La celebración de efemérides históricas tiene siempre un componente íntimamente ligado a la realidad social y política. En muchas ocasiones estos hitos históricos explican y condicionan el presente. Hace 700 años, el Valle de Arán, recibió, de manos del Rey Jaime II de Aragón el fuero de la Querimónia, sobre el que ha desarrollado sus instituciones y sus costumbres.
Este Valle, es un valle singular que conserva con mucho arraigo sus instituciones, su lengua y sus costumbres, fruto en buena medida, de lo que sucedió un día de 1313 en la ciudad de Lleida. Esta es la efeméride que se celebrará el próximo día 23 de agosto en que se cumplirán 700 años del otorgamiento por el Rey de Aragón al Valle de Arán. Este otorgamiento, fue hecho a instancias de los representantes del pueblo aranés y se concreta en el Privilegio conocido con el nombre de QUERIMONIA, que a lo largo de 22 capítulos ratifica de forma expresa y solemne los derechos, leyes y costumbres que desde tiempo inmemorial han regido la vida y organización política de los habitantes del Valle de Arán y que de una u otra forma han llegado hasta nuestros días. Un tiempo en que este Valle Pirenaico consiguió mantener su pertenencia a la Corona de Aragón y posteriormente al reino de España, a pesar de una situación geográfica que lo ubica al norte de los Pirineos y fuera de las fronteras naturales del estado. Una proeza histórica si tenemos en cuenta que los conflictos bélicos y las invasiones para adueñarse de este valle suman cerca de 40 ocasiones y en todas ellas, la participación del pueblo aranés en la defensa de su territorio fue definitiva. Un hecho que nos permite aseverar que fue, gracias a este pacto libre y voluntario, que los araneses defendieron y cumplieron su compromiso de preservar su pertenencia a la corona y al estado, sin ordenamientos feudales y con el único referente del pacto real.
Durante varios siglos, estos derechos y la organización política del Valle fueron total o parcialmente ratificados por todos los monarcas catalano-aragoneses, los Trastámaras, los Austrias y los Borbones.
En 1834 con la nueva división administrativa que supone la creación de las provincias, por decreto de la Reina Gobernadora, María Cristina, se suprime el Consejo General de Arán, y el valle queda adscrito, en la nueva ordenación provincial, a la provincia de Lérida. Aun así la Reina Isabel II confirmaría la Querimónia en 1846.
Se constata así que la peculiar forma de gobierno del Valle de Arán se prolonga en el tiempo más allá que la organización propia de Catalunya previa al Decreto de Nueva Planta de 1716 de Felipe V que, no incluyó el Valle de Arán en ninguno de los doce corregimientos en que se dividió el Principado por su apoyo al Rey en la Guerra de Sucesión.
En 1979 y a instancias de los alcaldes y representantes democráticos del pueblo aranés, el Estatuto de Autonomía de Catalunya en su disposición adicional primera, ordena: "En el marco de la Constitución y del presente Estatuto serán reconocidas y actualizadas las peculiaridades históricas de la organización administrativa interna del Valle de Arán".
En cumplimiento de ese mandato estatutario y tras más de 10 años de dilación, el Parlamento de Cataluña, aprobó la Ley del Parlamento de Cataluña 16/1990, de 13 de Julio, sobre el régimen especial del Valle de Arán, al que se define como entidad territorial con personalidad jurídica propia formada por la agrupación de determinados municipios (art 1.2). Esta Ley dice en su prólogo: "En este sentido esta Ley restituye a los araneses de forma actualizada una estructura administrativa que sin perjuicio de la organización municipal pueda hacer posible la gestión más inmediata de aquellas atribuciones que afecten directamente a los intereses propios del territorio". Así mismo en su artículo tercero, ordena, que "el Valle de Arán no pueda ser incluido en ninguna división territorial propia de Catalunya, que no sea él mismo.
El vigente Estatuto de Autonomía de Cataluña en su artículo 11 enuncia:
1- "El pueblo aranés ejerce el autogobierno mediante este Estatuto, el Consejo General de Arán y las otras Instituciones propias."
