En 1934, el diputado vasca Rafael Picavea definía al Partido Nacionalista Vasco como "un partido de orden y fundamentalmente democrático-cristiano”. Por su parte el historiador Juan Pablo Fusi, considera decisiva la entrada en el PNV, a finales de la década de los 10, de una nueva generación de militantes -Aguirre, Leizaola, Landáburu, Basaldua, Irazusta, etc. de formación cristiana y democrática. Esta ideología se muestra, claramente, en el lema utilizado para las elecciones de febrero de 1936 por los nacionalistas vascos: "Por la civilización cristiana, la libertad patria y la Justicia social". En esas elecciones, la inmensa mayoría de la Iglesia española había tomado partido fervoroso por las derechas a las que consideran "defensoras de la religión, la Propiedad y la Familia". Sin embargo, tanto el PNV como la Unió Democrática de Catalunya (otro partido católico y nacionalista) se mantienen en una posición de centro, lo que supone el ser blanco de no pocos ataques. Asimismo, al obispo de Vitoria, el monárquico Mateo Múgica, que consideró lícito el voto de los católicos a los nacionalistas, habría de pasarle factura el Cardenal Goma, enviando un largo informe a la Secretaría de Estado del Vaticano en el que se quejaba de la demagogia nacionalista y de la actitud del prelado vasco.
Cuando se produce el levantamiento militar, tanto el PNV como la UDC, toman partido por la legalidad republicana. El Cardenal Gomá escribía al Vaticano: "Así se da el caso de que dos bandos, los más representativos del catolicismo español nacionalistas vascos y tradicionalistas navarros luchan encarnecidamente entre sí en los campos de batalla del Norte, haciendo causa común, por una parte, los nacionalistas con los comunistas y el ejército del Gobierno, y por otro los tradicionalistas con el ejército insurgente. Nunca se puede llamar con mayor razón “lucha fraticida'".
Sin embargo, la primera manifestación, posicionándose sobre el sentido de la guerra procede de los obispos vascos -Olaechea, de Pamplona, y Mugica, de Vitoria-, escandalizados de la colaboración de los nacionalistas con el Gobierno constitucional. El PNV, entonces, decide consultar oficialmente a un grupo de sacerdotes de prestigio para saber si debían, como católicos, hacer caso a dicha pastoral. Los religiosos respondieron en forma negativa, basando ésta en las dudas que existían sobre la autenticidad de la misma y sobre la libertad de Monseñor Múgica al firmarla, al que en cualquier caso no consideraban suficientemente informado de lo que ocurría en Vizcaya como para hacer suyo el alegato.
La actitud del prelado vasco comienza a cambiar cuando los franquistas, autotitulados "defensores de la civilización cristiana", comienzan la represión indiscriminada. Numerosos religiosos católicos son encarcelados, desterrados y fusilados por los "cruzados". Los militares rebeldes comienzan a presionar al Cardenal Primado y al Vaticano para sustituir a Monseñor Múgica. El 14 de octubre de 1936, salía para Roma, iniciándose así un exilio que durará diez años. Todo este proceso se recogerá en una carta enviada al sacerdote José Miguel de Barandiarán que será editada con el título "Imperativos de mi conciencia" y que tuvo una amplísima difusión.
Pero, va a ser el primer presidente de Euzkadi (País Vasco), José Antonio de Aguirre, quien mantenga la primera gran polémica con la Jerarquía de la Iglesia española. Para Aguirre la contienda no es una guerra religiosa como se quería hacer creer: "es una guerra de tipo económico y de tipo económico arcaico y de un contenido social". Y recordaba que "los sublevados han asesinado a numerosos sacerdotes y beneméritos religiosos por el mero hecho de ser amantes de su pueblo (... ) son desterrados violentamente sacerdotes vascos llevándolos a tierras alejadas de la suya natal, y hasta los boletines de las diócesis vascas son obligados a disimular el destierro, estampando en sus columnas que los interesados han dimitido".
Las acusaciones de Aguirre, difundidas por Radio Bilbao el 22 de diciembre de 1936 (y editadas posteriormente) fueron contestadas, el 10 de enero de 1937, por el Cardenal Gomá en una "Carta Abierta" que tuvo carácter de pastoral. La polémica tuvo un amplio eco internacional. Los servicios de propaganda del Gobierno Vasco recogieron ambos documentos que fue traducido a diferentes idiomas.
