El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Gracias, señor presidente.
Señor ministro, usted mejor que nadie sabe que estamos en ALDE desde que ustedes nos dieron la patada en Chile, después de haber fundado la democracia cristiana. O sea, que no creo que nuestras propuestas, a pesar del cariño que nos tiene, vayan a prosperar, pero me hubiera gustado que hubiera llevado usted a cabo esas iniciativas.
Recuerdo que en la anterior legislatura uno de los grupos parlamentarios más pugnaces en relación con la situación que se vivía en Venezuela era el Partido Popular, pero ha llegado usted, como ministro de Asuntos Exteriores, y resulta que Venezuela no existe, no existe políticamente más que de una manera muy tibia. Usted hizo unas declaraciones después de las últimas elecciones y le dijeron que no metiera sus narices en Venezuela, y además se asustó porque usted prioriza siempre la situación de las empresas españolas frente a los derechos humanos; esa es una constante de este Gobierno y además de un ministro de Asuntos Exteriores como usted. Sin embargo, usted hizo unas declaraciones que a mí, fíjese, hasta me parecieron interesantes, porque dijo, concretamente, aquello de que “estaremos absolutamente encantados de hacer algo, lo que se nos pida, para garantizar una Venezuela en paz, próspera y estable”. Son palabras interesantes, señor ministro, porque usted, a la hora de verbalizar cosas, lo hace francamente bien, pero a la hora de hacer las cosas, la verdad es que deja un poco –bastante− que desear.
La pregunta está relacionada con Cuba porque usted, mejor que nadie, sabe que hay una postura común de la Unión Europea en relación con Cuba. Y usted, mejor que nadie, sabe que en este momento la injerencia cubana en Venezuela es total. Por tanto, queremos saber si usted está dispuesto a hacer algo, sobre todo, para que un proceso de paz se consolide. Hay intentos, hay una Mesa de paz, pero, sin embargo, eso no está prosperando, porque el Gobierno venezolano no ha cumplido absolutamente nada de lo que se habló en aquella Mesa de paz y nos da la impresión de que si no se les empuja exteriormente no van a hacer absolutamente nada.
Por eso, la pregunta iba por ahí: ¿Van a hacer ustedes algo o solamente se trata de palabras, palabra, palabra, palabra, palabra, palabra, palabra y palabra?
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Anasagasti.
Señor ministro, tiene la palabra.
El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE COOPERACIÓN (García-Margallo Marfil): Gracias.
Señor senador, yo me asusto poco. Mi familia es de caballería y estamos bastante acostumbrados al combate.
Dicho eso, tiene usted errores de concepto importantes que explican los errores en la exposición que usted ha hecho. La Posición Común de Cuba es de 1996 y la base jurídica es el artículo J.2, del Tratado de la Unión Europea, entonces vigente y ahora no.
El segundo error es que dice usted que la Posición Común de Cuba no ha sido modificada. Hace muy poco tiempo el Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, por unanimidad, otorgó un mandato a la Alta Representante para que explorase la posibilidad de llegar a un acuerdo de asociación con Cuba que superase la Posición Común, siempre y cuando se respete la cláusula de los derechos democrático. Primer error.
En este momento no hay Posición Común, por tanto, no me pida usted que adopte algo que no existe. La tipología de estrategias, acciones y posiciones comunes ha sido sustituida por un único concepto que se llama decisiones comunes. Y esas decisiones comunes son competencia de la Alta Representante. Y la Alta Representante ha hablado y cuando habla, habla en nombre de todos los Gobiernos que formamos parte de la Unión Europea. Y el mismo día 14 de febrero, cuando se produjeron los primeros incidentes violentos, la Alta Representante apoyó los llamamientos a la calma de Gobierno y de oposición, reafirmó que la libertad de expresión y el derecho a participar en manifestaciones pacíficas son esenciales y exhortó a un diálogo pacífico.
La segunda declaración, también refrendada por este ministro, como por otros ministros, de 21 de febrero, condenó el uso de la violencia, expresó su alarma por la detención de estudiantes y líderes políticos e hizo un llamamiento al Gobierno y a la posición a continuar un diálogo mutuo.
La tercera declaración de la Alta Representante, también refrendada por este ministro, es de 28 de marzo y la Alta Representante da la bienvenida a la Declaración de la Misión Ministerial de Unasur −que estoy seguro de que usted sabe lo que es− favorable a un diálogo inclusivo, trasladaba también su preocupación por la detención de estudiantes y líderes políticos y hacía un llamamiento a la moderación y al respeto de los derechos humanos.
Y, en cuarto lugar, el 15 de abril, la Alta Representante, también con la aquiescencia activa de este ministro, expresó su satisfacción tras inicio del diálogo en Venezuela.
No le puedo contar las gestiones que este Gobierno ha hecho para restablecer la paz y el diálogo en Venezuela, pero créame que han sido altamente apreciadas desde los representantes de los Estados Unidos hasta todos los Gobiernos de la Unión Europea y a los representantes de los derechos humanos en todo el mundo. Créame, señor Anasagasti que, desde luego, este Gobierno está haciendo mucho más, aparte de no confundir las bases jurídicas en las que puede apoyar su acción.
Muchas gracias (Aplausos).
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.
Senador Anasagasti, tiene la palabra.
El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Gracias.
Señor ministro, usted recordará a aquella cantante, Rita Pavone –parole, parole, parole−, pues usted, parole. Usted me saca cuestiones jurídicas de letra pequeña. Hay un problema político en Venezuela, no me saque la letra pequeña ni me diga que yo no sé las gestiones que usted ha hecho. Estamos en una Cámara parlamentaria, yo le pregunto y usted me dice: “no, no, los Estados Unidos están muy contentos conmigo”. Yo no estoy nada contento con usted, la oposición venezolana no está nada contenta con usted, la situación venezolana se está pudriendo y usted no está haciendo absolutamente nada. Nada serio, me refiero a nada serio. Sí, firma comunicados, saluda..., hace este tipo de cosas. Actúa muy enérgico, por ejemplo, cuando surge el problema de Kósovo, entonces es usted muy diligente, o cuando surge la posibilidad de que se produzca el debate en Cataluña usted actúa con una celeridad tremenda. Sin embargo, hay cuestiones que no se pueden tocar, fundamentalmente porque los intereses económicos que se tienen en Venezuela priman por encima de los intereses de los derechos humanos. Y como España no puede tomar una iniciativa sola es por lo que le pedimos que lo haga conjuntamente con Europa, pero que se mueva. Si no se mueve España no se van a mover los demás. Muévase y...
El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señor Anasagasti.
El señor ANASAGASTI OLABEAGA: ...deje de oír a Rita Pavone.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Anasagasti.
Su tiempo ha terminado, señor ministro.
Todo el mundo quiere una "nueva transición", puede ser... pero que no sea un engaño como la anterior...
Publicado por: Zemento | 06/04/2014 en 10:42 a.m.