Iñaki Goiogana Historiador
Goiogana ha asesorado a la productora Baleuko para el documental ‘Goazen gudari danok’, de la batalla de San Miguel en Elgoibar. Lo emite hoy ETB-1 y, el jueves, ETB-2
I. Gorriti
Iñaki Goiogana ha puesto todo su conocimiento en manos de guionistas y directores para narrar las andanzas del batallón Arana Goiri número 1 del PNV en el alto de Zirardamendi durante la Guerra Civil. Hoy se tributa un homenaje a aquellos gudaris en Elgoibar.
Ha asesorado en ‘Goazen gudari danok’. ¿Toda película histórica debe contar con especialistas que ilustren lo que ocurrió?
-Entiendo que sí, en el caso de que la película, además de contar una historia, vaya a contar parte de la historia y deba ser fiel a esta. Pero también entiendo que la película es obra del director, y la labor del asesor histórico no es más importante que la de cualquier participante en la misma, esté delante o detrás de la cámara.
¿Por dónde se empieza a documentar una película?
-Se empieza por conocer el tema. La labor del asesor es la de un ayudante. En el caso que nos ocupa, el guion no es mío y mucho menos la dirección. Las personas directamente implicadas en la realización tienen sus ideas para la realización y las intentan plasmar. Para ello redactan un guion donde estará reflejada la historia que desean contar. Esta historia es parte del pasado y ahí surgen las dudas. La labor del documentalista o historiador es ofrecer los datos históricos exactos. Más tarde, el guionista y director de la película le darán su interpretación.
Debe ser una labor muy complicada y de gran responsabilidad, porque el espectador pronto cae en posibles errores...
-En realidad, no es más que parte de un engranaje, si se me permite la expresión. Chirría tanto un dato histórico falso como un peinado fuera de época o un vestido fuera de lugar. En todo caso, no es lo mismo un gazapo, una pequeña metedura de pata, que hacer una película pretendidamente histórica y, usando una frase muy cinematográfica, que todo parecido con la realidad sea mera coincidencia. En una película histórica entiendo que es lo peor que le pueden decir a uno.
¿Qué documentos o archivos han utilizado para casar todos los datos y ser rigurosos en este film dirigido por Iban González?
-Básicamente el material que se ha utilizado para hacer la exposición, además de testimonios orales de testigos directos y de segunda generación pero muy próximos a los hechos. Los testimonios de los testigos directos cuentan muchos detalles que difícilmente se hallan en los documentos históricos. Aunque también es verdad que los testimonios hay que contrastarlos, y ahí entran los libros y documentos de archivo.
¿Qué otros trabajos similares recuerda haber hecho?
-Citaré el más reciente. Triano Media está realizando una serie de documentales sobre el Gobierno vasco en la que he colaborado.
¿En el ‘making off’, trailer o película, hubiera deseado que la dirección hubiera tenido más tiempo y más apoyo económico, quizás, para mejorar todo lo relacionado con vestuario y ‘atrezzo’?
-Siempre es importante tener más apoyo económico. Seguramente, si el director hubiera dispuesto de más presupuesto hubiera montado escenas con más extras o hubiera hecho otras aportaciones, pero el dinero en sí no hace nada. Lo fundamental es la creatividad del director, todo lo demás viene a ayudar.
Aunque los vascos han oído hablar muchas veces de la Batalla de San Miguel, son pocos los que saben qué ocurrió exactamente...
-Desde el punto de vista bélico, lo que aconteció en San Miguel los días finales de septiembre y comienzos de octubre de 1936, en comparación con otras batallas habidas en la guerra, es muy pequeño, pero para la historia de Euzkadi, nosotros entendemos que se produjo un hecho fundamental, la detención del avance del ejército sublevado. Esta detención hizo posible que los franquistas no pudieran ocupar Bizkaia hasta pasados seis meses, dando tiempo a que se formara el Gobierno vasco y este pudiera realizar la gran labor que realizó.
¿Qué siente una persona como usted, amante de la historia y de la memoria, cuando ve que vamos perdiendo personas como José María Otxoa de Txintxetru, que estuvo en aquella batalla, de quien han recuperado imágenes grabadas?
-Es inevitable que las personas desaparezcan, lo que no quiere decir que no lo sintamos. Perder testigos directos y cualificado de unos hechos, como Otxoa de Txintxetru y Josetxu Landa, nos priva de su testimonio. De todos modos, la verdadera pérdida es la humana. El vacío que la desaparición de hombres y mujeres de la calidad humana de estos gudaris produce es insustituible. Cada generación tiene sus hombres y mujeres que ocupan el lugar dejado por los precedentes, pero cada uno ocupa su puesto de manera singular.
Hace poco decían en algún medio de comunicación que la juventud se quejaba de que estudia más la Revolución Francesa que lo ocurrido en Euskadi, como la guerra civil. ¿Qué opina al respecto?
-La diferencia entre los hechos es muy grande. La Revolución Francesa es un hito universal y la guerra civil, con ser grande su importancia, no llega a tanto. Pero para nosotros la guerra del 36 es también un jalón de primer orden, y entiendo que su conocimiento debería tener una mayor importancia. En el fondo, lo que subyace es que hoy en día se aprecian más los conocimientos técnicos que los humanísticos, y eso se refleja en los estudios y en todos los órdenes de la vida. Además, la guerra, por activa o por pasiva, está presente en nuestras vidas y hay sectores interesados en que se olvide todo aquello o, como poco, se diluya.
¿Qué desea a ‘Goazen gudari danok’?
-Que guste y que se vea. Si, además, la visión de la película, la exposición y el libro llevan a fomentar algún debate sobre aquellos hechos, perfecto.
Inestimable trabajo.Que se puedan hacer muchos más.
Publicado por: CAUSTICO | 10/01/2014 en 11:57 a.m.