Estas elecciones han hecho estallar lo que era una evidencia: Europa está muy herida. Y lo está desde aquel siglo veinte en que concilio el yin y el yang con terrorífica armonía. Por un lado fue el continente donde las ideas de progreso social y los derechos humanos supieron germinar y crear un sistema que intentaba ser el menos malo y el más justo posible.
Por el otro, fue el continente de donde surgió la maldad del colonialismo y los dos grandes totalitarismos que sangraron sus entrañas: el nazismo y el estalinismo. Y todo pasó en el mismo momento de la historia, ejemplarizado en la metáfora de una Austria donde nacían al mismo tiempo los Hitler y los Klimt, la grandeza del gran pensamiento alemán, filósofos, físicos, escritores, y la miseria del totalitarismo más letal y monstruoso. De alguna manera Europa empezó a nacer y también a morir entonces, definitivamente malherida en los campos de exterminación nazis y en los gulags soviéticos.
¿Lo que ha pasado en las elecciones tiene algo que ver con esta historia trágica? En muchos sentidos lo creo, aunque las contingencias actuales han sido la mecha que ha hecho estallar la pax romana en la que creíamos vivir. Es cierto que sin la crisis económica y la consecuente crisis del Estado social no habrían existido los estridentes resultados electorales que se han producido.-Pero también lo es que la Europa de las ideas de progreso, aquellas ideas que querían perseguir las utopías, y la Europa ética que quería preservar los derechos, era una pantomima que se aguantaba con pinzas. En realidad la Europa de la democracia siempre financió y participó en las guerras más brutales, fue amiga de las peores dictaduras y sólo se movió por intereses. Y cuando la crisis económica ha estallado, han sido los intereses los que han marcado la política. ¿Es de extrañar que el continente que inventó "el hombre blanco" que se paseaba por África despreciando a los "colonizados" y que creó el monstruo del antisemitismo, forjador de la peor matanza planificada de la historia de la humanidad, tenga un ADN repleto de prejuicios e intolerancias? A diferencia de los denostados americanos, que nunca han sufrido una dictadura, que han sido capaces de superar la esclavitud en pocos años y llevar a un ciudadano negro a la Casa Blanca y que tienen una Constitución que sitúa los derechos individuales por encima del sistema, en Europa el coqueteo con las dictaduras y los odios más acérrimos contamina nuestro pasado. De aquí viene la perplejidad actual en forma de resultados que son un toque de alerta. Más de cien diputados de extrema derecha, lo propio en el otro extremo, el izquierdo, debilitamiento de las centralidades más constructivas y, en global, una crisis de confianza que puede ser demoledora. Europa tiene un grave problema con ella misma, tal vez porque todavía late en su interior una parte de su alma negra.
Pilar Rahola
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