
GUERRA E INMEDIATA POSTGUERRA
Bizkaya, donde se habían congregado todos los vascos, que pudieron escaparse de la sublevación y de la opresión, estaba cercada. El Gobierno Vasco, al mismo tiempo que estructuraba rápidamente la vida orgánica del país, tuvo que enfrentarse con la guerra, e improvisar un ejército popular. Sin armas de guerra, echando mano de lo poco que las escasas fuerzas de Bilbao, de la policía, y de las cortas armas almacenadas en Eibar pudo, desde el primer momento contener los avances del enemigo. En dos meses de actuación consiguió organizar un ejército casi improvisado, pero suficientemente entusiasta para impedir todo intento de nuevos avances de los militares rebeldes. Y Franco, con sus huestes del ejército regular sublevado con sus generales y mandos técnicos, con sus batallones de falangistas y requetés, con sus marroquíes de las cábilas del Rif, dotados de material moderno, no hubiera podido vencer a ese ejército popular improvisado en Euzkadi, dotado sólo de armas portátiles, y que no disponía ni de artillería ni de caballería, ni de aviones, ni de carros de asalto, ni más de una docena de tanques. Franco y sus generales, viéronse forzados, a recurrir a los ejércitos italianos y alemanes, que con modernos y abundantes elementos de combate se lanzaron a ayudarle a pesar del Comité de No Intervención, poniendo en práctica la brutal y criminal concepción de la guerra totalitaria, que les permitía la destrucción, ruina y exterminio de pueblos como Otxandiano, Durango, Amorebieta, Gernika, etc.