La libertad religiosa
Desde los primeros momentos de la guerra civil, el Partido Nacionalista Vasco va a dirigir todos sus esfuerzos a proteger a los religiosos católicos y a que el Gobierno republicano. Ni que decir tiene que fue Euzkadi el único territorio leal en el que se mantuvo el Culto y los clérigos vistieron públicamente sus hábitos. Por otro lado, las Delegaciones del Gobierno Vasco, sobre todo en Madrid, Barcelona y Valencia contribuyeron a salvar a numerosos sacerdotes amenazados por los grupos incontrolados de izquierda.
En este campo destaca la actividad del ministro vasco en el Gobierno de la República, Manuel de Irujo, que, finalmente, lograría que se dictasen normas que, por un lado, garantizasen la libertad religiosa y, por otro, se respetase a los ministros católicos. Y, así, en 1938, tuvo lugar una ceremonia religiosa en Barcelona, a la que asistieron numerosos políticos -no sólo vascos- con motivo del entierro de "gudari" -soldado vasco, muerto en la batalla del Ebro.
El otro gran esfuerzo del Nacionalismo Vasco en este período fue el de la humanización de la guerra. Los representantes del PNV en todas las instancias lucharon por erradicar las ejecuciones sin juicio y que éstos estuvieran sometidos a las normas procesales. El historiador Juan Pablo Fusi, nada sospechoso de simpatías nacionalistas, afirmaba a este respecto y dado la razón a Aguirre que "el mayor logro del Gobierno Vasco fue su labor de orden y civilidad".
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tud en favor de Franco, hubiera menos religiosos asesinados por los izquierdistas; y que, por el contrario, fueran encarcelados y ejecutados sacerdotes y monjes por las tropas sublevadas, fue un elemento determinante en la posición adoptada finalmente por los intelectuales católicos franceses».
La actividad de estos católicos a favor de los vascos comenzaría a principios de 1937. En febrero de dicho año, apareció un llamamiento abierto para acabar con la guerra civil: «contra todos los crímenes inexcusables, procedan de donde procedan, debemos, por nuestro honor de cristianos, elevar nuestra protesta indignada». Pero, a pesar de su imparcialidad este llamamiento no podía gustar a los franquistas: exigía responsabilidades a los generales por haber iniciado la guerra. El documento fue firmado por madame Mallaterre, Maudale, Jacques Maritain, Louis Martin Chauffier, Emmanuelle Mounier, Marc Sangnier, Ives Simon, Paul Vignaux y otros, pero no por François Mauriac.
En marzo de 1937, se crea el Comité Francés por la paz civil y religiosa en España en el que participan, Jacques Maritain y muchos otros, excepto Bernanos y Chauffier.
Pero, antes de seguir adelante, un dato: la inequívoca actitud de Louis Martin Chauffier llama, desde el primer momento, la atención de los vascos y tanto sus artículos como conferencias van a ser recogidos sistemáticamente en las páginas de «Euzko Deya». En esta línea se reproducen también artículos de Pouterman («Regards»), Jean Richard («L'Aube»), Helene de la Souchere («Le Jeune Republique»), Charles Reber («Le Soir») o Madelaine Jacob («Le Peit Journal»).
La rápida ofensiva militar lanzada por Franco y sus aliados germano-italianos, obligó, otra vez, a los católicos liberales franceses a intervenir. En los primeros días de mayo de 1937, aparece un manifiesto, «Por el Pueblo Vasco», que es reproducido por una serie de periódicos franceses como «Sept» o «Temps presents» así como en «Euko Deya». En él, se dice, entre otras cosas:
«La guerra civil acaba de tomar un carácter particularmente atroz en el País Vasco. Ayer, era el bombardeo aéreo de Durango. Hoy con el mismo procedimiento es la destrucción casi total de Guernica, ciudad sin defensa y santuario de las tradiciones vascas. Centenares de no-combatientes, de mujeres y niños perecieron en Durango y otros lugares; Bilbao donde se encuentran numerosísimos refugiados está a punto de conocer el mismo destino.
