Claudio Echeverría Zabalo (Batallón Azaña Gipuzkoa)
I. Gorriti
El Eusko Gudarostea del lehendakari José Antonio Aguirre de 1937 suma una lamentable nueva baja. Ha fallecido Claudio Echeverría Zabalo, nacido en Altsasu (Nafarroa) el 4 de diciembre de 1917. Gracias a Sabino Arana Fundazioa, DEIA aporta que Claudio luchó durante la Guerra Civil contra el bando fascista como soldado vasco del batallón Azaña Gipuzkoa de Izquierda Republicana, partido político fundado por Manuel Azaña en 1934. Fue condenado a cadena perpetua y sufrió por ello cárcel en Iruñea y el monasterio de la Santa Espina de Valladolid.
Echeverría fue una de las personas que construyó el aeropuerto de Bilbao en Sondika, así lo recordaba él. Murió el 3 de febrero a los 96 años de edad en una localidad llamada Villa Ramallo, Argentina, que no debe confundirse con su aneja Ramallo. En este primer municipio ubicado a 200 kilómetros de la capitalina Buenos Aires, en septiembre de 2012 le distinguieron como "ciudadano ilustre por su lucha por la dignidad, la libertad y contra el fascismo", ensalzaron.
Claudio Echeverría Zabalo luchó en el Ejército vasco contra el fascismo, los golpistas del 18 de julio 1936, a la postre franquistas y emigró a Argentina en 1949. En este país de Suramérica, llegó a cambiar de domicilio hasta en 18 ocasiones, según revela a este diario uno de los hijos del fallecido, Norberto Claudio. Así, fue vendedor de cuadros, frutero, comercial, vendedor de libros... pero, sobre todo, fue apicultor. Es más, en este gremio llegó a ser una referencia en Argentina. En una ocasión, según explica su hijo, hubo una plaga relacionada con las larvas de las colmenas y Echeverría llegó a ponerse en contacto con la BBC de Londres y gracias al ente televisivo, al Instituto Nacional Tecnológico Agropecuario y su persona se logró acabar con la enfermedad.
Echeverría estaba casado con Pilar Guridi Uribe, de Beasain (Gipuzkoa). El matrimonio tuvo tres hijos: Norberto Claudio, Javier y Margarita, estos dos últimos nacidos en Argentina, donde aún residen. El finado visitó su tierra madre en, al menos, tres ocasiones, la última hace siete años para asistir a una boda.
Construyó una escuela.
El Viejo Echeverría, como le llamaba la familia, emigró desde Bilbao a bordo del buque Entre Ríos hacia Argentina en compañía de su esposa, Pilar Guridi, y su hijo Norberto, de año y medio. En aquellas tierras nacerían su segundo y tercero retoño. Él junto a un grupo de colaboradores, incluyendo quien llegaría a ser director del centro, construyeron una escuela, "el primer eslabón de lo que aquí sería una escuela de artes y oficios". "Mi viejo era polvorita. Iba por ahí a pedir de todo para levantar la escuela. Fue a una ferretería y pidió un clavo, lo que allá se llama moza, y el dueño que era medio tacaño le dijo que no. Y mi padre le respondió que harían un letrero diciendo que no quería colaborar y ahí que el tornillo apareció...", sonríe Norberto contando los mil y un periplos de su progenitor quien "si creía en una idea iba a por ella a muerte". Era hombre que "odiaba la macana, la mentira".
Su casa tenía un letrero que decía Eche-Guri, apócope de los Echeverría-Guridi. Pero la señal no pasaba desapercibida en Argentina. "Más de uno ya dijo, 'mirá', el de esta casa echó al 'gurí', que significa chaval. Es decir, el dueño dice que ha echado a su hijo, ¡menudo cabrón!", le solían comentar según detalla su hijo Norberto Claudio.
