El ensayista Renaud Girard confía en que un reformador pueda traer el cambio a Egipto
«No existe ningún problema de incompatibilidad de la democracia con el mundo árabe». Para el ensayista e histórico corresponsal de guerra del diario francés Le Fígaro, Renaud Girard, de 58 años, donde «sí hay una incompatibilidad considerable es con el islam».
El autor de “¿Por qué luchan entre sí? Viaje a las guerras de Oriente Próximo” (de la editorial Flammarion), que cubrió los principales conflictos de la región durante los últimos 30 años, considera, pese a la complicada situación que atraviesa Egipto, que «la democracia no tiene problemas para instalarse en un país árabe o en un país musulmán». «Basta pensar», añade convencido, «en lo que ocurre en Pakistán, en Turquía o en Irán, países de población no árabe, pero sí musulmana en su inmensa mayoría».
Pero, entonces, ¿por qué sostiene que el islam sí es alérgico a la democracia? «No existe en la civilización musulmana una separación entre la esfera religiosa y la política. Nunca la hubo, desde el siglo VII en adelante. Separación que, sin embargo, es la base y el fundamento de la civilización occidental. Y desde el principio del cristianismo, si nos atenemos a la frase que los Evangelios le atribuyen a Jesús: 'Dad a César lo que es del César y a Dios, lo que es de Dios'. Cristo no quería interferir en la política».
Se podría objetar que no siempre, a lo largo de los siglos, la Iglesia siguió el ejemplo de Cristo, pero Renaud Girard precisa que, en el universo cristiano, el poder religioso nunca prevaleció sobre el político, como sucede en el mundo musulmán. «Para el Corán, Mahoma es el jefe religioso, militar y político. Y es el propio Corán el que establece que, en un juicio, por ejemplo, el testimonio de una mujer vale la mitad menos que el de un hombre. En el islam contemporáneo, el fundador de los Hermanos Musulmanes, Hasan al Banna, es reconocido como guía supremo por su movimiento. No es posible una libre interpretación de los textos sagrados en el mundo suní desde los tiempos de Averroes, cuando la libre interpretación fue prohibida y el espíritu crítico fue considerado como algo satánico».
Para Girard, mientras lo que permanezca sea sólo la verdad revelada, la democracia está en fuera de juego. «Por eso, los chiíes son menos peligrosos que los suníes radicales», explica. «Porque han conservado la libertad de interpretación y hay, incluso, escuelas chiíes que rechazan al Gobierno teocrático de Irán. A diferencia del cristianismo, el islam no se ha reformado. Más aún, se ha radicalizado con la aparición del wahabismo, que no acepta la evolución del mundo».
Sin embargo, el ensayista conserva aún la esperanza de que, en algún momento, Egipto pueda vivir en democracia. «Hay una parte de la juventud egipcia convencida de que la religión es una cuestión individual, una relación entre Dios y la propia conciencia. Escribo a menudo, para bromear, que el musulmán se preocupa de su relación personal con Dios, mientras el Hermano Musulmán está obsesionado de la relación de su vecino con Dios. Se trata de una broma, pero los egipcios son muy nacionalistas y están muy orgullosos de su pasado, de los faraones y no aceptan a alguien que, como [Mohamed] Mursi, parece despreciarlo. Si apareciese mañana un nuevo pensador de la talla de Muhammad Abduh, un auténtico reformador, el cambio podría ser muy rápido».
Líbano es árabe y ejemplar, el espejo en el que debería fijarse el futuro modelo egipicio para insertar al 70% de población mahometana e infraeducada.
Chiíes, cristianos, drusos, suníes y un largo etcétera, y no pasa nada en el país del cedro.
Pero lo que no dice Girard es que hay una minoría en Egipto que ocupa el ejército y concentra en sus manos la riqueza del país en sus manos, mientras que en el Líbano la tarta se reparte entre cristianos y suníes -no tanto chiíes-, de modo que existe un equilibrio en la adminstración del poder político que se corresponde con el del peso de cada grupo en la posesión de las riquezas del país, lo que sucede en Egipto.
En Malasia la religión musulmana manda y tampoco pasa nada. No, no es la religión, una excusa, una superestructura como explicó Marx, sino el título de los bienes de equipo y las infraestructuras del país.
Publicado por: Donatien Martinez-Labegerie | 08/29/2013 en 08:29 a.m.
