Me llamó Xabier Albistur, ex alcalde donostiarra y ex senador, para preguntarme si aceptaría la invitación del Club Rotario de Donosti para una charla sobre "Monarquía o República". Acepté y el 27 de febrero, en los salones del Hotel de Londres, cenamos y hablamos del tema propuesto.
Fue muy amble su presidente Jesús Sanz, notario, así como el secretario del club con quienes estuve en el centro de la sala, respondiendo preguntas tras un breve flash sobre cómo veía el asunto en una ciudad en la que viví con mis aitonas y estudié en los Marianistas y en los que la presencia de la Reina María Cristina de Habsburgo Lorena, Doña Virtudes, había dejado su imprenta en el palacio de Miramar y en el puente María Cristina y en el buen recuerdo de una señora correcta, austera y juiciosa que quiso a la ciudad, aunque maleducara a su hijo Alfonso XIII.
Contrapuso este buen recuerdo con la figura de Fernando Sasiain, quien fuera en los cinco años republicanos alcalde de la ciudad por la Conjunción republicano-socialista y anfitrión del pacto de San Sebastián en agosto de 1930, verdadera matriz de la República. De aquellos recuerdos donostiarras y de la presencia del líder catalán de Unió Carrasco i Formiguera, nació no sola la República al año siguiente sino a tratar en Cortes el primer estatuto catalán en 1932. Los huéspedes de Fernando Sasiain fueron los futuros presidentes de gobierno y república así como ministros de aquel nuevo tiempo que se abrió en la llamada Bella Easo. Es decir, Donosti tenía su alma Cristina y su alma republicana, y eso sigue ahí.
Fue Ramón Aldasoro, diputado republicano y miembro de la Mesa del Congreso así como primer consejero de comercio del Gobierno Vasco, quien tuvo a su cargo pasar la propiedad del Palacio de Miramar de la familia Real a la ciudad. Posteriormente vino Franco y lo devolvió a Don Juan de Borbón y éste lo vendió no sin antes haberle quitado varias hectáreas para su venta en especulación urbanística. Cosas de los Borbones.
El coloquio fue muy interesante. Estaba presente el Fiscal general del País Vasco, Juan Calparsoro, Manu Escudero, Gorka Landaburu, Xabier Alcorta, Borja Agiganagalde, el criminólogo Miguel Alonso Beltza, Carlos Blasco, Ana Bereziartua, Loli Valls… y donostiarras de pro así como rotarios que llegaron de Valladolid y Cantabria.
Los Rotarios nacieron en 1904 en Chicago y su fin es altruista al ayudar en causas sociales y servir de plataforma de discusión amable de los temas planteados. Gracias a su labor se ha logrado erradicar la polio en casi todos los países del mundo.
Tranquilícese, no pertenezco ni perteneceré a ninguno de esos clubs o asociaciones ni a nada que pudiera parecérseles (los Boy Scouts, los Ex-alumnos Jesuítas, la masonería, el Opus Dei, etcétera
Pero, ya veo que bostezas, porque esos nombres con que te tiroteo —Ayn Rand, Vailland, Azorín, Casanova, Sade, Bernis— son para ti unos ruidos incomprensibles, de modo que corto y pongo punto final a esta misiva (que, tranquilízate, tampoco enviaré).
Muchos almuerzos y placas, rotario
Publicado por: Dorotea Langile | 03/11/2014 en 08:35 a.m.