Euzkadi, nº 6 – 166
10 de Septiembre de 1932
Con el mayor entusiasmo se celebró la conferencia anunciada. En el hermoso salón de Euzko-Gastedija, repleto de gente selecta, predominando los bellos rostros de nuestras emakumes.
El disertante comienza dedicando un saludo a las emakumes mundakarras. En el humilde cementerio de Sukarrieta, besado por el mar, ha visto la losa de Sabino, y acercándose al corazón del maestro, está el cadáver de una mujer. ''¿No nos descubre esto -dice- el cariño hacia la mujer vasca sentido por Sabin para salvar a Euzkadi? La mano de la mujer ha de formar el corazón de los patriotas: en ella están las esperanza de Euzkadi."
De labios del señor Sota brotan luminosas ideas, magníficos pensamientos, revestidos del más fino humorismo y hermoseados con el más depurado gusto literario. Traza la labor de la mujer. La mujer vasca ha de conservar y robustecer las energías de su pueblo. De ahí que sus preferencias deben ser para el joven vasco y el hogar vasco. Describe a continuación la psicología del señorito frívolo, de quien dice no servir sino para ser servido de otros. Contrapone este modo de ser con la democracia vasca, a la que canta como modelo en el mundo. En la democracia vasca todos son nobles y dignos. No es demócrata el señorito que va a beber vino con los obreros en una taberna. El demócrata es eI señorito que los lleva a un centro de educación. Así pensaba la democracia vasca, que no rebajaba, sino que elevaba a todos. Y es que en el espíritu vasco se encuentra la solución de todos los problemas. Por eso debemos exigir nuestros derechos y defenderlos como nuestros antepasados. He aquí la misión del nacionalismo, que no es particularista, sino universal, porque quiere el respeto y amor para todas las naciones, como quiere el amor y respeto a todas las personas.
Así fue Euzkadi, que nunca empuñó las armas sino para defenderse. Sus últimas palabras fueron una exhortación al sacrificio, como lo hizo Sabin.
Una prolongada salva de aplausos premió la labor de don Manuel de la Sota. El aplauso fue unánime, reconocimiento a la profundidad de las ideas junto con la amenidad y el gusto literario. Sea para él nuestra felicitación, y nuestro agradecimiento para la Directiva de Emakume Abertzale Batza – Ni naz.
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