Entre las múltiples opiniones sobre personajes que protagonizaron la transición y la recuperación de la Generalitat destacan las siguientes: Felipe González: "A propósito de las autonomías defendía un planteamiento unitario en todo el Estado y, a partir de aquí, adaptaciones a cada nacionalidad. No correspondía a mi idea, ni a la que yo creo que justifica la historia de España, pero estaba convencido de que el PSOE tendría grandes responsabilidades en el futuro de España".
Manuel Fraga: "La acogida de Fraga fue correcta, pero fría. Cuando le estaba contando el motivo de mi estancia en Madrid, las aspiraciones de los catalanes y los contactos con el gobierno, me interrumpió para preguntarme: “¿Y qué me dice del 6 de octubre de 1934?” Real¬mente me sorprendió. Le dije que sus conocimientos históricos no le permitirían olvidar que yo había estado en contra de los hechos en aquella fecha y que no me encontraría nunca mezclado en hechos de este calibre, cuya locura sólo había sido superada por la sublevación militar del 18 de julio de 1936. (...). Creo que Fraga me entendió, porque al final de la entrevista la afabilidad era superior a la del principio". López Raimundo: "A pesar de mi amistad con Gregori López Raimundo, este partido me consideraba anticomunista. Y tenían razón, si por ello entendían que no me dejaba engañar por sus propuestas, como por las de los otros partidos. (...). Pero el PSUC no podía imaginar en aquel momento que sería con el presidente Tarradellas con quien, desafiando todo tipo de presiones, entrarían por primera vez en el gobierno de la Generalitat. Pienso que tardarán bastante en entrar de nuevo en él". Trias Fargas: "(...) Trias Fargas, [es] el amigo de muchos años en quien siempre he admirado la lucidez de sus análisis políticos y la capacidad de no convertirse en un esclavo de Jordi Pujol, como acostumbra a suceder con la mayoría de sus colaboradores".
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