2- “Los ciudadanos de Cataluña y sus instituciones políticas reconocen Arán, como una realidad occitana dotada de identidad cultural, histórica, geográfica y lingüística defendida por los araneses a lo largo de los siglos. Este Estatuto reconoce y ampara y respeta esta singularidad y reconoce Arán como entidad territorial singular dentro de Cataluña, la cual es objeto de una particular protección por medio de un régimen jurídico especial."
El propio Estatuto titula el capítulo VII "ORGANIZACIÓN INSTITUCIONAL PROPIA DE ARÁN", que constituye el artículo 94 del referido Estatuto y que dice en el punto primero del mismo: "Arán dispone de un régimen jurídico especial establecido por Ley del Parlamento. Por medio de este régimen se reconoce la especificidad de la organización institucional y administrativa de Arán y se garantiza su autonomía para ordenar los asuntos públicos de su territorio".
Ante la trayectoria histórica de Arán y el corpus legal expuesto, podemos afirmar que Arán es una realidad diferente y singular, unida a Cataluña que conserva su propia identidad histórico-política.
El Arán fue uno de los pocos territorios integrantes de la Monarquía española que pese a la unificación de Derecho Público y de las instituciones políticas y administrativas del resto de los reinos y regiones de España culminada en los Decretos de Nueva Planta de 1707, 1711, 1715 y 1716 mantuvieron sus propios fueros (entendido tanto en el sentido de peculiar forma de organización de sus poderes públicos como el régimen jurídico, propio en otras materias), durante el siglo XVIII y gran parte del XIX.
Esta característica única en Cataluña, recibe hoy un tratamiento diferencial reconocido en el Estatuto de Autonomía de Cataluña a través de un régimen específico de organización para el Arán.
Por ello los grupos parlamentarios firmantes proponen la siguiente:
MOCIÓN
El Senado de España, con motivo del VIl Centenario del otorgamiento por parte del Rey Jaime II de Aragón del privilegio de la Querimónia al Valle de Arán reconoce la realidad occitana del Arán, dotada de identidad cultural, histórica, geográfica y lingüística, defendida por los araneses durante siglos. En el marco de la Constitución Española y del Estatuto de Autonomía de Cataluña, reconoce, ampara y respeta la singularidad del Arán, la cual es objeto de una especial protección por medio de un régimen jurídico especial.
Los Grupos Parlamentarios abajo firmantes, al amparo de lo dispuesto en el Reglamento de la Cámara, presentan la siguiente MOCIÓN para su aprobación en el Pleno del Senado.
Palacio del Senado, 21 de mayo de 2013
Portavoz del G.P.
Popular Portavoz del G.P. Socialista
G.P. Catalán de CiU
Portavoz del G.P. Entesa pel Progrés de Catalunya
Portavoz del G.P. Vasco en el Senado
Portavoz G. P. Mixto
Eso que llaman "el pueblo aranés" no pasa de ser otra entelequia de estos tiempos.
Si me voy a Viella y pregunto por Aurelio "Pardina" y María Jesús de "Manolé" quizás no sepan darme razón de estos nuevos araneses, originarios de otro valle pinenaico pero de Huesca, que se afincaron en Viella porque vieron allí mejores oportunidades para sacar adelante su familia. Ni sentimiento aranés, ni Querimónia, ni zarandajas por el estilo. Comprar y vender, montar una fonda, hacer casas y pagar los menos impuestos posibles, ese fue su credo y no les ha ido mal.
Y como ellos, otros cientos de "araneses" de los 10.295 habitantes (INE 2009)con que contaba el valle. Por cierto, que sólo el 34,2% de la población del Valle de Arán tiene al aranés como su lengua materna, siendo la lengua más utilizada el castellano.
El senado se divierte con declaraciones de ese tipo, probablemente. Mientras tanto los contrabandistas de tabaco hacen el gran negocio desde Andorra metiendo cajetillas y cajetillas en Bilbao...hasta que la Policía Nacional les estropea el negocio.
Publicado por: Io | 05/31/2013 en 07:42 a.m.
Antes que el senado español, la generalitat de Catalunya ya reconoció la identidad aranesa en su estatuto de autonomía (el primero de la democracia actual), ayudó a aprender el aranés, a normativizarlo y que se hable en los medios de comunicación.
Publicado por: Francesc Rebolledo i Bonjoch | 05/31/2013 en 05:27 p.m.