Unas jornadas muestran las posiciones de la posición defensiva en la localidad
Ander Goyoaga
Una salida de alrededor de tres horas por el Cinturón de Hierro de Bilbao en el barrio galdakoztarra de Bekea sirvió el 17 de mayo para inaugurar las jornadas de Memoria Histórica organizadas por Galdakao Gogora en esta localidad. Unas sesenta personas participaron en una marcha a lo largo de un lugar “especialmente reforzado” durante la Guerra Civil y que solo cayó una vez que las tropas sublevadas rompieron esta línea de defensa por la zona de Larrabetzu (Gaztelumendi) y ganaron terreno también hacia el sur. Trincheras situadas al filo de la A-8, búnkeres que aún mantienen parte de su impronta y algunos nidos de ametralladora ofrecieron una idea de lo que en este entorno se vivió hace ya 78 años.
El mal tiempo y una lluvia fina intermitente complicaron algunos tramos del recorrido, pero no impidieron la celebración de la marcha, que incluso pudo presumir de poder de convocatoria sobrepasando con holgura el medio centenar de asistentes, la mayoría vecinos de Galdakao. A pesar de que se trata del quinto año que se organiza este tipo de itinerarios -el primero participaron 150 personas-, ayer se dieron cita en el Ayuntamiento de la localidad, a las 9.00 horas, numerosos grupos de amigos interesados en este periodo histórico y también algunas familias. En apenas diez minutos el grupo, escoltado por Ganguren Mendi Taldea, ya había abandonado el centro de la localidad y se comenzaba a asomar a los primeros búnkeres. En esta ocasión se trataba de visitar los situados entre el núcleo urbano y Usansolo, en la zona de Bekea, Bekelarre, Meatzeta... El próximo sábado tendrá lugar un itinerario parecido por el lugar en el que se ubicó el Cinturón de Hierro en Olabarri y Altamira.
Importancia estratégica
Eduardo Madina Etxebarria, miembro de Galdakao Gogora, y Josu Zubiaur, estudioso del Cinturón de Hierro, se encargaron de explicar los pormenores de esta defensa. “En el año 2010 surgió la asociación a través de una iniciativa más general de Memoria Histórica y después se organizaron estas jornadas. Además de las charlas, nos parecía interesante que la gente conociese la estructura del Cinturón de Hierro del Gran Bilbao en Galdakao. Esta defensa tuvo mucho peso en la localidad, porque es un nudo de caminos que estratégicamente tenía importancia y estuvo muy reforzado”, indicó Madina a los asistentes.
Muy cerca del cruce de Urgoiti, en El Gallo, en una zona urbanizada pegada a la A-8, se podía apreciar pocos minutos después de que se iniciase el recorrido uno de los búnkers del Cinturón de Hierro. A partir de ahí, el recorrido de ayer transcurrió entre zonas boscosas en las que a cada paso se podían encontrar restos de búnkeres y trincheras. “Tanto aquí como en Larrabetzu se pueden ver un número importante de defensas porque fueron zonas con importancia estratégica. Muchos búnkers y nichos han desaparecido, algunos tragados por la autopista, pero aún se puede apreciar restos importantes de esta defensa. Quizá lo más destacado que se puede visitar en la zona de Bekea es el fortín pegado a la galería de tiradores cercana al puente de Abusu”, señaló Josu Zubiaur.
Las explicaciones de quienes ejercieron de guías sirvieron para que el numeroso público se hiciese una idea de lo que se vivió en la zona en la primavera de 1937 y engancharon a parte de los asistentes a la historia que esconden estos bosques. Un relato con un final trágico. “Después de que tomasen el Bizkargi y abriesen la brecha en la zona de Larrabetzu para entrar en el Cinturón de Hierro, se acabó. A Galdakao entraron por el puente de Torrezabal y subieron a las alturas. A todos los que estaban en estas posiciones les pillaron por la parte de atrás”, indicaba Madina.
Estas jornadas sobre Memoria Histórica continuarán mañana con un acto institucional en Plazakoetxe para recordar el bombardeo que en 1937 sufrió la localidad, mientras que por la tarde se ha organizado una charla con Lourdes Herrasti, de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, en Gandasegi (19.30 horas). En este mismo lugar tendrá lugar el jueves la proyección del documental en euskera Aitzol, Euskal Pizkundearen heriotza, precedida de una charla con Juantxo Agirre, de Aranzadi.
Finalmente, el próximo sábado ese recorrido sobre las posiciones del Cinturón de Hierro en Olabarri y Altamira cerrará este ciclo de jornadas que ayer, durante algo más de tres horas, llevaron la mirada 78 años atrás en nuestra memoria.
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