Por: Iñaki Aldekoa *
Tras la histórica declaración de Euskadi ta Askatasuna (ETA), realizada hace dos años, de poner fin después de casi medio siglo a su estrategia de lucha armada, los temas de "la derrota del terrorismo", de "las víctimas" y de "los presos", que centran el interés de muchos agentes políticos y mediáticos, tienden a integrarse en un todo con otros relacionados en lo que viene denominándose "el relato" sobre el conjunto de la historia de ETA y de la izquierda abertzale desde su origen hasta hoy.
Dentro de la variedad de relatos posibles que, como es natural, se han ido tejiendo sobre ETA y la izquierda abertzale tenemos, en primer lugar, el relato nacional o de las "fuerzas nacionales" según la autodenominación hecha por UPyD cuando afirmó que IU había dejado de ser una fuerza nacional al aceptar el derecho a decidir de Catalunya. Para entendernos, nos estamos refiriendo al relato que se está generando desde el entorno de UPyD, la extrema derecha del PP, la AVT, Covite, Dignidad y Justicia y todo el complejo mediático e intelectual asociado que determina, hoy por hoy, el discurso dominante oficial.
En relación con la cuestión de la derrota del terrorismo de ETA, el relato nacional adolece de una contradicción, difícilmente salvable, entre el paradigma acuñado por Garzón y Mayor Oreja y Rosa Díez de que "todo (Batasuna y la IA) es ETA" y la afirmación de que ETA ha sido derrotada, pues en este caso resulta del todo incomprensible que la derrota de ETA no haya supuesto el fin y la derrota de la IA, sino todo lo contrario. Puesto que todo es ETA y puesto que la IA tiene hoy mayor representación social, electoral y poder político, incluso institucional, que nunca es evidente que ETA no ha sido derrotada. El comprender que la IA era y es algo más amplio, social, política e ideológicamente que ETA, es decir, que aunque ETA está en el origen de la IA, esta no es reducible a aquella, es algo de lo que el relato nacional no es capaz, así como tampoco lo es de entender que la afirmación de que ETA no ha sido derrotada no equivale a decir que la estrategia militar insurreccional de ETA haya resultado triunfante. El añorado parte de guerra de que "en el día de hoy, cautiva y desarmada la organización terrorista ETA y desaparecida la IA, han alcanzado las fuerzas nacionales sus últimos objetivos policiales. La lucha antiterrorista ha terminado. 1º Año post ETA", tendrá que esperar por ahora.
El relato nacional, cuando aborda el tema de las víctimas, es de una gran simpleza. "Aquí no hay ni ha habido más víctimas que las del terrorismo de ETA". Aquí no ha habido ni torturas, ni paseos, ni fusilamientos, ni muertos en comisaría o en las cárceles, ni ametrallamientos policiales en controles y manifestaciones, ni asesinatos, ni desaparecidos, ni terrorismo de Estado, ni BVE, ni GAL financiado con los Presupuestos Generales del Estado ni en la dictadura, ni en la transición, ni en la democracia. Puede haber habido "excesos individuales" aislados que han sido juzgados, condenados o sobreseídos y, en su caso, indultados, cuando no condecorados, pero nunca se podrá contraponer, a nivel ético ni político, la violencia criminal de ETA y la legítima del Estado, ni cabe la equiparación entre las víctimas de ETA y las muertes colaterales derivadas de la acción represiva y legal del Estado.
Como en tiempos de los gloriosos caídos por Dios y por España, aquí no ha habido más violaciones de los Derechos Humanos que las cometidas por ETA, por lo que para este relato nacional, bajo la salvífica referencia a las víctimas del terrorismo de ETA, caben revueltos desde Melitón Manzanas y Carrero Blanco hasta Miguel Ángel Blanco y Ernets Lluch, e incluso la niña Begoña Urroz que, como todo el mundo sabe excepto al parecer el Parlamento español, no murió en un atentado de ETA sino del DRIL; pero qué más da este detalle. Aquí no ha habido más caídos que "los nuestros". Como el párroco de San Vicente de Abando dijo en el sermón de la misa y Te Deum de Acción de gracias por la "liberación de Bilbao", "recemos por nuestros caídos que los otros bien caídos están". Todo esto no supone relativizar, ni menos justificar, la responsabilidad de ETA y de la IA en su caso, ni hacer comparaciones o valoraciones equidistantes sobre unas víctimas y otras, aunque todas deberían ser acreedoras a la verdad, al reconocimiento y la reparación, sino simplemente denunciar el burdo, interesado y unilateral relato nacional sobre "las víctimas".
