Por: Lorenzo Sebastián
Todos los partidos políticos saben de la importancia de poseer o controlar una publicación periódica como instrumento imprescindible para informar, adoctrinar, organizar y movilizar a sus lectores, así como para debatir con sus adversarios. Desde sus inicios hasta la actualidad, el PNV no ha sido una excepción en este punto, ya que siempre procuró dotarse de un órgano oficial propio o de un periódico afín a sus intereses. El fundador del nacionalismo vasco, Sabino Arana Goiri (1865-1903), consciente de la influencia de la prensa escrita en la difusión ideológica, escribió en 1895: “Bajo el punto de vista de la extensión, es evidente que el medio más importante de propaganda es la prensa periódica, puesto que llega a todos los pueblos a la vez, y lo mismo penetra en el aristocrático palacio que en (...) la casería del aldeano”. Y añadió: “El periódico llega a la vez a la inteligencia y al corazón (...), es también, desde el punto de vista de la intensidad de la propaganda, el medio más adecuado e importante, dada la frecuencia con la que actúa”.
Consecuente con esta premisa, Arana editó, no sin sacrificio, varias publicaciones como Bizkaitarra (1893-1895), Baserritarra (1897), El Correo Vasco (1899), la Revista Trimestral de Ciencias, Bellas Artes y Letras. Euzkadi (1901), La Patria (1901-1903) o Patria (1903-1906). Aunque el diario donostiarra El Fuerista (1887-1898) acogió en sus veinte últimos días la doctrina jeltzale, hoy en día se considera a El Correo Vasco el primer diario nacionalista, cuya fundación tuvo lugar hace cien años.
El Correo Vasco se crea en un contexto favorable para la expansión del nacionalismo en Vizcaya: el 11 de septiembre de 1898, el PNV logra su primer éxito electoral, al obtener Sabino Arana el acta de diputado provincial; el 4 de noviembre, se funda el Centro Vasco de Bilbao; ya en 1899, el PNV consigue varias concejalías en los ayuntamientos de la capital vizcaína, Arteaga, Bermeo y Mundaca. Es en ese año cuando Arana intenta poner en marcha su proyecto de publicar todos los días un periódico nacionalista.
El 1 de abril, junto con Ramón de la Sota Llano y Juan Ortiz Artiñano, constituye una Junta superior encargada dé todos los aspectos relacionados con la dirección del futuro periódico. El 21 de abril, se forma una sociedad civil editora, dentro de la más estricta legalidad, con 31 socios euskalerriacos y nacionalistas. La aportación individual es de 100 pesetas, salvo la de los euskalerriacos Fausto Ibáñez de Aldecoa y Ramón de la Sota (1.000 pesetas cada uno). El 22 de mayo, se celebra en Guernica la Junta General de la fundación. En ese acto se aprueba el Reglamento extralegal, redactado por Arana. El mismo fija, además, unas instrucciones formales y de contenido que el futuro director ha de cumplir. Se trata de una especie de código deontológico con normas de carácter religioso, ético y político. Así, aconseja ofrecer una información generalista, variada, concisa, rigurosa y poco dada a la sátira. Como los textos son en su mayoría en castellano, propugna respetar los dictados de la Academia, excepto en los topónimos vascos, sujetos a la forma euskérica. Para los artículos en vascuence aboga por el respeto a la grafía empleada por el autor.
El 4 de junio, aparece el primer número de El Correo Vasco en Bilbao, villa en la que también se editaban el independiente El Noticiero Bilbaíno, el republicano El Norte, el monárquico-conservador EI Nervión y el liberal dinástico El Porvenir Vasco. La redacción del diario matutino se instala en el número 1 de la bilbaína calle Luchana. Sus primeros directores son Octaviano Mir y Pedro Torróntegui. También figuran en plantilla el redactor-traductor Teófilo Guiard, el redactor-taquígrafo Larrea, el gacetillero Ángel Jausoro (sustituido por el también redactor Pedro Grijalba), el editor Sebastián Amorrortu y el administrador Juan Ortiz Artiñano. Entre sus colaboradores se encuentran, entre otros, Valentín Manterola, Aniceto Rezola, Ángel Zabalay Dibildos. Algunos autores atribuyen a Luis Arana el cargo de administrador y a su hermano Sabino, las funciones de director, censor, editorialista, principal redactor y autor de setenta artículos, doce de ellos en euskera.