Cualquiera sea la opinión que se tenga sobre los bandos que se enfrentan en España, resulta indudable que el vasco es un pueblo católico y que el culto público nunca fue interrumpido allí. En estas condiciones incumbre a los católicos alzar su voz para evitar la matanza de un pueblo cristiano. Nada justifica, nada excusa bombardeos de ciudades abiertas como el de Guernica. Dirigimos un grito angustiado a todos los hombres en todos los países, para que cese inmediatamente la matanza de los no-combatientes».
Esta vez la primera firma es la de François Mauriac, además de las de Jacques Maritain, Emmanuel Mounier, Claude Bourdet, Jacques Maudale, Gabriel Marcel, Maurice Merleau-Ponty, Stanilas Foumet, Francisque Gay y Georges Bidault.
La caída de Bilbao, el 19 de junio de 1937, produce una nueva intervención de personalidades católicas francesas, entre ellas Mauriac, esta vez ante el cardenal Pacelli, quien, según una nota oficial de la Santa Sede de 24 de junio de 1937, cablegrafió al Primado de España y arzobispo de Toledo para que hiciese saber al Gobierno de Burgos la preocupación por los prisioneros vascos y pedir, al mismo tiempo, que modere la represión.
Pero, al margen de los actos o manifestaciones colectivas, se desarrolla en esta etapa una importantísima labor individual. Los artículos de Mauriac sobre el problema se multiplican:
«Nadie puede negar que el día en que los generales españoles entraron en acción, un régimen legítimo —o por lo menos legal— residía en Madrid, incluso si acordamos que en tal circunstancia, el pueblo vasco hubiera tenido que comprender que la insurrección venía a ser de repente el deber más sagrado, nunca hubo un error más excusable; no se asesina a un viejo pueblo cristiano porque creyó que no tenía que rebelarse... Es un crimen considerar como criminales a unos héroes culpables de haber combatido por esa libertad que ni siquiera habían tomado, que les había sido dada».
En esa misma línea escribe Enmanuelle Mounier en «Esprit»: «El pueblo vasco se defendió como pueblo antes de defenderse como partido, y si lleva una ideología no es la marxista, ni la anarquista, sino la mística social cristiana».
Como bien señala Southworh, «aunque la cuestión vasca desapareció de los titulares de los periódicos después de la ocupación de la región por las fuerzas de Franco y la rendición final y perfidia franquista hacia el Ejército Vasco en Santoña, los católicos liberales franceses continuaron interviniendo en el asunto. Mauriac escribió una introducción a la segunda edición, que apareció en mayo de 1938, del libro de Víctor Montserrat, «Le drame d'un peuple incompris». La primera edición se había publicado un año antes, después de la visita que Montserrat había hecho al País Vasco como corresponsal del periódico católico "oficial" de Francia, "La Croix". Montserrat había sido duramente atacado en la prensa franquista por su reportaje del 8 de enero de 1937, en el que aquél había expresado su sorpresa por no haber encontrado ni un solo prisionero entre las fuerzas de Franco en el País Vasco. Le había sido dada la siguiente explicación:
«Las medicinas son escasas y caras. ¿Se figura usted que las vamos a gastar inútilmente con ellos? Las necesitan los nuestros. Debiéndoles matar al fin y al cabo, no vale la pena curarlos. Se termina con ellos cuanto antes».
La llegada de los refugiados a Francia
En el verano de 1936, llegaban los primeros refugiados vascos al País Vasco-continental (Bajos Pirineos). En general, el recibimiento es frío, cuando no hostil. El clero y los políticos locales, a pesar de pertenecer a la misma comunidad étnica y cultural de los exiliados, están más cerca de la extrema-derecha ("Action Française") y tampoco podían soportar que los nacionalistas vascos católicos se hubiesen unido a las fuerzas de la Izquierda.
Llegados a este punto, es preciso referirnos a la figura de Manuel María de Ynchausti. Nacido en Filipinas y con pasaporte norteamericano se encontraba en San Sebastián al estallar la guerra. El 26 de Julio de 1936, se traslada a Ustaritz, en el País Vasco-continental. El Jatxou, cerca de su residencia, crea y financia una residencia para acoger a los niños evacuados de Guipúzcoa: la "Lourdeseko Euzko Au Etxea" (Casa de Niños Vascos "Virgen de Lourdes).
