J.M. VIDAL
«Éste es Francisco sin miedo», me decía ayer su amigo, el cardenal Claudio Hummes, cuando le preguntaba por el posible temor ante un atentado contra el Papa. Antes, reyes y papas temían tanto ser envenenados que, en sus viajes, se llevaban a sus propios cocineros y hasta a un probador de comida.
Este Papa se vino a Brasil, sacudido por las protestas de los indignados, a pecho descubierto. Hoy mismo mandó detener el Papamóvil ante un paisano que, en la calle, le ofrecía un vaso de mate, que cogió, dio dos sorbos y devolvió, dando las gracias.
Sin miedo a que lo envenenen y sin miedo a la que sus compañeros jesuitas llamaban, en el siglo XVI, la hierba del diablo. Para el jesuita Bergoglio, el mate es la hierba de los ángeles y su bebida favorita.
Aunque se la dé un desconocido en la calle. No sólo se mueve en Papamóvil descubierto, sino que, en sus desplazamientos más largos, utiliza un pequeño Fiat color gris, en el que, además, viaja con las ventanillas bajadas. Para en cualquier sitio, se acerca a cualquiera, se emborracha de gente y no teme nada.
Y eso que es consciente de que le acechan los enemigos. Se ha ganado a pulso la enemistad de los grandes poderes económicos, financieros y eclesiásticos. Porque, aunque apuesta por una Iglesia inclusiva, quiere dotarla de un ático para los pobres y de un atrio para los gentiles. A los políticos los llama corruptos y les pide «humildad social». Y con los suyos todavía es más duro y los manda «a las favelas, cantegriles y villas miseria».
Es tal su desamparo y los riesgos que asume que, tanto los de dentro como los de fuera, lo tienen a tiro. Cualquier desalmado, de motu propio o pagado por otro, puede darle una puñalada o dispararle. Y, en el propio Vaticano, tampoco parece estar a salvo. Todos tenemos en la memoria la muerte repentina y sin aclarar de su predecesor, Juan Pablo I, el Papa de la sonrisa. Dicen que porque quería hacer pequeños cambios en la Curia. Y Francisco se propone reformarla de arriba abajo, empezando por el IOR, el Banco Vaticano, causa de todos los males de la Santa Sede.
Sabe Francisco que así acabaron todos los profetas, empezando por el Nazareno. Y se pone en manos de la Providencia. Por eso, avanza sin miedo, fiándose sólo de Dios y de su propia humanidad. Abraza con fuerza y saluda de todas las formas posibles. Su cara es un poema. Sus gestos, encíclicas más populares que la última que le escribió su predecesor y él firmó. Y tampoco faltan los besos, muchos besos a bebés, niños y ancianos, sobre todo.
Sus manos hablan. Manos de Papa que estrechan con fuerza las de los demás. Manos del Papa que se mueven sin parar. Manos que bendicen a un bebé en el vientre de su madre. Ríe hoy, en el teatro municipal. Tras el acto con la sociedad civil de Río, subieron a saludar al Papa una nutrida representación. Desde una niña con síndrome de Down a unos indígenas, pasando por una embarazada. Cuando Francisco se vio ante ella, lo primero que le pre¬guntó, como haría cualquier persona, es de cuántos meses estaba. Y lo segundo, colocar sus manos sobre el vientre de la mujer embarazada. Una criatura bendecida incluso antes de nacer por el Papa humano y, quizás por eso, sin miedo.
Otro Blog del que me parece que. me están echando (quien pide mi expulsión tiene cierta mano en su dirección, pues es colaborador del programa, veremos, aunque me temo lo peor):
http://www.diariorc.com/2013/08/09/rlc-09-08-2013-gibraltar-un-velo-sobre-los-problemas-y-demas-noticias-internacionales/
Simplemente por ser quien soy, no por mis constructivas intervenciones en él.
¡En franquismo ha dejado su poso Outre-Bidassoa en tanta gente insospechada!
Publicado por: Donatien Martinez-Labegerie | 08/10/2013 en 02:35 p.m.
Hay otra escena en que podían hacer un cameo Ocasional y Txilinasti.
Es esa del mismo filme en que los soldados alemanes, que están en Francia (en el frente del Marne) se alojan en una casa donde sus anfitriones son ni mán nienos que mujeres lugareñas (francesas) con los maridos en el frente de la gran carnicería-charcutería, y son agasajados por las damas... ...
Publicado por: Donatien Martínez-Labegerie | 08/10/2013 en 07:03 p.m.
Bueno, ya me han echado.
Ni siquiera puedo abrir la web, pues aparece una ventana en blanco y una frase: "YOU ARE BANNED".
Pero me gutaría recordar, ya que han tocado ese tema -al parecer Trevijano había leído ciertos puntos sobre las íes míos y había propuesto a sus chicos (los mismos que le ocultan que me han banneado) hablar sobre el tema- que el Tratado de Utrecht incluye, en su ARTICULO XV, la siguiente disposición:
"(...) And whereas it is insisted on the part of Spain, that certain rights of fishing at the island of Newfoundland belong to the Guipuscoans, or other subjects of the Catholic King, her Britannic Majesty consents and agrees, that all such privileges as the Guipuscoans and other people of Spain are able to make claim to by right, shall be allowed and preserved to them"
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Lo que significa, según mi interpretación, que si Gibraltar debe ser hoy Britain, entonces Newfoundland debería der hoy Territorio de Euskal Herria del modo juridico que se articule.
Porque hasta donde yo sé actualmente lo ocupa "Canadá", y eso de "Canadá" no aparece por nonguna parte en el Treaty.
Publicado por: Donatien Martínez-Labegerie | 08/10/2013 en 09:54 p.m.
Lo siento, Donatien, de verdad... pero tú no estás bien. Deja la botella antes de escribir o tómate antes la pastilla.
Qué te pasa? Ya tienes una exnovia más para la colección?? A que sí??
Publicado por: ocasional | 08/11/2013 en 12:26 a.m.
A ver cuando te echan de éste
Publicado por: CAUSTICO | 08/11/2013 en 08:04 a.m.