Suele ocurrir cuando te mandan a distancia. Desde Génova 13. Porque Arantza Quiroga no es precisamente la bienquerida del PP vasco. Tras la desaparición de ETA y la necesaria gestión de un tablero político más normalizado, Arantza Quiroga es para muchos en el PP y en la política vasca una María San Gil algo más light. Pero de su misma sombra. Una mujer de blancos y negros. Sin grises. Y si Basagoiti era un Mayor Oreja con lenguaje cheli, Arantza Quiroga es lo predecible para el PP de Madrid.
Fue un ejercicio interesante escucharle a Laura Garrido hablar de las bondades de la que va a ser su nueva presidenta en el programa de Radio Euskadi de los sábados "El Parlamento de las Ondas". Parecía alguien describiendo una acera. Ni un elogio, ni una virtud, ni un piropo. Se ha decidido y punto. Seguramente todavía supura por aquella herida de hace cuatro años cuando la mejor colocada para ser presidenta del Parlamento Vasco era ella por su conocimiento del euskera, pero Basagoiti puso su dedo mágico en Quiroga que para él daba mejor en la foto.
Y es que Quiroga es de Irún y forma parte de un PP que en Gipuzkoa es casi marginal, pero no así en Araba donde manda, está presente, condiciona la política y gobierna en la Diputación de Araba con Javier de Andrés. Pero a éste como a Maroto les han madrugado desde Madrid y desde los enchufes de Basagoiti. Y están molestos, aunque callados. Pero ésta ha sido la historia del Quirogazo. Adelantarse para que no pudiera cuajar la lógica candidatura surgida de Araba.
Antón Damborenea ha justificado su apoyo a Quiroga "por su honestidad y decir lo que piensa". ¡Vaya dos cualidades para liderar el PP!. ¿Qué significa? ¿Que los demás son deshonestos y no dicen lo que piensan? Pues parece que no. Quiroga es respetada pero no querida y carece de la empatía suficiente para liderar proyectos distintos que se salgan del raíl. Pero allá ellos. Para el nacionalismo institucional es preferible una Arantza Quiroga que alguien que rompa moldes en el PP y se tome en serio su papel de partido vasco. En resumen. Que los alaveses del PP no están nada contentos pero Arantza Quiroga, Cospedal, Rajoy y Arenas, están encantados. Y todos felices. Menos los peperos alaveses.
Y Basagoiti cantando rancheras.
CAYETANO ECHA FUEGO
En resumen. Tenemos a los alaveses cabreados, tenemos a Basagoiti tomando tequila y tenemos a Mayor Oreja, Iturgaiz, y a María San Gil echando espuma por la boca. Y si no lean las reflexiones que acaba de hacer Cayetano González, Jefe de prensa de Mayor Oreja y miembro de ese sector del PP.
Miren que reflexión tan interesante:
Si yo fuera Arantza Quiroga, leería con detenimiento, subrayaría con rotulador rojo y, sobre todo, haría todo lo contrario de lo que el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, ha dicho que tiene hacer la que este martes se convertirá de forma oficial en sucesora de Antonio Basagoiti al frente del PP vasco. Una sucesión cocinada en un reservado del restaurante El Caserón de Vitoria por el propio Basagoiti con los dirigentes provinciales de los populares vascos y apoyada por Rajoy y por María Dolores de Cospedal desde los despachos de Moncloa y Génova. Es decir, todo muy democrático y, sobre todo, abierto y participativo para los cerca de 6.200 sufridos militantes del PP del País Vasco.
Ha dicho Ortuzar que Basagoiti, durante los cinco años en que ha sido el líder de los populares vascos, "ha contribuido a democratizar al PP vasco, que en los años anteriores iba a una peligrosa deriva que le llevaba a situarse al borde, pero por fuera, de la democracia". Y, claro, para Ortuzar, ¿quiénes fueron los principales responsables de esa supuesta deriva antidemocrática? La respuesta es muy sencilla y previsible en la mente de un dirigente del PNV: nada menos que el tridente formado por José María Aznar, Jaime Mayor Oreja y María San Gil, a los que acusa de haber demonizado políticamente al PNV: incluso les habría faltado muy poco para legalizarlo.
Se olvida Ortuzar que en aquellos años, entre otras menudencias, el PNV, después del asesinato de Miguel Ángel Blanco en julio de 1997, abandonó el bando de los demócratas y se fue a Estella a pactar con ETA la exclusión del PP y del PSE de la vida política vasca. Pero eso debe ser un tema menor para el dirigente nacionalista. Para acabar de arreglarlo, Ortuzar ha lanzado otro piropo envenenado al actual PP:
Con Basagoiti, y yo diría también que con el PP de Rajoy, esas cosas han cambiado.