Por otro lado, Ynchausti se pone en contacto con el Obispo de Dax, Monseñor Clement Mathieu, y con el jesuita Dieuzayde para hacer más efectiva la ayuda a los refugiados vascos. Monseñor Mathieu convoca una reunión de personalidades católicas de los Bajos Pirineos cuyo resultado será la creación del "Comité Nationale d'Accueil aux Basques", bajo la presidencia honoraria del Cardenal Verdier, arzobispo de París y la efectiva del propio Monseñor Mathieu. En las provincias vasco-francesas este Comité está presidido por Monseñor Noubaut, obispo de Bayona. El CNSB, se transformará en "Comité d'Accueil Aux Espagnols", y más tarde, de todos los refugiados que huían del avance alemán. En el mismo están integrados, asimismo, el arzobispo de Burdeos, Monseñor Feltin y el senador Auguste Champetier de Ribes. Este último, héroe de la guerra de 1914, era miembro del Partido Demócrata Popular, Diputado y senador en varias legislaturas fue subsecretario de Financias, ministro de Pensiones, ministro de Antiguos Combatientes y subsecretario de Asuntos Exteriores en el Gabinete de Dadalier.
También en aquel verano de 1936, llegaba a París, Rafael Picavea, diputado a Cortes por Guipúzcoa y periodista, que se va a encargar de los asuntos vascos en la capital gala hasta que, en octubre de 1936, es confirmado como delegado del Gobierno Vasco recién formado.
Picavea desarrollará, entre 1936 y 1939, una intensísima labor de relaciones políticas y propaganda: artículos, entrevistas, conferencias y manifestaciones a favor de la causa vasca.
Como ya hemos señalado, en noviembre de 1936, comienza a publicarse en París, «Euzko Deya», órgano de la Delegación Vasca. Entre 1936 y 1938, el periódico dirige sus esfuerzos a resaltar el carácter católico y de orden de los vascos. Las alusiones al catolicismo son una constante en todos sus números. Y, como hemos podido comprobar, la campaña cumpliría sus objetivos.
Sin embargo, hay una serie de hechos, ajenos a la voluntad de los dirigentes vascos, que van a conmover a la opinión pública mundial, y les van a ofrecer un arma propagandística insuperable, a la vez que consiguen atraerse a aquéllos que aún estaban indecisos sobre qué partido tomar.
Los servicios de propaganda vascos se mueven febrilmente, contratando a un experto en el tema, el suizo Georgen. Cuentan, además, con la inestimable colaboración del prestigioso periodista francés Paul Vignaux (13).
Dentro de este esfuerzo propagandístico, aparecen, entre 1937 y 1939, una serie de libros y folletos, patrocinados por el Gobierno Vasco en español, francés, catalán, inglés, francés, alemán y checo. En 1937, se publican las obras de Alfredo Mendizábal, «Los orígenes de una tragedia. La política española de 1923 a 1936», a la que hemos hecho referencia; de George Steer, «The tree of Guernica»; de Ivonne Cloud, «Basque children in England». En 1938 aparecen: de Iñaki de Aberrigoyen (Iñaki Azpiazu), «7 mois et 7 jours dans l'Espagne de Franco»; de Ricard Altaba-Planuc, «Vuit mesos a Delegació del Govern d'Euzkadi a Catalunya»; de José de Aralar, «La rebelión militar española y el pueblo vasco» (Buenos Aires), del Dr. de Azpilikoeta (seudónimo de Aguirre), «Le probleme basque (vu par le Cardinal Gomá et le President Aguirre)»; de Pierre Dumas, «Le tragic destin d'Euzkadi»; de Ibon de Egizale, «Un homme, un clerge, un peuple»; de Víctor Montserrat, «Le drame de un peuple incompris», también citado; de Jean Pelletier, «Seis meses en las prisiones de Franco» (Buenos Aires), o, de Ángel Zumeta, «La teología de la invasión franquista».
Aunque, como hemos visto, el apoyo católico francés va a ser el más importante, en número y organización, no va a ser el único. Desde los primeros momentos de la guerra, se reciben adhesiones de grupos ingleses, irlandeses, americanos, holandeses, belgas, italianos e, incluso, chinos.
A través del influjo de los refugiados vascos —sobre todo los niños— se van sumando a los movimientos de solidaridad eminentes miembros de la Jerarquía eclesiástica católica, caso de los prelados franceses Mathieu, Verdier o Feltin o el holandés Van Roey, arzobispo de Malinas.
