A.Ojanguren,
Umberto Biancamano 5,
00185 Roma
2 Abril, 1982.
Sr. Dn. Iñaki Anasagasti,
Bilbao.
Querido compatriota,
Acuso recibo a su atta. del 25 Marzo interesándose por mi opinión sobre la personalidad del Lehendakari, pero... ¿qué opinión puedo facilitarle a Vd. tratándose de un amigo del alma?
Puedo sin embargo ofrecerle la de un amigo socialista. Seguido de una de mis frecuentes visitas a José Antonio en el departamento de Gobernación en el edificio de la Bilbaína con motivo de las evacuaciones a Francia encontré a Siro Retana, periodista de EL LIBERAL. Durante el curso de nuestra conversación sobre la difícil situación por que atravesaba Euzkadi le pregunté:
¿Qué tal os arregláis vosotros con el Lehendakari?
Sin titubear un instante me contestó con una frase que quedó grabada en mi mente que después de 40 años aún la recuerdo para repetirla:
CON JOSÉ ANTONIO SE PUEDE IR A CUALQUIER PARTE.
Creo sinceramente que esta sencilla frase le retrata de cuerpo entero.
Su prematuro fallecimiento a los 56 años ocurrido en París el 22 de Marzo de 1960 fue una verdadera tragedia para su pueblo que aún después de los años transcurridos lo lleva en su corazón.
Extendiéndome sobre sus relaciones con José Antonio mencionaré mi viaje a Barcelona desde Londres acompañado por mi ex-jefe en Bilbao Mr. Ralph Stevenson (q.e.p.d.) Cónsul británico en Bilbao. Informado José Antonio de nuestra llegada a Barcelona nos recomendó que no nos hospedásemos en ningún hotel sino en su casa. Aceptamos la invitación y en su casa nos hospedamos. Recuerdo muy bien que durante una de nuestras charlas de sobre-mesa tratamos de la destrucción de Gernika, y, fue entonces cuando dije al Lehendakari que de la destrucción de Gernika, el reportaje de Mr. Stevenson quizá sea el único existente expedido por una autoridad consular. Inmediatamente, José Antonio, dirigiéndose a Mr. Stevenson le preguntó: ¿Podría Vd. facilitarme una copia? Una sonrisa y encogida de hombros fue su respuesta.
A los 35 años, Dn. Manuel Irujo, de acuerdo conmigo consiguió la deseada copia, cuyo original y traducción fueron enviadas al gobierno Vasco.
Me pregunta Vd. también sobre mis relaciones con el Vaticano. Tuve muy pocas, todas ellas con resultado negativo.
Le recordaré la visita a Roma de las madres de los encartados en el proceso de Burgos con la intención de ser recibidas por el Santo Padre. Para tratar de esta visita acompañé al Vaticano a una de las madres y un sacerdote que vino con ellas desde Bilbao.
EL resultado de nuestra visita fue negativo lo que no fue obstáculo para que a nuestra salida encontrásemos formada la guardia Suiza en espera de la llegada de GROMIKO.
En otra ocasión traté de conseguir la intervención del Vaticano a favor de los sacerdotes Vascos detenidos en la España de Franco con resultado asimismo negativo.
No olvido el detalle de la visita de un delegado del Papa a las madres antes de su partida para España para hacerles entrega de los rosarios que les enviaba el Santo Padre. En mi presencia, el obsequio fue rechazado por las madres.
Si alguno de Vds, decidiese venir a Roma tendré mucho gusto en poner a su disposición toda la correspondencia cruzada durante mi gestión.
A su disposición con un fuertísimo abrazo,
Suyo,
A. Ojanguren
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