Finalmente, por lo que se refiere a los presos políticos vascos, el relato nacional es tan simple y lapidario como cínico: "no existen". Ni en Euskal Herria, ni en España ni en Francia. Aunque para Amnistía Internacional toda persona presa por su posicionamiento o actuación política es presa de motivación política o presa política, con independencia de la calidad ética, ideológica o democrática de aquel posicionamiento o actuación que puede ser civil, pacífica, violenta o criminal pero que no deja de ser de motivación política. No hay presos políticos vascos. Otegi, Díez y sus compañeros del caso Bateragune no son presos políticos. Son terroristas. Punto. Esto es lo que dice el relato oficial al respecto, el relato negacionista, que por cierto no es nada nuevo en España desde 1939 hasta hoy. Admitir que hay presos políticos vascos supone que hay un problema político pendiente de resolver. Exista ETA o no. Por ello, la posición del Gobierno español es la de la negación y la del bloqueo, que resulta favorecido por la confusión y las contradicciones existentes en el seno del colectivo de presos vascos respecto a la estrategia a mantener una vez que ETA decide unilateralmente el fin de la lucha armada, cuyas consecuencias parece que no están claras para todos puesto que llegados a esta situación no es coherente acatar críticamente la legalidad incluido el rechazo de la violencia para la legalización de Sortu y no hacerlo para la liberación de los presos aunque ello conlleve acatar "por impositivo legal" la legislación penitenciaria, sea esta justa o no.
En cuanto a la generalidad del relato propiamente dicha, ya existían importantes aportaciones por parte de exmilitantes, críticos y afines sobrevenidos respecto a la historia de ETA y de la IA, sobre "su ideología etnonacionalista y milenarista" y sobre su evolución desde una organización antifranquista a una organización antidemocrática y terrorista. Sí es nuevo, sin embargo, obviar en el actual relato la distinción entre una ETA antes y otra después de la Transición, porque tal distinción entraría en contradicción con el discurso nacional de las víctimas, según el cual, como se ha dicho, tan víctima es Melitón Manzanas como Eduardo Puelles. Así pues, no hay más que una ETA criminal y terrorista desde su origen.
En resumen, si a estos discursos/relatos sobre la derrota de ETA, sobre las víctimas y sobre los presos se añaden otros sobre la responsabilidad de ETA en los atentados del 11-M, sobre las conexiones ETA-CIA en el atentado de Carrero Blanco, o ETA-DRIL en el caso de la niña Begoña Urroz y decenas más, ya tenemos idea del material que se está empleando en la fabricación del relato nacional sobre ETA y la IA en el que se aplican hoy una legión de ensayistas, columnistas, filósofos morales, historiadores, cineastas y creativos.
La necesidad de contraponer a este relato simplista y unilateral un relato alternativo es evidente, no vaya a ser que nos pase como con la Batalla de Orreaga-Roncesvalles, única victoria de los vascones digna de tal nombre en 2.000 años y sobre la cual el único relato histórico existente, es el de Eginhardo, el cronista oficial del enemigo imperial; y el único romance heroico, el de La Chanson de Roland, es decir, la épica del enemigo franco. Sin embargo, si el objetivo de un relato de estas características es conocer nuestro pasado para no volver a cometer los mismos errores, el relato que desde el campo abertzale se ha ido tejiendo durante los años de la lucha armada y mediatizado por esta resulta hoy insuficiente pues se trata de un relato más ideológico que histórico, más defensivo que descriptivo; de alguna manera, metodológicamente equivalente y de signo contrario al que ahora fabrican "los nacionales".
Lo bueno de los errores es lo que se puede aprender de ellos, cierto. Pero para aprender de ellos lo primero que hay que hacer es identificarlos, admitirlos como tales errores. Y para ello vamos a necesitar un relato distinto, nuevo, que supere a ambos, no solamente enriquecido con aportaciones inéditas y más información, que terminada la lucha armada puede desclasificarse, sino sobre todo con una nueva orientación, menos autojustificativa y más autocrítica, que integre en su globalidad las luces y las sombras, la dimensión épica y la trágica de todo lo que para bien y para mal ETA ha supuesto en el último medio siglo de historia de Euskal Herria.