El PP vasco de Jaime Mayor Oreja, Carlos Iturgaiz y María San Gil fue durante muchos años un referente político, ético y moral, no solamente para los vascos no nacionalistas, que les votaban en proporciones mucho más importantes que las que pueden exhibir los Basagoiti's Boys (Oyarzabal, Alonso, Semper, Maroto), sino para muchos conciudadanos en el resto de España, que veían en su firmeza en la lucha contra ETA y en la defensa de unos principios y de unos valores en el País Vasco un claro ejemplo que seguir. Sobre todo, cuando por defender esas ideas los mataban como a conejos. Cabe recordar que entre enero de 1995 –año en que ETA asesinó al presidente del PP de Gipuzkoa, Gregorio Ordóñez– y julio de 2001, en que la banda terrorista asesinó al concejal de UPN de la localidad navarra de Leiza José Javier Múgica, fueron un total de quince los concejales o cargos públicos del PP asesinados, en el País Vasco, en Navarra, en Cataluña, en Aragón y en Andalucía.
Todo esto cambió en el 2008, cuando María San Gil decidió abandonar la Presidencia del PP vasco días antes del Congreso de Valencia, ante lo que ella consideraba una postura absolutamente tibia de Rajoy –que como siempre no dio la cara y le dejó a su lacayo José María Lasalle que hiciera el trabajo sucio– en la redacción de la ponencia política que debía fijar la posición del PP respecto a los nacionalismos.
Con la llegada de Basagoiti a la Presidencia tras la marcha de San Gil y, sobre todo, con el nefasto papel desempeñado durante estos años por personajes muy mediocres, como Iñaki Oyarzabal, Borja Semper, Javier Maroto y algunos otros, el PP vasco empezó rápidamente a perder el norte, a desdibujarse ideológicamente, a estar obsesionado por que el nacionalismo sociológico, tan influyente en la sociedad vasca, le perdonara la vida; a querer ser pop y guay, porque lo anterior –lo de Mayor Oreja, Iturgaiz o San Gil– era excesivamente carca y rancio. Ellos eran los modernos y los que iban a sacar, decían textualmente, al PP vasco de las catacumbas. El fruto de esa política lo recogieron todos estos cerebrines en las elecciones autonómicas de octubre del 2012: pasaron de los 327.000 votos y 19 escaños de Jaime Mayor en mayo de 2001 a 130.000 votos y 10 escaños. Eso sí, ni el menor atisbo de autocrítica por esta debacle ni, por supuesto, ninguna dimisión.
Por eso, la gran duda que puede suscitar –mas allá de la forma poco democrática de llevarlo a cabo– el relevo de Basagoiti por Quiroga es si esta mujer guipuzcoana, que supo manejar con solvencia y acierto su cargo la Presidencia del Parlamento vasco en la anterior legislatura, querrá y, luego, si la dejarán –los Oyarzabal de turno– cambiar las cosas dentro del PP vasco, para que éste deje de ser el partido irreconocible en el que se ha convertido para gran parte de sus electores y para muchos españoles en estos últimos cinco años. El PP vasco tiene que volver a hacer de la defensa de los principios y valores que le hicieron grande y un referente en el resto de España su principal seña de identidad.
Esa es la tarea que tiene por delante Arantza Quiroga. Sólo el tiempo, no mucho ciertamente, dirá si quiere y está en disposición de lograrlo. Pero de entrada, para no equivocarse, tiene que hacer todo lo contrario de lo que le ha dicho que haga el presidente del PNV, Andoni Ortuzar. De esa manera, el acierto está asegurado.
Con Quiroga con Q, con el lerdo de Bsagoiti o con la zombi San gil, el PP vasco no es más que la franquicia del franquismo en Euskadi.
Su única misión: hacernos la vida iomposible a los nacionalistas vascos, como su ideólogo Franco.
Son la escoria de la presunta democracia, amantes de la violencia de estado,defensores de la tortura radicales,ultramontanos...
Con la imagen de una rubia con coleta y pendientes de perlas o con el careto de mala persona de Mayor Oreja son lo mismo, zaborra.
Publicado por: CAUSTICO | 05/15/2013 en 07:43 a.m.