Entre estas muestras de solidaridad, por lo que significaba su personalidad, destacaba la de Luigi Sturzzo, padre de la Democracia Cristiana europea, perseguido por Mussolini. Dom Sturzzo se va a convertir en un colaborador habitual de las páginas de «Euzko Deya».
LA LIGA INTERNACIONAL DE AMIGOS DE LOS VASCOS
El "caso vasco" durante la guerra civil había servido para marcar las diferencias entre los intelectuales católicos liberales y aquellos que simpatizaban con los franquistas. Entre los primeros, se encontraban personalidades significativas de pequeños partidos y colectivos demócrata cristianos, casi todos inspirados por Marc Sangnier, creador del célebre "Sillón", una organización pluripartidista de la tendencia citada. De esta forma, a la "Jeune Republique", que se había adherido al Frente Popular francés en 1936, además del ya citado Sangnier, Phillipe Serré o Germaine Mallaterre-Sellier. Al Partido Demócrata Popular, pertenecen, entre otros, Auguste Champetier de Ribes, Robert Schuman, Paul Simon o Georges Bidault. En un primer momento, el nexo de unión va a ser el periódico "L'Aube" que dirige Francisque Gay. Pero, donde se va a producir una unidad más efectiva es en la Liga Internacional de Amigos de los Vascos.
Las actividades de los exiliados vascos en Francia tropezaban con un sinfín de dificultades políticas, económicas, burocráticas. Asimismo, la acción asistencial de los diferentes Comités -católicos o no- se demostraba insuficiente. Ynchausti se traslada a París para crear un organismo de derecho francés que cubriese todas las necesidades y, sobre todo, que diese cobertura legal a todas las actividades vascas en Francia: "Pensé en la creación de la 'Liga Internacional de Amigos de los Vascos" -escribía-, con fines muchos más amplios, no sólo de beneficencia, sino en pro de la conservación del Pueblo Vasco como tal". En París, se instala en un piso de la Avenida Hoche y, con la ayuda de Jesús María de Leizaola, visita a decenas de personalidades de la vida francesa para interesarlas en su proyecto.
Por fin, el 16 de diciembre de 1938, quedaba constituida la Sección Francesa de la Liga Internacional de Amigos de los Vascos. El Gobierno Vasco estaba representado en la misma por el antiguo diputado a Cortes, Francisco Javier de Landáburu. La Sección Francesa (cada "Sección" corresponde a un país) quedará constituía de la siguiente forma:
El Comité de Ayuda a los Vascos en Francia, está formado:
Comité de Honor: S. E. el Cardenal Verdier, el Presidente Herriot, Mr. Champetier de Rives, Rivollet, Mons. Feltin, arzobispo de Burdeos, y Louis Gillet.
Presidente: Mons. Mathieu, obispo de Aire y de Dax. Vicepresidentes: Mons. Fontenelle y Jacques Maritain. Tesorero: George Hoog.
Comité de Intereses Generales
Presidente: François Mauriac Vicepresidente: Raimond Laurent. Tesorero: George Hoog. Tesorero adjunto: Eugene Goihenechte. Miembros: Phillipe Serre y Louis Gillet. Secretario general de los dos comités: Ernest Pezet, diputado, vicepresidente de la Comisión de Negocios Extranjeros del Parlamento francés.
El Comité de Ayuda a los Vascos «tiene como finalidad ayudar al pueblo vasco en el exilio, reagrupar a las familias dispersas, socorrer a los huérfanos, e intervenir a favor de los prisioneros, mejorar su situación y facilitar su canje». Los fines del Comité de Intereses Generales «son los de organizar un centro de información que contribuya a dar a conocer la cultura del pueblo vasco, ayudar a la creación de una economía de los vascos en el exilio y, en fin, cooperar a la restauración de la autonomía en Euzkadi».
La LIAB comenzó una intensa campaña de propaganda en Francia, dirigida por el escritor y periodista Pierre Dumas. Su trabajo fue magnífico. En la citada campaña van a participar diversas agrupaciones artísticas y deportivas creadas en el exilio, como el Coro «Elai Alai», los ballets y coros «Eresoinka», la coral «Euzko Ametsa» o el equipo de fútbol «Euzkadi», auténtica selección nacional vasca.