Efectivamente, Islam y democracia son incompatibles, igual que cristianismo y democracia, nacionalismo y democracia, etc.
Publicado por: Ramon | 08/29/2013 en 03:36 p.m.
Hace unos pocos meses un ayatolá de maximo rango declaraba que "islamismo es politica o no es nada: la del Corán".
Escribe Huttington que en el mundo cristiano "Dios es Dios y el Cesar es Cesar" pero en el islamismo "el Cesar es Dios". Que coincide con lo expuesto en el articulo que nos pone Iñki Anasagasti pero sin tanta palabreria.
Publicado por: Guadix - Cadiz | 08/29/2013 en 06:23 p.m.
Ramón, por eso la supuesta democracia española ultranacionalista, sectaria, excluyente y retrógrada es una caca.
Publicado por: CAUSTICO | 08/30/2013 en 08:18 a.m.
El nacionalismo rojigualdo y la democracia son incompatibles.
Publicado por: takolo3 | 08/30/2013 en 10:26 a.m.
Donatien: Líbano no es el paraíso ejemplar que tú dices. Yo no te aconsejaría que fueras al valle de la Bekaa controlado por chíies integristas y en la que siendo tú europeo no lo
pasarías bien precisamente.
En Malasia a pesar de que la religión musulmana es la oficial sólo la practica el 60% de la población. El resto, son o budistas, hinduístas, cristianos, animistas o no practican religión alguna, por no olvidar que étnicamente hay minorías muy importantes como la china o la hindú.
Del resto de países musulmanes mejor no hablar porque o eres musulmán o lo vas a pasar muy mal, sobre todo si eres cristiano y si no pregúntaselo a los coptos en Egipto (casi el 10%)o los cristianos de Siria, Palestina, Irán, Irak, etc.
Publicado por: bilbotarra | 08/30/2013 en 10:40 p.m.
Bilbotarra,
Das con la piedra de toque pero no interpretas bien, pues desconoces lo que es la política.
La política es un apaño, es una creación de los débiles para llegar a cierto balance lo menos intolerable posible, no al paraíso.
Luego te cuento cuando regrese a Euskadi porque estoy de viaje por España sobre tus errores.
El otro día, viajando por España hacia Euskadi, me encontré con una avioneta en medio de la carretera que había aterrizado de emergencia como en las películas de Hollywood y en las de serie B (creo que voy a pensar en ello para mi próximo co-guión) , y no quiero que me pase mientras pienso en otra cosa que no sea conducir por estas carrereras hispanas tercermundistas.
Publicado por: Donatien Martinez-Labegerie | 08/31/2013 en 11:31 a.m.
Ya estoy en Euskadi, sano y salvo, Bilbotar.
Girard no lo dice, pero da a entender que sabe ya lo que es la democracia -al igual que los sabelotodo de los intervinientes (Ramon, Cáustico, Takolo le Trois y tú mismo, Bilbotarra),, quienes también os llenáis la boca y el teclado escribiendo esa palabra-, que debe ser lo que el diario pétainista para el colabora cree, a saber:
-Que un ciudadano de Makea (Euskal Herria) no pueda dirigirse a la Administración Pública oficialmente en lengua vasca.
¿Es eso democracia? Para el sr. Girard parece que sí. Luego no está en condiciones de decir que la democracia islámica (por ejemplo la de Malasia, parlamentarismo británico con sus tribunales islámicos jurisdiccionales) no es una democracia como no lo está para asegurar que la democracia francesa, con su proscripición de lenguas propias de sus ciudadanos, sí lo es.
Democracia hay en Suiza, donde incluso el romanche, idioma de unos pocos miles de sus ciudadanos (muchos menos que vascohablantes ciudadanos franceses) es oficial.
España, por su parte, es una Corrupdemocracia, con Mato, García-Escudero, Rajoy o Borbón ocupando primeras magistraturas del Estado a pesar de su probada, publicitada y aceptada por sus corruptos ciudadanos indecentes, 45 millones de corruptos colaboradores necesarios.
Líbano supera en democracia a España de largo, pero incluso también a Francia. Los chiíes están razonablemente satisfechos y los maronitas también, y en medio los drusos y los suníes. No conoces el Líbano.
Publicado por: Donatien Martinez-Labegerie | 08/31/2013 en 08:40 p.m.