Para los vascos de la colonia allí residente, el exiliado fue "uno de los referentes más importantes de la estirpe", calificaron los organizadores de su homenaje celebrado en septiembre de 2013 con motivo del Día del Inmigrante, ese año dedicado de forma especial al movimiento migratorio de ciudadanos vascos hacia Argentina.
Fue el intendente municipal de Villa Ramallo, Walter Ariel Santalla, quien le concedió la declaración el 3 de septiembre. La distinción destacó que "por esa lucha en defensa de la legalidad fue condenado a cadena perpetua, siendo prisionero del fascismo en el monasterio de Santa Espina (Valladolid) y en la cárcel de Pamplona".
El texto de la declaración hace constar que así como es política del Gobierno municipal "destacar el aporte de sus inmigrantes al crecimiento" de Ramallo, lo es el "reconocimiento y el rescate para la memoria colectiva de aquellas personas que por su historia de vida se han ganado un lugar destacado en el recuerdo de sus vecinos y las generaciones por venir". Y por ello, concluye, es "oportuno y merecido" ofrecerle el reconocimiento.
La Fundación Euskaria aporta en su web algunos datos más sobre Echeverría. "Estando en el campo con uno de sus hermanos, se entera de la muerte de su madre, su padre preso en Pamplona, a su hermano mayor lo mandaron a recuperación a Sevilla, su suegro Esteban Guridi Masquiaran, maestro de forja, se escapa a Francia para combatir el fascismo en el Bajo Pirineo, su cuñado fusilado en Santander", exponen.
Las pistas de este portal contribuyen a saber que los fascistas italianos le tomaron prisionero en Santoña y que Echeverría también recordaba "los insultos de un sacerdote en el monasterio de Santa Espina y los compañeros que dejaron la vida, que se dejaron morir porque ya estaban vencidos". Su hijo Norberto Claudio asiente que el fallecido era hombre "de nada de Iglesia. Solo un cura le cayó bien y a él le entregaba la fruta picada que tenía en su comercio, para un asilo de ancianos. En aquel tiempo, mi viejo hacía vino y el cura siempre le iba a pedirle una botellita para celebrar misa", se ríe.
Aprender a escribir
Según Euskaria, Claudio, hijo de Cristóbal y Gregoria, fue de joven "cuidador de cabras, y condenado a cadena perpetua por adhesión a la rebelión cuando en realidad los golpistas eran los esbirros fascistas". "Yo peleé con las armas en la mano, lo que quiere decir de frente contra las fuerzas de Franco que se alzaron en contra de la República", les narró en su día. Estuvo custodiado por los fachetta nera para no ser asesinado, fue conducido al monasterio Santa Espina (Valladolid) y finalmente, en noviembre de 1937 fue confinado a la cárcel provincial de Pamplona y después a la prisión de Los Escolapios de Bilbao. En la cárcel aprendió a escribir. Tras cuatro años de cárcel, a solo tres meses de libertad fue reclutado por el Ejército en Pamplona y enviado al Grupo de Trabajadores Nº 30 a cargo del coronel de infantería Luis Molina González. Trabajó en las canteras de piedra y después como guarda municipal hasta el 28 de febrero de 1949.
El 3 de mayo de ese año, subió al buque Entre Ríos y acompañado por Pilar Guridi por su hijo Claudio Norberto de un año y medio, "le dijo adiós a Euskal Herria (...) Pero aún conserva en sepia, esta foto de una tarde en Vitoria cuando la guerra cegaba sonrisas y le marca el alma", concluyen en Euskaria.
Y tú desfilando con Rouco y Aznar con una pancarta diciendo "CON LA CONSTITUCIÓN" franquista hace 10 años.
Estoy seguro que el trabajador Echeverría está pensando, en esa foto, que vaya asco le da todo, y que para ver esta franquistada y al PNV y al PSOE -otrora aliados suyos dentro del Ejército Vasco- nadando en ella com peces en el agua, mejor se vuelve a la Pampa.
Publicado por: Donatien Martinez-Labegerie | 03/12/2014 en 09:51 a.m.