En el número del 21 de mayo de 1939, de «Euzko Deya», se dedica un amplio espacio informativo a la «Liga Internacional de Amigos de los Vascos». En la primera página, se publica un Manifiesto de la Sección Francesa, titulado «Por qué somos amigos de los vascos», que resume la filosofía de esta organización:
"Ante su trágico destino y su incomparable desgracia, sin distinción de clases, de religión o de opinión, todas las gentes de nuestra casa que tienen un corazón han extendido sus manos para consolarles y ayudarles”.
El 16 de febrero de 1939, tenía lugar la segunda reunión plenaria de la LIAB. En la misma se dio forma legal a la organización, consolidándose los dos Comités de la Sección Francesa. Asimismo, a partir de esa fecha, la organización comenzó a representar a los Intereses de los refugiados en todos los campos: ayudas oficiales, repatriaciones y canjes de prisioneros. Asimismo, el secretarlo general de los Antiguos Combatientes, Georges Rivollet, pondría en relación a la Liga con la Cruz Roja francesa.
A partir de 1939, los intentos de crear la LIAB se van a extender a Bélgica, Gran Bretaña, Estados Unidos, Argentina, Chile..., interesando en este organismo a personalidades democrático-cristianas de todos estos países. Por ello, Jesús María de Leizaola escribía en el prólogo de un libro de Francisco Javier de Landaburu: "...los hechos son que, realmente, la Liga constituyó en los tiempos mussolinianos el habitáculo prenatal de la Democracia Cristiana Europea; ese movimiento al que la presencia, inmediatamente después, a partir de 1941, de Maritain, Dom Sturzzo, el lendakari Aguirre, Francisque Gay, Schrameck y otros en los USA, dio efectivo nacimiento".
En la Resistencia
La solidaridad de los demócrata-cristianos franceses no desfalleció ni en los momentos más difíciles. Cuando las tropas alemanas avanzaban victoriosas por Holanda y Bélgica, la extrema-derecha inicia una campaña de calumnias contra el presidente vasco que va a ser contrarrestada por los miembros de la Liga. Cuando los dirigentes políticos vascos, en abril de 1940, son internados en el campo de concentración de Gurs, Champetier de Ribes, miembro del Gabinete protesta por tal medida e intenta amortiguar sus efectos. Ernest Pezet pone a disposición del Gobierno Vasco su casa de Bretaña.
La mayor parte de los dirigentes de la Sección Francesa de la Liga fueron asimismo miembros activos de la Resistencia francesa o bien de las Fuerzas Francesas Libres (FFL). Este es el caso de los obispos Mathieu y Feltin -este último dio cobijo al rabino de Burdeos-, de Champetier de Ribes, que compartió prisión con Herriot, de Pezet, de Bidault, que sustituyó a Jean Moulin al frente del Consejo Nacional de la Resistencia.
Cuando se produce la movilización general en Francia, los vascos exiliados, a través de la LIAB, firman un compromiso por el que se ponen a disposición de las autoridades francesas. José Antonio de Aguirre, por su parte, ofrece a Dadalier la posibilidad de crear una unidad de combatientes -siguiendo el ejemplo de la Legión Checa- específica dentro del Ejército francés. Incluso, para que este proyecto tuviese viabilidad, trata de restringir la emigración a América de los exiliados vascos. El propio Champetier de Ribes insiste en esta posibilidad al Gobierno francés, pero, problemas diplomáticos lo impiden.
A partir de 1942, Jesús María de Leizaola comienza a colaborar con la Resistencia en el mediodía francés. Lo hace con los "maquis" del grupo "Combat", al que pertenecen la mayoría de los miembros democristianos de la LIAB. Los "maquisards" vascos trabajan, fundamentalmente, en los pasos de frontera, sobre todo de aviadores, información y entrenamiento. En 1944, se creaba el Batallón "Gernika" de la Brigada Vasca que participa en los combates para la liberación de Burdeos. En el Pointe de Grave, dejaron sus vidas numerosos "gudaris"(soldados) vascos.
Mientras tanto, en Inglaterra, los vascos exiliados llegan a un acuerdo con los representantes de la Francia Libre. Allí tienen como valedora a Helene de la Souchere. Se llega a crear un batallón de Fusileros Marinos que debe ser disuelto por presiones. Entonces, muchos de aquellos vascos se alistan en las Fuerzas Francesas Libres, a las órdenes de De Gaulle. Entre éstos, el doctor Aguirretxe, Castro Izaguirre que llegaría a contraalmirante de la Marina francesas- o Antonio Gamarra -miembro del Euzkadi Buru Batzar (Consejo Nacional) del PNV. Otros destacados miembros del Partido Nacionalista Vasco, caso del secretario de la Delegación Vasca de Nueva York, Ramón de la Sota, combaten en las filas del Ejército americano.
