La observación de la situación de los derechos humanos por la ONU debe estar en el centro de las conversaciones de esta semana sobre el futuro de su presencia en el Sáhara Occidental y en los campos de refugiados saharauis, ha declarado hoy Amnistía Internacional, en medio de la imposición de restricciones crecientes a periodistas, personal de mantenimiento de la paz y activistas pacíficos.
El Consejo de Seguridad votará sobre la prórroga de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) el jueves 28 de abril. La MINURSO es la única misión de mantenimiento de la paz moderna de la ONU que carece de mandato en materia de derechos humanos, a pesar de que ambas partes —las autoridades marroquíes y el movimiento proindependencia Frente Polisario— vienen cometiendo abusos contra estos derechos en los 40 años de conflicto sobre el territorio.
En un informe al Consejo de Seguridad presentado este mes, el secretario general de la ONU Ban Ki-moon pidió la observación independiente e imparcial de la situación de los derechos humanos en el Sáhara Occidental y en los campos de refugiados saharauis del Tinduf, en el suroeste de Argelia.
“Una observación imparcial y sostenida de la situación de los derechos humanos por parte de la ONU ofrecería cierta protección a una población que vive bajo la amenaza diaria de sufrir abusos a manos de las autoridades marroquíes y del Frente Polisario”, declaró Magdalena Mughrabi, directora adjunta interina para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
“En un momento en que las autoridades marroquíes intentan de forma creciente cerrar la puerta a la observación con la expulsión de periodistas extranjeros y la detención de activistas pacíficos, y dado que la situación de los derechos humanos en los campamentos del Tinduf sigue siendo opaca, esto es más importante que nunca. La ausencia de observación de la situación de los derechos humanos perpetúa el ciclo de abusos e impunidad.”
En el año transcurrido desde que se renovó por última vez el mandato de la MINURSO, las autoridades marroquíes han seguido sofocando la disidencia en el Sáhara Occidental con la imposición de restricciones arbitrarias a la libertad de expresión, de asociación y de reunión. Las fuerzas de seguridad prohíben o dispersan por la fuerza sistemáticamente las manifestaciones pacíficas. Rara vez se permite la inscripción en el registro de las organizaciones de derechos humanos.
El mes pasado, las autoridades marroquíes obligaron a la ONU a retirar a decenas de miembros del personal civil y a cerrar una oficina de enlace militar para la MINURSO después de que Ban Ki-moon mencionara la “ocupación” del Sáhara Occidental durante una visita a los campamentos del Tinduf.
Entre quienes tuvieron que marcharse figuraba personal que estaba implementando programas coordinados por el Servicio de Acción Antiminas de las Naciones Unidas (UNMAS). El UNMAS considera que el Sáhara Occidental es uno de los territorios más minados del mundo, donde se han producido más de 2.500 muertes desde 1975, y dice desempeñar un papel clave en la reducción de riesgos humanitarios y la mejora de las condiciones de vida de los saharauis.
La observación sostenida de la situación de los derechos humanos por parte de la ONU es también necesaria en los campamentos del Tinduf, donde según informes los jóvenes saharauis se sienten cada vez más frustrados con los 25 años de punto muerto en la resolución del conflicto sobre el Sáhara Occidental desde el alto el fuego de 1991. La ausencia de una observación regular e independiente de la situación de los derechos humanos deja a los residentes vulnerables frente a los abusos. El Frente Polisario tampoco ha tomado ninguna medida para exigir cuentas a los responsables de abusos contra los derechos humanos cometidos en las décadas de 1970 y 1980 en los campamentos que controla.
Información general
La Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) fue establecida en 1991 en el territorio que se anexionó Marruecos en 1975, así como en los campamentos de refugiados saharauis del Tinduf, en el suroeste de Argelia. Su mandato es observar el alto el fuego entre las fuerzas armadas marroquíes y el Frente Polisario, así como implementar un referéndum para determinar el estatuto definitivo del Sáhara Occidental.
María del Pozo Sierra
Responsable de Relaciones Institucionales y Política Exterior
AMNISTIA INTERNACIONAL
Comentarios