* Exparlamentario de Aralar
Yo respecto a los relatos comunes en el fin de ETA, quisiera saber cual es el relato común en el fin del franquismo.
Publicado por: Twister | 11/25/2013 en 09:55 a.m.
Rafael Hernando (el portavoz del PP), anda diciendo que las "Asociaciones de Víctimas del Franquismo", están ahí por el dinero mas que por las víctimas....
Para empezar habría que saber a cuanto dinero se refiere, me imagino que no mucho ... y también habría que saber si como asociaciones tienen derecho a alguna subvención, como cualquier otra (mejor igual habla de las cuentas en B de su amigo Bárcenas y el conocimiento al respecto que podían tener Aznar y Rajoy).
¿Se imagina alguien a algún político haciendo estas declaraciones respecto a las víctimas de ETA?, por que ambas son víctimas y ambas pueden estar recibiendo subvenciones, ¿Qué pasaría si Rafael Hernando (u otro político del partido que sea) se preguntase en alto y en público por las subvenciones a las víctimas de ETA?, acerca de su cuantía, ¿Sería un escándalo no? (por ejemplo "Basta Ya" aparecía en los papeles de Bárcenas), ¿Por qué existe esta doble vara de medir?, ¿Por qué en España hay víctimas de 1ª, 2ª, 3ª, etc.?, ¿Entonces una víctima es víctima si me conviene a mi politicamente, y nada más, no?, ¿Entonces como puedo invocar principios como ética y moral, cuando hablo de las víctimas que me interesa, mientras con otras soy totalmente indiferente o incluso despiadado?, por supuesto, esto hace a estas víctimas, doblemente víctimas.
Lo lógico es que Rafael Hernando, que con este tipo de declaraciones se situa del lado del franquismo, dimitise o sinó fuese expulsado del PP (recordemos que el PP tiene su origen en Fraga, ex ministro impune de Franco), por insultar gravemente al 50% de los españoles, si el PP no hace nada al respecto (que es lo que me temo que va a ocurrir al respecto, como ocurre siempre...), la responsabilidad de lo dicho por Rafael Hernando deja de ser personal y recae en el PP en conjunto, me gustaría que el PP vasco se desmarcase de estas declaraciones (Borja Semper y otros), bueno de estas y otras como las que suele hacer Mayor Oreja respecto a este tema cada cierto tiempo (no puedes ser referente moral de nada si haces declaraciones profranquistas y eso sin entrar que además tu nombre aparece entre los papeles de Bárcenas, vamos es que lo tienes todo...).
La derecha española, no tiene sus raices como la británica en Churchill, no desgraciadamente las tiene en Franco (también hay gente que cree que la democracia británica tienes sus raices en Cromwell y la española en Franco..., si, si, en Franco..., que se lo pregunten a Pío Moa y a otros, en el fondo si lo piensas viendo lo que hay te das cuenta de que algo de esto podría ser, sobre todo cuando observas actualmente a Gran Bretaña y España), Churchill luchó contra Hitler y Franco a su favor (Legión Condor y División Azul), además de lo antigua y consolidada que es la democracia británica y lo reciente que es la española.
Cuando uno ve esto y se da cuenta como se tratan los españoles entre ellos (ya que se trató de una guerra civil), piensa, ¿Pues cómo van a tratar a los demás?.
Publicado por: Twister | 11/26/2013 en 02:51 p.m.
LA PARADOJA Y ANOMALÍA ESPAÑOLA .
Hay un dicho que dice que "la historia la escriben los vencedores", esto es así o al menos tiene mucho de cierto, pasó con la guerra civil española y el franquismo y sigue pasando con la transición y la monarquía.
El problema de la guerra civil y el franquismo, es que los vencedores (los franquistas), fueron los alzados, los golpistas (como Tejero) contra la república que era el régimen legal y democrático (por cierto, los que dicen que los alzados no lucharon contra la república sino contra el frente popular y eran predemócratas, ¿Entonces por qué al terminar la guerra no se le devolvió el poder a una nueva república ya que contra ella no era la guerra?), además eran fascistas, semialiados de Hitler (Legión Condor, División Azul) e hicieron una dictadura militar de 40 años, y claro, al ganar y tener que escribir la historia con semejantes mimbres y además tener que pasar por demócratas, es altamente dificil.