En pleno siglo XXI la Iglesia católica mantiene en la diócesis de Baiona al obispo Marc Aillet, un integrista envuelto en una caso de perastia como encubridor.
Este individuo sustituyó al obispo anterior, querido por sus feligreses y amante de los vascos, por el alelado Benedicto XVI, el de los zapatos de 1.000 € y el reloj Hublot.
El showman y parlanchín Francisco no ha movido ficha.
Cada vez tengo más claro que lo de este hombre es el marketing, estilo Sánchez y Rivera Asociados.
Publicado por: CAUSTICO | 05/04/2016 en 07:49 a.m.
Siempre te olvidas de Telesforo Monzón, Senador, y eso que escribiste un libro sobre él!!
Publicado por: Isuntza | 05/04/2016 en 10:50 a.m.
Hablando de temas pendientes..., en Francia se crea la mancomunidad de Iparralde, tras 2 siglos de peticiones locales y negativas de París al respecto, por fin los tres territorios vasco franceses tienen una institución administrativa común (por cierto con propia capacidad recaudatoria de impuestos...).
Por primera vez desde hace mucho tiempo nos encontramos a la vez, con el derecho de autodeterminación o de libre decisión avanzando en el mundo (Escocia, Quebec), con un territorio en España que quiere ejercerlo (Cataluña), con una España de nuevo debilitada por la crisis y la corrupción (PP-PSOE-Monarquía), con una fuerza creciente a nivel estatal favorable a reconocer este derecho de decisión (Podemos), sin la violencia de ETA, con los partidos legalizados, con un gobierno nacionalista en el País Vasco, con un gobierno nacionalista en Navarra y con una mancomunidad unida en Iparralde.
No se lo que saldrá de todo esto..., es posible que nada..., pero cuando menos es una situación novedosa a explorar, cuando menos se puede crear una euro-región, se podría avanzar en la creación de un tipo de organismo que aunase a todos los territorios a nivel cultural, de comercio, etc., al menos eso (si no mas, pero por lo menos eso), todo lo que se haga en positivo, como base a futuras cosas, desde luego es una oportunidad histórica que no puede pasar.
Publicado por: jk | 05/04/2016 en 05:30 p.m.
En Navarra, la minoría no nacionalista (la corrupta UPN, que es tan navarra como la nacionalista, pese a que esta minoría siempre se haya empeñado en que los únicos navarros son ellos, pese a ser minoría...), tratan de ganar en Madrid lo que perdieron en las urnas, con el "primo de zumosol", el corrupto PP, tratando de impedir que la ETB se vea en Navarra (mientras que la ETB se puede ver en miles de sitios dentro y fuera del estado y en Navarra se pueden ver miles de televisiones de dentro y fuera del estado a parte de la ETB), a los de UPN nadie les impide ver TVE y otras cadenas autonómicas de la zona... o cualquier otra televisión del mundo, pero ellos si quieren prohibírselo a los demás ciudadanos cuando no se trata de ningún acto criminal..., además no se si podrán suplirlo viendo ETB vía Internet... (o quizás por satélite...), creo que esa es la mejor posibilidad que dejaría como papel mojado esta decisión (INTERNET), otra posibilidad sería suplir esto con televisiones locales navarras o incluso con una televisión pública navarra de habla castellana y otra de habla en Euskera, pero ¿para cuándo la libertad de Navarra de Madrid?, desde que Castilla-Aragón-España invadió y ocupó ilegalmente Navarra, todo ha sido así.
Publicado por: jk | 05/04/2016 en 05:49 p.m.
