En la guerra civil, el Reich confió la defensa de sus intereses en la España republicana a la diplomacia chilena Por Víctor Farías La estructura de la praxis diplomática chilena, particularmente en Alemania, hace plenamente comprensible un hecho desconocido. A saber, que durante la guerra civil española el Reich -al reconocer el Gobierno de Franco en Salamanca- confió la defensa de sus intereses en el territorio de la España republicana a Chile, y que esta situación duró hasta el triunfo definitivo de Franco. El Gobierno chileno aceptó esta solicitud y puso a disposición del Reich los servicios de todo su cuerpo diplomático. De este modo, paralelamente, el Gobierno de Santiago asumía incluso la iniciativa en el contexto internacional, presionando en la Sociedad de Naciones para defender a sus protegidos alemanes refugiados en la embajada y que eran casi setecientos.
Éste es el contexto histórico a partir del cual se debe entender el documento que reproduzco a continuación:
"M/A Embajada de Chile. Confidencial número 52919. Berlín, 29 de mayo de 1937.
Señor ministro: Entre las muy numerosas peticiones de protección que a diario nos solicita el Reich alemán en favor de sus ciudadanos que se encuentran en la zona gubernamental española, estimo conveniente llevar al conocimiento de US. un caso especial y de extraordinaria importancia, que hace resaltar el honroso encargo que, por razones humanitarias, Chile ha aceptado de este Gobierno. En efecto, el día 21 de mayo, en las últimas horas de la tarde, el Ministerio de Asuntos Exteriores nos hizo un llamado urgentísimo a fin de requerir mi intervención en favor de dos ciudadanos alemanes, prisioneros y condenados a muerte por el Tribunal Vasco.
Se trataba de los aviadores señores Kienzle y Schulze-Blanc, que serían ejecutados en la madrugada del día 22, es decir, en breves horas más, y por cuya suerte se interesaban de forma especialísima las más altas autoridades civiles y militares de este país, pues ambos se habían distinguido especialmente en su carrera.
En vista de la premura del tiempo, dirigí al presidente Azaña y al presidente del Gobierno vasco el telegrama que a continuación transcribo a US.
“Como Decano Cuerpo Diplomático latinoamericano, me permito dirigirme a Vuestra Excelencia solicitando a vuestros altos y elevados sentimientos humanitarios conceda gracia vidas de los señores Kienzle y Schulze-Blanc, quienes serían fusilados mañana temprano en Bilbao, caso que no interviniera su elevada clemencia. No dudo que Vuestra Excelencia, movido por nuestros mismos sentimientos humanitarios, acogerá generosamente esta petición.
Respetuosamente salúdalo Embajador Porto Seguro”.
Como US. ve, y a fin de dar más fuerza a mi petición, después de consultar telefónicamente a mis colegas de Brasil y Argentina, hice uso de mi título de decano del Cuerpo Diplomático latinoamericano aquí acreditado.
En la mañana del 22 recibí la siguiente respuesta de Bilbao:
“Porto Seguro, Decano del Cuerpo Diplomático latinoamericano. Recibido telegrama invocando sentimientos humanitarios a favor Sres. Kienzle y Schulze-Blanc recójolo y traslado Gobierno. Advierto Vuecencia comprendo interés motivo humanidad pero hago observar extrañeza nos causa silencio ante inhumanos bombardeos verificados pilotos misma nacionalidad que los hoy condenados contra Gernika, causando más de dos mil muertos población civil, Durango, más de 600, Bilbao, Eibar, Amorebieta más de mil. Retirada pilotos extranjeros evitaría casos actual delito flagrante reconocido juicio público ante Tribunal derecho todas garantías asistencia más de 30 corresponsales extranjeros. Digna petición Vuecencia pondré conocimiento Gobierno que resolverá instruyendo en resolución extraordinariamente conducta posterior pilotos extranjeros. Afectuosamente salúdale Presidente Gobierno Euzkadi”.
Este telegrama, que significaba la postergación de la ejecución, lo transmití inmediatamente al Ministerio de Asuntos Exteriores y en el almuerzo que ese día 22 ofreciera el general Aracena a la aviación militar alemana, el secretario de Estado, general Milch, que estaba ya impuesto de la gestión, me expresó los agradecimientos más efusivos por nuestra afortunada intervención, de lo que deduje la importancia que representaba para la aviación alemana la vida de los Sres. Kienzle y Schulze-Blanc.
Por último, y como un dato ilustrativo, me permito informar a US. que desde que nos hicimos cargo de esta gestión hasta la fecha esta Embajada ha intervenido ya en más de cien casos que tramitamos directamente por medio de oficios, telegramas y conversaciones telefónicas, con nuestra representación diplomática en Madrid, que en todo momento ha secundado eficazmente nuestra acción.
Dios guarde a US.
Luis V. de Porto-Seguro".
