El Ayuntamiento de Mundaka conmemoró el domingo el fusilamiento de un alcalde del PNV hace 75 años.
Alejandro Mallona tendrá un monolito en su recuerdo en la localidad marinera
Por: Iban Gorriti
El pueblo de Mundaka rindió el domingo homenaje a Alejandro Mallona, alcalde del PNV que fue fusilado en Derio por los fascistas sublevados contra la República democrática en días de Guerra Civil. En la documentación del Ayuntamiento de la localidad costera consta que fue ejecutado el 4 de septiembre de 1937 a los 59 años de edad.
El primer edil ya fue tiroteado años antes, intento de asesinato del que curó. Con motivo de que en el presente ejercicio se cumplen 75 años de su fusilamiento, Mundaka inauguró un monolito en el parque que lleva su nombre, junto al mar. El programa contempló un aurresku de honor y unas palabras de distintas personalidades. De forma previa, a las 13.00 horas, estas autoridades locales depositaron en el cementerio un ramo de flores sobre la tumba de quien "fue bueno por naturaleza e íntegro; creyente profundo y humanista", valoraron desde el consistorio local.
Alejandro Mallona Itza nació en el seno del matrimonio formado por Simón y Francisca en la anteiglesia y puebla de Mundaka el 10 de febrero de 1878, dos años después de la última Guerra Carlista (1872-1876) que concluyó con la derrota del carlismo y la pérdida de la foralidad.
La fundación del PNV animó a Mallona a afiliarse al partido estando de acuerdo con las formulaciones ideológicas de Sabino Arana Goiri. Esta ideología caló en Mundaka donde en 1895 dos vecinos del municipio -Fabián de Ispizua y Salvador Etxeita- formaron parte del primer Bizkai Buru Batzar jeltzale. Etxeita resultó el primer alcalde del PNV en la localidad. Por aquel entonces Mallona trabajaba de marino mercante y posteriormente fue elegido concejal en el Ayuntamiento de Mundaka en 1931 con una corporación plena del PNV presidida por José Arrotegi, que acabó siendo destituida por orden gubernativa en 1932 y sustituida por una comisión gestora.
Sin embargo, al año siguiente, en las elecciones municipales de 1933, Alejandro Mallona fue nombrado alcalde quien rubricó en la primera sesión municipal este acta: "Este Ayuntamiento protesta por la ley del 25 de octubre de 1839 impuesta por la monarquía española a Bizkaya y sus hermanas las regiones vascas peninsulares; y pide a los poderes de la República la declaren ilegítima y sin aplicación en Bizkaya con todas las consecuencias jurídicas que de esta declaración hayan de derivarse".
UN TIRO EN EL OJO
Tras un año en el gobierno local, el alcalde recibió un tiro en un ojo cuando pasaba por la calle principal del municipio un autobús que transportaba a miembros de Acción Republicana que iban a un mitin a Bermeo. Otro disparó alcanzó al joven Juan Mari Salaberri. El abogado de Getxo José Antonio Aguirre -más tarde sería designado lehendakari- defendió a Mallona en las causas civiles abiertas por el atentado.
Tras curar sus heridas, el máximo mandatario volvió a desempeñar su cargo en el Ayuntamiento y, en la Comisión Permanente de Alcaldes del País Vasco con el objeto de elaborar el borrador del Estatuto de Estella de 1932. Defensor como era de los derechos fundamentales de Euzkadi, abogó por la implantación de la Universidad Vasca junto con Aguirre, entonces alcalde de Getxo; Marcelino Monasterio, alcalde de Bermeo y el alcalde de Estella, Fortunato Agirre.
Mallona volvió a encontrarse con otra barricada en su trabajo. En esta ocasión, por un pleno que defendía el Concierto Económico y de los derechos de Euzkadi, fue detenido y conducido a Gernika, donde fue procesado por "desobediencia" y suspendido en funciones. El resto de corporativos locales se mostraron solidarios con el alcalde y acabaron renunciando a sus cargos.
Estallada la Guerra Civil, el Gobierno de la República promulgó y aprobó el Estatuto de Estella en 1936 para Bizkaia, Araba y Gipuzkoa. Nafarroa no continuó. Mallona acudió con toda su corporación a la toma de posesión y juramento del primer lehendakari José Antonio Aguirre bajo el Árbol de Gernika. Cuatro días después de los recordados bombardeos de Gernika y Munitibar, los sublevados entraron en Mundaka. Mallona, al cabo de unos días, se presentó en la casa consistorial "en una actitud de nobleza e inocencia", valoran desde el Ayuntamiento.
Resultó detenido y enviado a la cárcel de Larrinaga, en Bilbao. Un testigo de la detención declaró que "Mallona es un sujeto peligroso por sus ideas nacionalistas acérrimas y por ser activo propagandista de sus ideas, dañinas al concepto de la Nueva España".
Desde la Sociedad de Ciencias Aranzadi recordaron que cuando el pueblo de Mundaka tuvo noticia del apresamiento del máximo gobernante local recogieron firmas para elevar la petición de indulto para este hombre casado, padre de tres hijos. Según testimonios de la época, Mallona fue fusilado junto a cuatro comunistas "a los que convirtió" in situ, dicen los historiadores. Y por ello, solicitó que le fusilaran el último "para así poder él rogar breves momentos por sus almas".
Un fusilado que murió perdonando
Según recoge un acta de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, el alcalde de Mundaka Alejandro Mallona murió de cara al paredón ejecutor y perdonando a los que habían contribuido a su muerte. Según se desprende del estudio, se le negó "el consuelo de despedirse de su esposa y una hija, que se hallaban encarceladas". Además, subrayan que recomendó por escrito a sus familiares el perdón a sus enemigos, dato este común y de obligada escritura por los fascistas a quienes iban a morir para poder redactar sus cartas de despedida a sus familias. El Consejo de Guerra Permanente celebrado en Bilbao el 21 de julio de 1937 falló el procedimiento sumarísimo de urgencia por el que se condenó a Mallona a pena de muerte. La pena se cumplió el 4 de septiembre de 1937 en los paredones del cementerio de Derio y se le enterró el mismo día. Según relatan desde Aranzadi "en 1949, sus restos se cambiaron a otra sepultura y en 1987 se llevó al cementerio de Mundaka". En los actos organizados por el Ayuntamiento hizo hincapié "en la creencia en las razones que legitiman los derechos nacionales del pueblo vasco", señalan desde el Ayuntamiento.
Alendro Mallona,
creo que fue hermano de Angel mallona Iza, mi abuelo quien se mudo a Nicaragua y quien fue tambien alcalde de una publito pequeno llamado 'El Rama' donde nacio mi papa.
Que Bueno que le hicieron un monumento.
Gracias
Martin Mallona
Publicado por: Martin mallona | 01/07/2013 en 08:47 p.m.