Iosu Gallarreta recopila testimonios de supervivientes del bombardeo de 1937 en Zalla.
Las entrevistas darán lugar a un documental para divulgar un episodio silenciado en la dictadura
Al conmemorarse el 21 de junio de 2012 el 75 aniversario del bombardeo de Zalla durante la Guerra Civil, Iosu Gallarreta, un vecino de la localidad, quiso saber más sobre este episodio silenciado durante la dictadura por la propaganda franquista. No hallar apenas referencias documentales a la tragedia que mató a unas treinta personas no le desanimó y fruto de esa perseverancia ha reunido testimonios de una veintena de supervivientes que recopilará en un el documental. Aunque antes ha llevado a cabo otras investigaciones históricas, es “mi primera incursión en el pasado local, el más cercano y la realizo con el objetivo de que podamos aprender de lo que sucedió y evitar que se repita”.
El tiempo apremiaba si quería acceder a las fuentes directas: los testimonios de los que sobrevivieron. Aun en el siglo XXI le ha costado romper las reservas de quienes estaban en Zalla en junio de 1937. Porque “en realidad los aviones merodearon durante más días, entre el 18 y el 19 de junio y la entrada de las tropas franquistas el día 29”. “Existe ese manto de silencio, el miedo a no ser el primero que hable, pero a medida que la gente se ha ido animando hay más movimiento. Algunos se han decidido a participar después de ver la exposición que acogió el Zine Antzokia hace un par de semanas”, narra. Cada vez que se acerca la fecha de la conmemoración en Zalla crece la expectación por el documental, cuyo estreno aún no tiene fecha, ya que su autor compatibiliza el trabajo sobre el bombardeo con sus obligaciones laborales. “Si algo me da pena es no haberme involucrado en el proyecto con más tiempo para que todas las personas que intervienen pudieran ver el resultado final. Varios ya han fallecido y eso me come las entrañas”, confiesa. Y es que repasar las conversaciones y editarlas requiere tiempo del que a veces no dispone.
Al ensamblar los relatos obtendrá una visión global de Zalla a finales de junio de 1937. “Todos me decían: vale, te cuento lo que yo viví. Ahora me toca a mí juntar las piezas del puzle”, describe. También ha consultado el archivo de la Diputación Foral de Bizkaia y la prensa de la época para completar el retrato, pero en el municipio encartado confluyeron una serie de factores que no le ayudaron precisamente: “El hecho de que el bombardeo más intenso se produjera inmediatamente después de la caída de Bilbao y la propaganda fascista”.
Por esa razón tampoco encontró rastro de la tragedia en el propio Ayuntamiento de Zalla debido a que “tras la guerra, la corporación franquista hizo borrón y cuenta nueva, como si no hubiera pasado nada”. Aun así, sí ha podido dar con la lucha de una mujer, que reclamaba al Consistorio que no se le cobraran impuestos, puesto que el tejado de su casa había resultado dañado en la contienda. Las autoridades municipales se negaron a la petición con el argumento de que había tenido inquilinos viviendo allí y si podía permitírselo, entonces también sería asumir los gastos”, resume.
Después de presentarse a los vecinos de Zalla, a Iosu Gallarreta le gustaría que se hiciera un hueco al documental en los colegios de la localidad “para que los alumnos trabajen con ello, sepan lo que ocurrió y saquen sus propias conclusiones al respecto”.
Antes de sumergirse en la historia más triste de Zalla, dedicó “muchos años” a indagar en la lucha por control de las minas de Potosí, motor económico de la Bolivia del siglo XVII desplazándose al país. Un momento “clave en el que a lo largo de tres años se persiguió a los representantes vascos que ostentaban la mayoría en el Ayuntamiento”.
Elixane Castresana
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