HISTORIAL DE D. BONIFACIO ARANGUENA ACHA, Capitán de la Marina Mercante.
El capitán Aranguena, estuvo desempeñando el cargo de Oficial de los Buques de la Naviera SOTA Y AZNAR, desde el 18-01-1931, hasta el 18-01-1936, habiendo cotizado normalmente.
Al iniciarse la contienda civil, se presentó como voluntario en el Batzoki de Abando.
A mediados del mes de agosto del 36, fue nombrado por el Gobernador de Bizkaia, D. José Echevarría Novoa, como primer oficial del S.S."SEBASTIAN", matrícula de Bilbao. Capitán F. Fernández y Delegado del Gobierno, Casimiro Gerrikaechebarría, buque destinado a efectuar un viaje con material de guerra para el Gobierno establecido.
Antes de zarpar, procedieron a cambiar el nombre y matrícula de buque; "AZTECA" y "VERACRUZ", respectivamente. Esta operación fue observada por los tripulantes de una lancha de uno de los dos destructores de bandera alemana que se hallaban surtos en la rada de Bilbao.
De toda la tripulación del buque, ÉL ERA EL ÚNICO VOLUNTARIO.
Una vez efectuada la operación, zarpó el buque rumbo al puerto de Burdeos, donde les esperaba Telesforo Monzón, con quién trataron de adquirir diez vagones de ferrocarril con material de guerra. Ante la imposibilidad de conseguirlos, recibieron la orden de trasladarse al puerto de Danzing (Polonia), donde recibieron un cargamento de aproximadamente 3.000 Tm. De material de guerra, para dirigirse a un punto situado a DIEZ millas al Norte/Sur de Ousant, donde iban a recibir las oportunas ordenes finales.
Cuando se hallaban navegando por el Mar Báltico, se enteraron de que Alemania denunció en la Sociedad de Naciones, que un buque de bandera de México, transportaba armas para el Gobierno de la República. Desde la salida de Skagerrat y durante un largo trayecto, les acompañó un crucero italiano, al que consiguieron despistar, dirigiéndose hacia el Cabo Lizard.
El 20 de septiembre del 36, después de permanecer 7 ú 8 días al Norte/Sur de Ousant, se les acercó un yate del Gobierno Vasco, del cual se trasladaron al "Azteca", el Sr. Lezo, un capitán de Santander y un radio operador de la misma ciudad, instruyendo a aquél para que se dirigiera al puerto de Santander.
Antes de entrar en la Bahía de Santander, avistaron al acorazado "España", al servicio de los rebeldes, que afortunadamente no les descubrió.
Durante la descarga de las armas, se presentaron a bordo los Gobernadores de las distintas regiones del norte, quienes felicitaron al Sr. Aranguena, ofreciéndole dinero por su trabajo que rehusó, aceptando solamente el servicio de un automóvil oficial para ir a Bilbao, a ver a sus padres. Al parecer, la felicitación fue debida a la intervención de los Sres. Fernández y Gerrikacchebarria. Capitán y Delegado del Gobierno, respectivamente.
Hallándose en Bilbao, le hicieron saber que el General Queipo de Llano, desde Sevilla, le condenó en rebeldía a la última pena.
Como nunca se mencionó, ni en la prensa ni Oficialmente, el nombre del buque "AZTECA", que trajo las armas el 24 de sept. de 1.936 al puerto de Santander, el Sr. Aranguena cree que el Gobierno de la República no quiso comprometer al Gobierno de México por motivos internacionales.
El R.P. Alberto de Onaindía, en su libro de "HOMBRE DE PAZ", en su página 179 comenta la esperada y llegada de las armas y la actitud del Gral. Mola, al posponer el ataque sobre Bilbao por un mes. Las armas traídas en el "Azteca", fueron distribuidas en el Frente Vasco y después al de Cantabria y Asturias. También el escritor Gabriel Jacson en su libro "La República Española y la Guerra Civil", en su página 330, menciona la llegada de los 5.000 fusiles checos, pero no indica cómo llegaron, pero en la realidad, el único buque que trajo armas fue el mencionado buque.
Una vez descargadas las armas, volvieron a cambiar de nombre y matricula del buque y a efectuar viajes con minera de hierro de Bilbao a Cardiff y con carbón de Cardiff a Bilbao.
El 11-11-36 se trasladó al puerto de Cardiff, para enrolarse en el SS "GORBEA MENDI", también de la Naviera Sota y Aznar, en viajes al exterior.
El 20-03-37, el Gobierno rebelde, reclamó cuanto buque de bandera de la República había. La Naviera Sota y Aznar, liquidó a todos los tripulantes.
La Naviera MID-ATLANTIC, CO. se hizo cargo de los buques de "Sota y Aznar", bajo la gerencia del Sr. Marino Gamboa. El Sr. D. Manuel Urrutia, capitán de la marina mercante española, fue asesor del Sr. Gamboa y era plenamente conocedor del funcionamiento de la Mid-Atlantic and Co. Al parecer no existen antecedentes de esta compañía.
Dado que en el puerto de LONDONDERRY se encontraban los buques SS "Serantes", SS "Atalaya" y SS "Gorbea Mendi" y todos los tripulantes se declararon a favor de los insurgentes, al Sr. Gamboa, nombró al Sr. Aranguena, capitán encargado de los tres buques.
En ese tiempo, se presentaron en dicho puerto los capitanes José M. Ajubita y Bajineta a la sazón favorables al régimen franquista, con la pretensión de trasladar al Capitán Aranguena, a España, vivo o muerto.
Durante su estancia en Londonderry, las autoridades locales y las del puerto, le hicieron lo inimaginable para hacerle la vida imposible.
A principios del 38, el Sr. Gamboa le nombró Comandantes del submarino G-2 surto en el puerto de Brest. Este cargo no lo cubrió, pues no tuvieron con quien sustituirle en Londonderry. Por tanto continuó en dicho puerto hasta el 2003-39, en que conoció la llegada de las tripulaciones franquistas a posesionarse de los buques, por lo que se trasladó con su familia al puerto de Belfast, donde le acogió la TRADE UNIONS.
Durante el tiempo que permaneció como Capitán encargado, del Gobierno solamente percibió dos (2) libras.
Después, solamente contactó con el Sr. Gondra, de Mundaka encargado de la representación vasca en Londres.
Durante el año 1948 y después de haber estado haciendo labores de todo tipo, salvo la de su profesión, se trasladó a Barranquilla (Colombia), donde desde entonces residió. Para viajar, obtuvo pasaporte del HOME OFFICE del Gobierno Inglés. Hasta el año 1952, no obtuvo pasaporte español, expedido por la Embajada de España en Bogotá, el cual, según el Cónsul español en Barranquilla, se hallaba marcado.
Durante su estancia en Colombia y trabajando ya de Capitán Mercante, consiguió mejorar ostensiblemente, su situación económica, pero por causas que no vienen al caso, perdió toda su hacienda y con 90 años, atravesó una situación económica muy comprometida, al punto de que él recientemente, escribió un libro de texto, para pilotos de la marina mercante, que no pudo publicar por, precisamente, la escasez de medios citada.
Una de las mayores ilusiones era hacer un viaje a su querida Euskadi, pero por los mismos motivos mencionados anteriormente, le fue imposible desplazarse a ésta.
Su situación económica se pudo quedar paliada con la posible concesión de la pensión que como otros en su misma situación, por lo menos con méritos suficientes, se hallaban percibiendo.
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