Sergio Romero es el embajador de Chile en Madrid. Le conocí, cuando en Bilbao se organizó en 2005 el Foro Parlamentario Iberoamericano. Me habló de su educación con un escolapio vasco que le marcó y de sus amistades con los vascos de Chile. En su etapa de presidente del Senado logró que al Lehendakari Ibarretxe le colocaran en un lugar destacado en la toma de posesión de la presidenta Bachelet. Es un tipo de mundo e irónico.
Le vi en Semana Santa en Zamora. Me recomendó leyera este libro. "Te va a gustar. Está bien escrito y presenta otro Salvador Allende, más humano". Y lo compré y lo he leído estos días. Y es verdad. Gusta. Es un libro bien escrito y original.
“Ninguno de los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas chilenas responde en su domicilio la mañana del 11 de septiembre de 1973. Todo indica que el golpe de Estado está en marcha. Salvador Allende se dirige al Palacio de La Moneda. Y Rufino, asistente personal del presidente, viejo compañero en un taller anarquista y gran amante del tango, afición que comparte con el mandatario, escribe en un cuaderno escolar la historia de la tragedia que se avecina.
Muchos años después, ya derrumbados los muros de la Guerra Fría, el mismo cuaderno ve la luz cuando inesperadamente llega a las manos de David Kurtz, ex agente de la CÍA, quien a través de sus páginas irá descubriendo no solo la vida íntima del presidente, sino también secretos inimaginables de su propio pasado.
Con talento y maestría, Roberto Ampuero nos entrega una novela apasionante sobre la lealtad y la traición, la honestidad y la impudicia, el amor y el desamor, el bien y el mal que anidan en el alma.
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