ES FUNDAMENTAL PARA LA DERECHA UNIONISTA PRO ESPAÑA NAVARRA Y LA DERECHA ESPAÑOLA , QUE ENTRE NAVARRA Y EL PAÍS VASCO , NUNCA HAYA UNAS RELACIONES NORMALIZADAS ... ( EJEMPLO LO QUE ESTÁN TRATANDO DE HACER CON LA ETB ) , ADEMÁS DE PROVOCAR TODO LO QUE PUEDAN ... , ESTO ES UNA ABERRACIÓN QUE CARECE DE FUTURO E INCLUSO DENUNCIABLE INTERNACIONALMENTE ( UE , ONU , ETC . ) , EL TRATAR DE MANTENER UNAS RELACIONES ENTURBIADAS DE FORMA PERMANENTE Y ARTIFICIAL ENTRE DOS COMUNIDADES VECINAS Y HERMANAS ( " DIVIDE Y VENCERÁS " DECÍAN LOS ROMANOS ... , LO MISMO HACEN ENTRE VALENCIA Y CATALUÑA O LO HACE GRAN BRETAÑA ENTRE NORTE Y SUR DE IRLANDA , ES MUY VIEJO , ES APLICAR TÁCTICAS MILITARES A LA POLÍTICA CIVIL ) , SE HACE ESTO DESDE MADRID PARA PROTEGER EL INTERÉS DE MADRID Y DE UNA MINORÍA DE NAVARROS ( LOS DE LAS CORRUPTELAS EN SU TERRITORIO ) , ES UNA POLÍTICA " COLONIAL " DESDE MADRID QUE ATENTA CONTRA LA MAYORÍA DE VASCOS Y NAVARROS ( Y SEGURAMENTE TAMBIÉN CONTRA UNA MAYORÍA DE ESPAÑOLES , QUE SON BUENA GENTE ) , ESTO LO HACEN LOS TIPOS " PATRIOTAS ESPAÑOLES " DE LAS CUENTAS EN SUIZA QUE SE RETRATAN , GRAVE COMO SIEMPRE LA ACTUACIÓN POR ACCIÓN Y OMISIÓN , DENTRO Y FUERA DE NAVARRA DE UPN , PP , CIUDADANOS Y PSOE ( PSN O MEJOR EL PSOE EN NAVARRA , YA QUE PSN COMO TAL NUNCA HA EXISTIDO , SOLO HA SIDO UNA SUCURSAL DEL PSOE Y DEL PP Y DE UPN , Y LO SIGUE SIENDO Y ASÍ LES VA CLARO ... ) .
CUANDO VES ESTO , TE DAS CUENTA QUE PARA SER LIBRES SOLO ES POSIBLE LA INDEPENDENCIA .
Publicado por: jk | 05/04/2016 en 06:10 p.m.
Hace pocos días escuché una conferencia de Hilari Raguer sobre la figura de Lluís Companys y su relación con la iglesia católica. La conferencia está colgada en youtube por si alguien que entienda el catalán la quiere ver:
https://www.youtube.com/watch?v=9H_RT1agAGY
Lo que más me sorprendió de lo que explica Raguer es que en vistas de las elecciones de febrero de 1936 Companys invitó a la gente de UDC a sumarse a la candidatura del Front d'Esquerres, versión catalana del Frente Popular. La gente de UDC no aceptaron la invitación puesto que un partido católico acompañara a partidos marxistas en la misma candidatura era algo impensable por entonces. Pero de todos modos esto indica la buena relación que había entre la gente de ERC y la de UDC en 1936. Al fin y al cabo habían colaborado para aprovar la famosa Ley de Contratos de Cultivos (elaborada por el conseller Comorera, que más tarde terminaría en el PSUC) y Carrasco i Formiguera había sido un firme defensor de la autonomía catalana.
Hubiera sido realmente chocante que gente procedente del carlismo se hubieran aliado con partidos como el Partit Català Proletari (independentista y marxista) o el Partit Obrer d'Unificació Marxista (trotskysta) de Andreu Nin y Joaquín Maurín. Recordemos que en agosto de 1936 Nin afirmó que los obreros catalanes habían solucionado el "problema" religioso, una frase que los fans de Nin intentan olvidar.
En fin, seguramente la invitación fue más una genialidad de Companys que una posibilidad real de ampliar el Front d'Esquerres, pero al menos demuestra el papel central que jugaba ERC en aquella época en Cataluña.
Publicado por: Señor Negro | 05/05/2016 en 01:20 p.m.
El final de este experimento fallido llamado régimen del 78, que de momento sigue vigente..., ha sido que se ha impuesto de nuevo la España de siempre..., la retrasada del totalitarismo y la corrupción.
Publicado por: jk | 05/07/2016 en 07:37 p.m.