Estos peperos de la línea dura están esperando que ETA les haga otro favor (uno más) volviendo a las andadas y asesinando a uno de los suyos para volver a crecer en las elecciones y pillar poder
Porque los intereses particulares hacen extraños compañeros de cama
Publicado por: ipbster | 05/15/2013 en 08:47 a.m.
Hombre, Cayetano "Reclinator", diciendo bobadas como siempre, entre apreton y apreton de cilicio, pera esta vez apuntando tambien al PP. Pues que le vaya bonito y se compre una estampita nueva de san Escriva de Balaguer y otra de Franco, que le van a hacer falta para sobrellevar eso de una politica vasca sin Jaimito y, pronto, sin el cunado hinjiniero de Melchor Gil.
Que risas hisimos con ellos.
Publicado por: Alderdikide | 05/15/2013 en 09:36 a.m.
A mi de este asunto me ha hecho gracia el Ortega Lara pidiendo al frente del PP (vasco ?, no, espanol) al falangista de DENAES Abascal.
Pero Ortega Lara se dio de baja del PP, no ? Para que se mete ahora en la politica del PP ?
Es como si los ciudadanos vascos o catalanes una vez conseguida la independencia quisieran votar en las cortes madrilenas. Ridiculo !
Publicado por: takolo3 | 05/15/2013 en 10:03 a.m.
errata párrafo 7: para "Ilegalizarlo"
Publicado por: Mikel | 05/15/2013 en 11:04 a.m.
Uf! La lucha del PNV y el PP por el mismo electorado se adivina a cara de perro, por lo visto.
A quién votar? A Arantzi o a Andoni?
Esa es la cuestión, en efecto.
Publicado por: Donatien Martinez-Labegerie | 05/15/2013 en 11:58 a.m.
Pernando Barrena ha llamado "policía Cipaya" a lo que yo acostumbro a llamar "Cipayada".
Preludio del precio que algunos acabarán pagando, y que adivino muy alto.
Publicado por: Dóri Lang | 05/15/2013 en 12:05 p.m.
Lo que mas me fascina, Dora-Donaciano, es que realmente te lo crees.
In-cro-ya-ble.
Publicado por: Alderdikide | 05/15/2013 en 01:10 p.m.
Arantza Quiroga, además de estar puesta a dedo por Génova y Basagoiti, es el tipo de mujer que se da en la derecha, mas o menos guapa y ambiciosa, otros ejemplos serían, San Gil, Esperanza Aguirre, Cospedal, Rosa Díez, Saenz de Santamaría, Ana Botella, Isabel Tocino, Rita Barberá, etc., el modelo de todas ellas es siempre el mismo, Margareth Thatcher (en ocasiones hasta visten parecido) y su comportamiento el mismo que el de la "dama de hierro", FIRMEZA , FIRMEZA , FIRMEZA , DECIR QUE NO A TODO , DECIR QUE NO A TODO , DECIR QUE NO A TODO , claro que firme hay que ser cuando hay que serlo y flexible cuando conviene, estas lo son siempre por sistema en todos los temas y decir siempre que no a todo, no te convierte precisamente en un buen político, es facil decir siempre que no a todo pero en muchas ocasiones es contraproducente, si eres firme y nada flexible, lo que puede pasar en ocasiones es que te quiebres.
Publicado por: Ray | 05/15/2013 en 01:20 p.m.
Arantza Quiroga es esto, es lo otroooo, es, es, es...
Es mas facil que todo eso.
Es de Valladolid.
Es Castellana.
Me pregunto por qué cuando un gallego sale facha todo el mundo se acuerda de que es gallego, y cuando es castellano nadie.
Esto seria normal entre españoles, pero no entre vascos o catalanes.
Publicado por: Liberal Galego | 05/15/2013 en 03:54 p.m.
Hombre, Alderdizale, no me negarás que hay ahí 50 o 75,000 votos bailando, que pueden ir ora al PNV,mora al PP.
Si se van al PP, entonces Bildu se acerca peligrosamente, así que tenéis que andaros con ojo y portaros muy leal y derechistamente, por si acaso.
Eso lo saben hasta los bedeles del 12 de Ibáñez de Bilbao...
PD:
Por cierto, Bingen me tiene banneado uno de mis IP mas habituales en Deia, de mpdo que no puedo comentar. Tan nerviosos estáis algunos en el PNV que os rebajáis hasta ese extremo? Tan peligroso es que de vez en cuando escriba este servidor de nadie, un mindundi al fin y al cabo, algún comentario en El Ideal de Granada (otrora Euzkadiko Deya) ?
Publicado por: Dóri Lang | 05/15/2013 en 05:47 p.m.