Por ello muchas veces no hay "un relato común" del franquismo y la guerra civil, por que la historia la escriben los vencedores, pero esos vencedores no eran ni legales, ni demócratas y claro, querer vender esto a hoy en día es altamente dificultoso, de ahí la paradoja española, de encontrarnos a gente de derechas española, que se autodenomina demócrata, pero defiende o "comprende" al franquismo y a alzamientos golpistas ilegales (como el de Tejero), ante esto ¿Ante qué clase de demócrata nos encontramos?, pues puede que ante un demócrata muy ténue, ante un falso demócrata disfrazado de tal o ante un no demócrata ignorante que no sabe ni que no lo es.
Por ejemplo, Tejero perdió el golpe de estado (Franco no), ¿Qué hubiera pasado si Tejero hubiera ganado el golpe de estado?, pues que como la historia la escriben los vencedores, hoy se nos vendería que aquello fué necesario y democrático de alguna forma..., Pio Moa escribiría libros al respecto que la gente consumiría, sesudos intelectuales mediáticos y periodistas iletrados, lo aplaudirían, etc., pero como no ha sido así, pues Tejero es muy malo, pero Franco mas aceptable para algunos y diferente (por que ganó), desde luego estos análisis que se aplican aunque casi nadie reflexione sobre ellos, nada tienen que ver con la auténtica democracia y la legalidad.
La paradoja española, además se agrava más cuando el fascismo (Hitler y Mussolini) fué derrotado internacionalmente por las democracias en los campos de batalla de la IIª Guerra Mundial (también por las izquierdas), de esta forma España se quedaba sola y en España habían ganado (y gobernaban), los que perdieron en el resto del planeta, por eso te encuentras que la derecha europea y sus democracias no tienen su origen en el fascismo, en cambio la española si (escriben un retrato de la guerra y el fascismo, incompatible con la democracia que luego tanto reivindican y eso es incompatible y se nota...), todas tienen su origen en derechas democráticas y si hay alguna excepción (Alemania e Italia), tampoco, pues al haber perdido la guerra (Nuremberg), hicieron un relato común o de condena de los fascismos, dictaduras, España al morirse Franco en la cama, no puede, pues gente del franquismo (y descendientes) sigue dominando las finanzas, política, administración, etc..
Además el caso español es aún mas grave, pues se menta mucho a la democracia española y la constitución del 78, pero el problema es que ambas fueron pactadas o "tuteladas" en puntos con los militares fascistas franquistas del momento, claro, esta gente había accedido al poder mediante un golpe de estado ilegal contra una república democrática (igual que intentó Tejero), por lo tanto ni eran demócratas ni legítimos, no podían por lo tanto pactar nada, pero lo hicieron..., influyeron..., restándole legitimidad a lo que salió y hoy es vigente.
Finalmente ayer vi a Maruenda el de La Razón, decir cuantas monjas fueron violadas por el Frente Popular y curas asesinados, bueno, se le olvida las mujeres civiles de "los rojos" violadas (recordar como militares franquistas llamaban a ello, monja o no monja, una mujer es una mujer) y las cunetas están llenas de militantes de la república, de cualquier forma sean ciertos sus datos o no, si se los dan a un buen revisionista como Pio Moa, seguro que puede desdecirlos, otra cosa es que sea un estudio científico o no, lo que pasa es que Moa no escribe en esa dirección, pero puestos a hacerlo también se puede, como hace el.
Hay un dicho que dice que cada cual tiene lo que se merece, no creo que ni España ni nadie se merezca esto, pero es lo que tiene.
Publicado por: Antxon | 11/27/2013 en 12:09 p.m.
En España no se ha roto con el franquismo, al no haber roto con el franquismo (se planteó que si ruptura o transición), en Alemania e Italia hubo ruptura aunque fuese impuesta por los aliados, pero ruptura, en España hubo transición, no ruptura, pues eso, que no se rompió con el franquismo, el cual hoy pervive, pues no se ha roto con el, es tremendo recordar como el antecedente político de la democracia actual, no está en la IIª República, sino en la dictadura franquista, así va todo, es un caso similar al de Chile o Argentina, por ejemplo incluso en Portugal hubo ruptura, con la revolución de los claveles.
Publicado por: Bonifacio | 11/27/2013 en 03:28 p.m.