El Correo Vasco no se presenta como el órgano oficial del PNV, pero su línea editorial está a su servicio. Esta intenta mantener un tono menos beligerante en su ideología nacionalista y católica que Bizkaitarra y Baserritarra, aunque también publica artículos de contenido antiespañol e independentista. Todo ello se refleja en las siguientes secciones: Editorial, Prensa local, Información universal, Noticias del país, Artículos de colaboradores, Cabos sueltos, Noticias locales, Audiencia, Boletines oficiales y eclesiásticos, Sección religiosa, Efemérides, Miscelánea, Recreativa, Telegramas y teléfono, Sección marítima, Servicios públicos y Anuncios.
Este primer diario nacionalista, que llegó a tener más de un millar de suscriptores, publicó 103 números, el último el 15 de septiembre de 1899. Un Decreto que suspendió las garantías constitucionales en bizKaIa acabó con los tres meses de vida del diario. Esta medida represora afectó también al semanario Euskalduna y provocó la clausura temporal del Centro Vasco, del Batzoki Bermiotarra, de la Sociedad Euskalduna de Baracaldo y del Orfeón Euskeria de Bilbao. Parece ser que se intentó continuar la publicación de El Correo Vasco en alguna otra población no bizkaína.
Tras el fallecimiento de Arana, el nacionalismo vasco siguió editando numerosos periódicos y revistas, ofreciendo su máxima difusión y oferta durante la II República y la Guerra Civil. La dictadura de Franco segó este esplendor periodístico, que encabezó el diario Euzkadi (1913-1939).
Iñaki,
Empiezo a tener dudas de que vayáis realmente a sacar 4 jarleku a EH-Bildu.
Sí, es coerto que vais a recibir votos moderados, de gente urbana del PSOE y del PP, pero es posible que perdáis votos del PNV que escapen a EH-Bildu.
El planteamiento de campaña que hacéis, con un Urkullu desbocado en un regionalismo autonomista derechizado sin precededentes desde el horroroso Imaz, metiéndoos con EH-Bildu porque "ha guardado silencio durante 30 años ante la violencia", con el único fin de llevarse votos de Abesugoiti, me parece que es muy ineficaz, además de pathétique.
Estás seguro de que vais a ganar así? Allá vosotros, claro. Yo por mi parte prefiero que ganéis por un par de jarleku.
Cuando dentro de 4 años EH-Bildu se presente ante vuestros 4 añños de gobierno de coalición regionlista PNV-PSOE, de Urkullu y Ares, entonces no serån 2 ni 4, sino 7 jarleku los que la coalición que dirigirá Sortu os va a a sacar.
Publicado por: Donatien Martinez-Labegerie | 09/01/2012 en 09:06 a.m.
Interesante artículo. Aparecen Sota y los euskalerriakos como nacionalistas vascos, eso es importante: al nacionalismo se suma la tradición fuerista liberal de Sagarminaga y Egaña, y la de los hijos de la ilustración como Yandiola. Se hacen nacionalistas los herederos de los defensores del Bilbao sitiado. Ya sin complejos, sin intención de organizar "tercios vascongados", con un nuevo y viejo objetivo: recuperar las instituciones vascas para los vasos, en la medida de que las circunstancias lo permitan, poco a poco o acelerando si es posible: la historia de EAJ que pone a un pueblo en marcha, y que siga con los que se sumen al caminar de Sabino, Sota, kizkitza, Irujo, Agirre, Leizaola, Ajuriagerra, Garaikoetxea, Ardanza, Ibarretxe, y Urkullu.
Publicado por: Fortunato | 09/04/2012 en 11:59 a.m.