Eder Montero Chef y empresario bilbaíno
En 2008 inició su carrera con el restaurante de cocina vasca El Txikito, en Chelsea; luego abrió La Vara, en Brooklyn y El Quinto Pino, también en Chelsea
Sandra Atutxa -
Eder Montero llegó hace 15 años a la ciudad de los rascacielos de la mano de un amigo que también es cocinero; lo hizo con la intención de quedarse un año, pero la urbe que nunca duerme le cautivó. Ahora gestiona tres restaurantes en diferentes zonas de Nueva York, con una variedad de pintxos y menús en los que la esencia vasca es uno de los principales ingredientes con lo diferencias del resto. The New York Times ha elogiado recientemente los restaurantes que el bilbaino Eder Montero lleva con su mujer, la galardonada chef neoyorquina Alex Raij. Un importante reconocimiento al trabajo y a la dedicación de este embajador vasco en América.
Zorionak! Congratulations!
-Eskerrik asko. Thank you.
¿Contento?
-Mucho, es para estarlo. Sin lugar a duda, es un reconocimiento a tantos años de trabajo.
No debe ser fácil que 'The New York Times' le dedique un espacio en la sección de gastronomía.
-No lo es. ¿Sabe cuántos restaurantes hay en Nueva York?
Uf, ni idea, pero tienen que ser miles...
-Más de 50.000. Cada semana escriben una crítica de uno de los locales, al año son 52 semanas. Que una de ellas haya sido de nuestros restaurantes es importantísimo, pero para mí el mayor premio es tener clientes fieles.
¿Ha notado una subida en la clientela?
-Estas semanas ha venido más gente y ha sido un poco locura mantener todo a la perfección. Mantendremos el ritmo como podamos. No podemos perder el norte y hay que seguir trabajando; todo pasa y hay que continuar con la misma línea de trabajo, ofreciendo calidad a los clientes que llevan años viniendo al Txikito y a los otros dos restaurantes que tenemos.
Quién le iba a decir a usted que llegaría tan lejos, ¿eh?
-Así es. Vine a Nueva York de visita, para, a través de un cocinero amigo, conocer esta ciudad. Mi intención era quedarme un año y mire dónde sigo.
Casi nada.
-Son cosas del destino. Me atrapó la ciudad, la gente...
...Y decidió emprender su trayectoria como empresario de un restaurante con raíces vascas. Hombre decidido.
-En 2008 abrí el Txikito y después han venido los otros dos que he ido abriendo junto con mi mujer. Son tres proyectos diferentes, pero en todos prima la calidad, la exquisitez y el cuidado a la hora de elaborar los diferentes menús.
Hace unas semanas llegaron los vasos de txikito a Nueva York. ¿Qué dice la gente cuando ve esos vasos tan peculiares?
-Les sorprende, pero les gusta mucho más cuando explicas lo que son, su historia... Mis clientes ya saben que en mis restaurantes lo vasco tiene un espacio muy importante.
¿Cuál es la clave de su cocina en el corazón de Manhattan?
-La calidad, ni más ni menos. Es la misma clave de la cocina que tenemos en Euskadi. Siempre lo he tenido claro. La comida vasca es muy sencilla pero, eso sí, siempre se elabora con buena materia prima. El resto lo consigues poniendo mimo.
¿Los americanos, además de hamburguesas, también se lanzan al bacalao al pil-pil?
-Por supuesto... ¡Y a los chipirones! Eso de que solo comen hamburguesas es solo un mito. ¿Pensó alguna vez que llegaría tan lejos?
-Para nada. Es más, cuando llegué a Nueva York, la ciudad, su estresante ritmo no me gustaban pero... ¡Hala! Ya ve dónde estoy.
Ahora tiene tres restaurantes. ¿Cuándo libra?
-No libro, excepto dos días al año. Uno es el 4 de julio, el resto no cerremos. Tenemos que estar abiertos.
Y en un restaurante con raíces vascas no podía faltar la fiesta vasca. El Basquefest se ha convertido en una cita ineludible en el barrio de Chelsea, donde está Txikito.
-Mucho, y cada vez se acerca más gente. Se crea muy buen ambiente.
Y no hay fiesta sin txakoli. ¿Cuántas marcas oferta en su carta?
-Siete. Me encanta este vino, me gusta tener diferentes marcas y darlo a conocer entre mis clientes. Es un vino que ha evolucionado y tiene un gran nivel.
¿Echa de menos Bilbao?
-Por supuesto. Estuvimos en Navidad y no sé si volveremos en octubre. Todo depende de cómo vaya el trabajo, pero nunca me olvido de Bilbao.
Dicen que se va la selección española de fútbol, pero que se queda Vicente del Bosque pues es el artífice de los triunfos de la selección...?¿, Vicente del Bosque será todo lo buena persona que sea, no obstante el artífice de los triunfos de la selección fue el juego del Barça y el difunto Luis Aragonés, por lo que ni creo que esto sea cierto, ni que sea una decisión adecuada.
Publicado por: Miguel Angel | 06/23/2014 en 10:48 a.m.
Y si el entrenador se hubiese llamado Javier Clemente natural de de Barakaldo????? Qué se hubiese dicho y hecho????
Publicado por: ocasional | 06/24/2014 en 12:15 p.m.
Gracias por la reseña, Anasagasti. No tenía ni idea. Mira que es difícil comer cocina vasca, de verdad, en EE UU.
Estuve un año en Nueva Jersey y mira que busqué y no encontré nada. Había muchos restaurantes portugueses en Newark, estaban bien pero no es lo mismo. Recomiendo Iberia, dan sangría y paella.
Si hubiera sabido de Txikito habría ido, no quedaba lejos Manhattan.
Publicado por: Iñaki | 06/24/2014 en 04:30 p.m.