“BYE, BYE”
Con Alicia Sánchez-Camacho el PP ha llegado a un hito histórico: ha conseguido ser un partido definitivamente marginal en Catalunya. Tanto, que sólo ha alcanzado una alcaldía, la de Pontons, de las más de 900 posibles, y su influencia en la política catalana ha sido de cero sobre cero. Es cierto, en favor de doña Alicia, que el partido no ha tenido nunca muchas alegrías en estas tierras díscolas, pero los últimos tiempos han sido para enmarcar, tan convencidos de que el tiro al catalán les daba réditos electorales en las Españas que se han salido del mapa. Lo cierto es que el Partido Popular siempre fue lo que fue, y lo fue por méritos propios: un partido extraño, incapaz de conectar con ningún sector influyente en Catalunya, más cercano a la vieja imagen del virrey en tierra conquistada que a una simple opción; conservadora. Y si ello conforma la historia del PP en el Principado, con la gestión de Camacho su marginalidad ha llegado al paroxismo. Sólo les faltaba la emergencia de Ciutadans, más hipsters, más lanzados, más pijos á la page..., para rematar el desastre.
Y ahora Camacho se nos va. Es una lástima porque nos habíamos acostumbrado a sus charlas dicharacheras con floreros y a sus salidas de tono parlamentarias, y qué decir de sus peroratas en las televisiones del régimen, despellejando a la perversa Catalunya. Ha hecho tantos méritos, doña Alicia, en la correosa trinchera catalana, que deberían darle la Cruz de Isabel la Católica, o la de Agustina de Aragón, si es que existe la cosa, porque esta mujer ha sido una cruzada en tierra infiel y todo lo ha hecho, incluso el ridículo, para poder ser amada en la calle Génova. Lo mínimo sería que se lo pagaran de alguna forma, no sé, un cargo simpático y bien remunerado, una embajada como la de Trillo, una secretaría de Estado. Aunque el Partido Popular atisba horizontes nebulosos y pronto no estará para repartir muchos cargos. ¿Será por eso por lo que han sacado a Albiol del palacio de invierno de la vieja Bétulo, para poder salvar algún voto? Será, aunque tengo para mí que este partido continúa fuera de juego y que siempre pica en el hierro frío de su secular incomprensión de Catalunya. ¿Realmente creen que con el profesional de la provocación y con la Levy, una versión rejuvenecida de la Camacho, van a salvar los muebles? Lo tienen difícil porque el Partido Popular está en caída libre, los de Ciutadans les han robado la cartera electoral y aparece en escena Duran Lleida, que les raspará unos buenos votos.
En cualquier caso, con la marcha de Camacho, el PP catalán cierra otra etapa fracasada, de las muchas que acumula en Catalunya. Y la cuestión no es el cambio de caretos, sino la incapacidad de conectar con esta tierra. El fracaso catalán del PP no está en sus candidatos -aunque la doña ha hecho méritos-, sino en su ADN. Es tan extremo su discurso que parece lo que parece en Catalunya: un partido extraterrestre.
Pilar Rahola
Esta tipa estuvo en el cogollo del anticalanismo via Pujol.
Se quemó, es incompetente y desagradable y le sustituyen por un tipo alto y bocachancla que dice en voz alta lo que piensa la ultraderecha, o sea el PP.
El resto, igual.
Publicado por: CAUSTICO | 07/31/2015 en 04:46 p.m.
Curioso lo de la camacho.
Lleva muchos años como impresentable neo-franquista del PP. Educada en un cuartel de la guardia civil.... en fin, mucho no podiamos esperar.
Pero tengo un recuerdo de ella no tan negativo. Cuando ETA rompio la tregua del 99 y aznar lanzo todo su odio contra el PNV, hubo un debate en la tele catalana (creo que Agora en el Canal 33) que estaban la jovencisima entonces sanchez camacho y Txema Montero, entre otros. Aquel debate fue un ejemplo de educacion y moderacion comparando con los insultos diarios de arenas bocanegra, iturgaiz, la san gil, ruperez y tanto animal franquista que tan "grato" recuerdo nos dejaron.
Una pena que aquella sanchez camacho razonable y civilizada se fuera convirtiendo en un monstruo rojigualdo. Seguro que Txema Montero lo recuerda.
Publicado por: takolo3 | 07/31/2015 en 10:30 p.m.