EL 8-D SIN TIBISAY
La antipolítica es un eficientísimo sistema del PSUV para causar desmoralización en los adversarios y, como grandes manipuladores que son, en su control hegemónico del poder electoral, utilizan a Tibisay para hacer anuncios sesgados a sus intereses. Si a lo anterior le añadimos las ansias desbordadas de los opositores al régimen, que no vemos la hora de despertar de esta pesadilla, terminamos conformando un cuadro de decepción y pesimismo que es precisamente el objetivo de esa táctica.
Qué tal si afirmamos que:
* De las ocho alcaldías con mayores votantes del país, el 75% (6) las ganaron candidatos de la MUD.
* De las doce principales alcaldías del país, el 60% quedaron en manos de la oposición democrática.
* De las once alcaldías más pequeñas del país, con votos ganadores menores a 1500 votos, nueve las ganaron el PSUV y dos la MUD. Conclusión: la oposición obtuvo la mayoría de las alcaldías más importantes y el oficialismo ganó en las zonas más remotas y menos pobladas y, con la excepción de Libertador y Maracay, perdió casi todos los grandes centros poblados.
* Con menos de 300 concejales anteriormente, la oposición democrática ha obtenido cerca de 800 concejales arrebatados del PSUV, en especial la mayoría de ellos en alcaldías, ahora dominadas por la oposición democrática, que están entre las más importantes del país donde la oposición es ahora mayoría.
* Alcaldías emblemáticas donde se encuentran ciudades claves como Barinas, Valera, Barquisimeto y Valencia cambiaron de mano y ahora no son del PSUV sino de la oposición democrática. Por otro lado la oposición democrática no perdió ninguna municipalidad de importancia y las pocas que se cedieron fueron por “amigdalitis” de lidercitos locales que dividieron la votación opositora.
Pero, fue entonces la oposición la que ganó espacios políticos en desmedro del PSUV y no lo contrario, como pareció indicar los dirigentes del PSUV y sus adláteres del CNE.
Es cierto que Capriles y muchos opositores nos ilusionamos con convertir esas elecciones en un plebiscito ante la gestión tan caótica de Maduro. Si utilizamos la analogía del beisbol, las elecciones presidenciales son, en términos coloquiales, un juego entre Caracas y Magallanes donde todos los aficionados desean asistir. Las elecciones municipales son como un juego entre La Guaira y Bravos de Margarita que desgraciadamente no llama la atención sino a muy poca gente. La abstención que generan en la oposición estas elecciones frente a la maquinaria y el ventajismo mediático inusitado del oficialismo nos hacen reflexionar ahora, concluyendo, que esta convocatoria fue un error. La capacidad de movilización de votantes del PSUV, apoyada en ese ventajismo grosero, es mayor a la nuestra. Los votos obtenidos por los candidatos a alcaldes de la MUD o del PSUV con respecto a las elecciones presidenciales del 14-A correspondieron al 59% vs. 68% de los votos logrados por HCR y por Maduro respectivamente. Pero la verdad es que aun así, el país no tiene dueño y sigue polarizado en dos mitades con un 10% de electores que prefirieron opciones distintas a las propuestas por el PSUV o la MUD, donde ninguno de los dos bloques logró el 50%.
Pero si analizamos al Estado Táchira, mi estado, entenderemos como es la apatía, y no el PSUV y su CNE, lo que se constituye en el peor enemigo de la oposición democrática y cómo los liderazgos locales influencian sobre los resultados. Apartando el hecho circunstancial que las elecciones primarias, realizadas casi dos años atrás, no ayudaron a refrescar los nuevos liderazgos, en este estado se ganaron 17 alcaldías de un total de 29 que pudieron haber sido más de 20 si las primarias se hubiesen realizado tan solo dos a tres meses atrás. Si tomamos en consideración la diferencia en votos entre las elecciones presidenciales del 14-A y aquellos emitidos en cada municipio por los candidatos a alcaldes, tanto del PSUV como de la MUD, notamos la misma tendencia de mayor diferencia en los candidatos de la MUD (entre 70% y 50% de los votos logrados por HCR) y los del PSUV (entre 90% y 70% de los votos logrados por Maduro). Para destacar la importancia del liderazgo local debo mencionar al alcalde electo por la MUD en el Municipio Torbes, bastión chavista de siempre, compuesto principalmente por personas de las clases E y D y donde por primera vez se logró derrotar al PSUV. Alberto Maldonado logró acaparar 69 % de los votos obtenidos por HCR y su contrincante del PSUV el 74% de los votos obtenidos por Maduro. Esta es una clara demostración que el populismo del PSUV si puede ser derrotado con buenos liderazgos regionales. No podemos confiar en que con solo buenos líderes a nivel nacional es suficiente. Capriles, Leopoldo, Maria Corina, Henry Falcón, etc. son líderes excelentes, pero con las principales alcaldías en nuestras manos la estrategia opositora tiene que ser ajustada hacia el futuro.
La lucha continúa y la resistencia democrática no cede. El castro comunismo NO SE IMPONDRA. La realidad económica le colocó una espada de Damocles en la nuca al poder del PSUV. ¡No nos desesperemos que de que caen…caen!
EDUARDO COLMENARES F.
DICIEMBRE- 2013
Anda! Pues un poco como las municipales y Bildu, ¿no?...
He hecho un descubrimiento genial estos días: SUPERMAN ROJO o lo que es lo mismo .... ¿qué hubiera pasado si la nave de Superman hubiese aterrizado en la ex-URSS y hubiese sido Súper Comunista??? Es un cómic de Mark Millar que, de momento, solo he ojeado ... pero las risas están aseguradas,sobre todo, haciendo comparaciones obvias, en muchos casos, con los Chávez, Maduros, Bildurtis.... o incluso, puede, que con la imagen que maracaman tiene de sí mismo. Os proporcionaría el sitio para su descarga directa... pero no quiero meter en lios ni al webmaster ni al sustituto de gigapedia. Quizás lo vaya haciendo parcialmente... ¡¡no tiene desperdicio!!
http://www.asteriscopuntoasterisco.com/elinks/portadas/4244.jpg (entiéndase la ironía de: AHORA SOLO HAY UN SUPERPODER).
Urte berri on guztioi!!
Publicado por: ocasional | 12/31/2013 en 06:35 p.m.