El general Milch acababa de recibir la Orden "Al Mérito" del Gobierno chileno. En 1947 iba a ser condenado a prisión perpetua (ver Anexo II). A los pocos días, el embajador chileno podía completar las buenas noticias a su ministro: "Gestiones posteriores realizadas, después de obtenida la postergación de la ejecución de los aviadores alemanes, señores Schulze-Blanc y Kienzle, alcanzaron un completo éxito, ya que gracias a ellas se efectuó un cambio de tres prisioneros en el que ambos fueron comprendidos. Felizmente, el canje de estos prisioneros alcanzó a realizarse el día antes del bombardeo al Deutschland y del ataque de represalia a Almería, hechos que indudablemente habrían dificultado esta gestión". Tras la "represalia" a la que alude Porto-Seguro se escondían cuestiones decisivas. Con el envío de barcos de guerra que bombardearon la población civil de Almería, el Reich concretaba su nueva política, formulada en 1936 por el führer de la Organización para el Extranjero (AO), Boffle: "¡Quien hoy ofenda o agreda a un alemán en el extranjero debe saber que ofende o agrede al Reich!". Con el pretexto de garantizar la evacuación de 15.000 alemanes de España se enviaron, por primera vez después de la Gran Guerra, fuerzas navales al extranjero.
Por todas las razones que surgen del modo en que la política exterior chilena se conducía y considerando a la vez los esfuerzos por ayudar (con vacilaciones notables) a la otra parte (españoles republicanos primero, judíos después), resulta difícil de entender las razones asumidas por el Gobierno para dar, en 1938, un paso tan grave como fue el retirase de la Sociedad de Naciones. ¡Mucho menos si las razones de tal medida eran que Chile "había planteado, en diversas ocasiones, sus puntos de vista acerca del convencimiento que tenía nuestro Gobierno en el sentido de que la organización actual de tan importante institución no era capaz de mantener la paz universal de acuerdo con los sanos principios que informaron su creación".
Al regresar a Alemania la Legión Cóndor, una vez cumplida su tarea, desfiló ante el führer, y la avenida en que lo hizo fue denominada Spanische Allee. El discurso de Hitler clarificó las cosas, a saber, que la presencia en España de la Legión Cóndor, la operación que llevó a cabo, "sirva como lección para nuestros adversarios porque ella fue una lucha por Alemania".
Un último documento debe ilustrar la primera parte de este excurso: el oficio enviado al ministro por el encargado de negocios ad interim Morla Lynch, en el que le comunica el envío de las condecoraciones que el Gobierno de Hitler había decidido otorgar al personal diplomático chileno como reconocimiento por los servicios prestados:
"Embajada de Chile. Diplomática. Remite condecoraciones.
Berlín, 9 de agosto de 1939.
Ordinario número 718 /113.
Señor Ministro:
Hace algún tiempo, cuando el infrascrito se hallaba a cargo de nuestra representación diplomática en Madrid, el Gobierno del Reich solicitó la nómina de los funcionarios de aquella misión -encargada entonces de los intereses alemanes en la España republicana- con el objeto de manifestarles su reconocimiento por la labor realizada en favor de sus nacionales residentes allí.
Acaba de llegar, ahora, a esta Embajada, una comunicación del Ministerio de Relaciones Exteriores del Reich en la cual le informa que el Gobierno de Alemania ha resuelto condecorar a los referidos funcionarios y, al mismo tiempo, le remite las insignias de aquellos que, actualmente, se encuentran en Chile, como son el coronel don Humberto Luco Meza y el comandante don Augusto Gómez Reyes, manifestando que los demás agraciados, que se encuentran en Europa, las recibirán por conducto de las misiones diplomáticas alemanas en los correspondientes países.
A fin de que las insignias de los señores Luco y Gómez vayan en forma más segura, he pedido a nuestro ex encargado de Negocios en París, don Moisés Vargas, que las lleve a ese Ministerio, conjuntamente con el presente oficio.
Dios guarde a US.
Carlos Morla Lynch.
DIC 12 1939.
Al señor ministro de Relaciones Exteriores y Comercio.
Santiago de Chile".
La última vez que un mandatario chileno visitó Euskadi fue cuando Frei, que había sido presidente de la República tras Pinochet, estuvo por Campo Volantín, donde se halla la Embajada de aaquella República.
Euskadi debe aprovechar su especial relación con ese Estado del Pacífico en el futuro.
Publicado por: D M-L | 08/15/2012 en 08:51 a.m.
Da lo mismo! No importa cuanta documentación aporte.... los amigos de lis nogales seguirán negándolo.
Publicado por: ocasional | 08/15/2012 en 09:26 p.m.
Si esos alemanes, eran pilotos del bombardeo
a Guernika, no entiendo el canje ni su puesta en libertad.
Debieron de ser ejecutados sin piedad ni acuerdo alguno.
En fin.
Victimas de Guernika, descansad en paz.-
Publicado por: Juan Rua | 08/18/2012 en 11:42 a.m.