadáveres políticos. He dicho. (¡Muy bien! Prolongados aplausos).
Castelao era un humanista. Un hombre cercano a todo lo humano. Padeció la persecución en vida y el desprecio en muerte. A fraga lo ponía cardíaco que se recordase a castelao. Llegó a hacer el ridículo cuando impidió que una calle de As Pontes llevase su nombre. Ya en presunto régimen democrático bribónico el propio fraga se dedicaba a conceder las medallas galicia de castelao... ver para creer
Publicado por: Nemigo | 04/25/2012 en 12:20 p.m.
Nemigo.
Así fue, y luego el recochineo de las medallas y una foto de castelao, en el
despacho de Fraga.
O darle la medalla de Galicia a Alvarez Cascos, el ministro responsable de la catastrofe del petrolero Prestidge.
El Cascos estaba cazando, en Rumanía o por ahi y Fraga en una cacería en Toledo, ni uno ni otro volvieron inmediatamente.
Pero bueno en la siguiente votación se fue al carajo y para siempre.-
Publicado por: Juan Rua | 04/25/2012 en 01:18 p.m.
Demostración matemática de que Galeuscat
suma más que el Reino de españa.
Galeuscat:1+1+1= 3
Reino de España: 17 = 1
De donde 3>1
PD. Galeuscat, siempre y a sumar mas miembros.-
Publicado por: Juan Rua | 04/25/2012 en 01:24 p.m.
En algún lugar de Galicia,desde hace años hay exiliado un retoño del Árbol de Guernika.-
Publicado por: Juan Rua | 04/25/2012 en 01:33 p.m.
Vaya! Cuanta actividad Juan!!
Serías tan amable de "iluminarnos" sobre las "limosnas" que asegurado Euskadi ha recibido de Esspáña. Gracias!
Publicado por: ocasional | 04/25/2012 en 02:35 p.m.
Ocasional.
Deberías fijarte más en lo está escrito.
No he escrito nada de "limosnas que Euskadi ha recibido de España".
Y tambien leer un poco de historia o de crítica histórica, tu misma.-
Publicado por: Juan Rua | 04/26/2012 en 11:27 a.m.
Ocasional.
Te diré someramente, que tienen el P.Vasco y el Principat de Catalunya, en común.
Primero, para segurarse las fronteras con Francia, la corona, digamos española, les permitió algunas limosnas extras.
Luego esas limosnas se extendieron y les permitieron tener algunas fabriquitas.
Lo penúltimo fue meter una quinta columna dentro, enviaron los ahorros de la mayoría hacia alli y de paso los sobrantes de población.
Lo último está en marcha, descomponer por todos los medios la coherencia poblacional en esas comunidades y convertirlas en simples territorios habitados, como una finca.-
Publicado por: Juan Rua | 04/24/2012 en 05:19 p.m.
Bueno! Es evidente que no solo desconoceís vuestra propia historia sino que os inventaís la que os hubiera gustado que fuese y a base de repetirla esperaís que se convierta en realidad. Lo malo no es que lo hagaís con la vuestra, lo bochornoso es que intenteis lo mismo con la de los demás.
Usais técnicas de niño de instituto negando la mayor. Si negáis hasta lo que vosotros mismos habeís escrito... a la vista de todos y sin ningún pudor ¿Qué credibilidad esperáis tener?
Pues nada... a lo vuestro.... que sé que os hace ilusión y poco teneis que hacer el resto del día. Pero deberíais replantearos la imagen que gestáis dando si lo que buscáis es convencer a alguien..... (al fin y al cabo a los que son vosotros ya los tendido en el bote.. del resto ninguno)
Publicado por: ocasional | 04/26/2012 en 03:40 p.m.
Ocasional.
Nosotros, vosotros,lo vuestro...
no se de ni de que coño hablas y como realmente tampoco me interesa, pues amen.-
Publicado por: Juan Rua | 04/26/2012 en 09:53 p.m.