GUERRA E INMEDIATA POSTGUERRA
Bizkaya, donde se habían congregado todos los vascos, que pudieron escaparse de la sublevación y de la opresión, estaba cercada. El Gobierno Vasco, al mismo tiempo que estructuraba rápidamente la vida orgánica del país, tuvo que enfrentarse con la guerra, e improvisar un ejército popular. Sin armas de guerra, echando mano de lo poco que las escasas fuerzas de Bilbao, de la policía, y de las cortas armas almacenadas en Eibar pudo, desde el primer momento contener los avances del enemigo. En dos meses de actuación consiguió organizar un ejército casi improvisado, pero suficientemente entusiasta para impedir todo intento de nuevos avances de los militares rebeldes. Y Franco, con sus huestes del ejército regular sublevado con sus generales y mandos técnicos, con sus batallones de falangistas y requetés, con sus marroquíes de las cábilas del Rif, dotados de material moderno, no hubiera podido vencer a ese ejército popular improvisado en Euzkadi, dotado sólo de armas portátiles, y que no disponía ni de artillería ni de caballería, ni de aviones, ni de carros de asalto, ni más de una docena de tanques. Franco y sus generales, viéronse forzados, a recurrir a los ejércitos italianos y alemanes, que con modernos y abundantes elementos de combate se lanzaron a ayudarle a pesar del Comité de No Intervención, poniendo en práctica la brutal y criminal concepción de la guerra totalitaria, que les permitía la destrucción, ruina y exterminio de pueblos como Otxandiano, Durango, Amorebieta, Gernika, etc.
Destruida horrorosamente Gernika el 26 de abril por la aviación alemana, el presidente del Gobierno de Euzkadi se dirigía al mundo, pidiendo protección para las 300.000 mujeres y niños refugiados en Bilbao, con las siguientes emocionantes palabras:
"Elevo ante el mundo mi voz de protesta, la más enérgica y encendida, apelando al testimonio de los numerosos periodistas y representantes consulares, que con terror han contemplado hasta donde llegan los instintos de destrucción de los mercenarios al servicio de los fascistas españoles. Ante Dios y ante la Historia, que a todos nos ha de juzgar, afirmo que durante tres horas y media los aviones alemanes bombardearon con saña desconocida la población civil indefensa de Gernika, reduciéndola a cenizas persiguiendo con el fuego de ametralladoras a mujeres y niños, que han perecido en gran número, huyendo los demás alocados por el terror. Pregunto al mundo civilizado si puede permitirse el exterminio de un pueblo, que ha tenido siempre como ejecutoria más apreciada la defensa de su libertad y de la secular democracia, que Gernika, por su árbol milenario, ha simbolizado en los siglos. Quiero creer que las naciones acudirán en auxilio de más de trescientas mil mujeres y niños que vienen a refugiarse en Bilbao. Nada pedimos para los hombres, pues nuestro propósito firme de defender la libertad de nuestro pueblo nos hará afrontar los mayores sacrificios con el ánimo sereno y la conciencia tranquila".
Continuaban los aviones fascistas realizando sus racias criminales, ametrallando no solamente a los pueblos, sino aún a indefensos fugitivos, que huyendo de la destrucción y de la muerte, atravesaban montañas y valles de Euzkadi. Ejemplo: Gernika.
La noche del 13 de junio, el Presidente del Gobierno de Euzkadi, Aguirre, dirigía a los Presidentes de los Gobiernos de Francia, Inglaterra, Checoeslovaquia, Bélgica, Holanda, Suecia, Noruega, Dinamarca, Rusia, Estados Unidos, México, Polonia, Hungría, Rumania, Egipto, Irlanda, Argentina, Chile, Perú, Bolivia, Paraguay, Ecuador, Venezuela y Suiza el siguiente mensaje:
"Desde hace setenta y cinco días, más de cien aviones alemanes e italianos con voluntarios, mercenarios, marroquíes y ejército regular de aquellos países, se dedican al arrasamiento de nuestras poblaciones y aldeas, y al exterminio de sus habitantes. Creíamos que ante la emoción universal despertada por el horroroso bombardeo de Durango y Gernika, se pondría freno a la ira exterminadora contra nuestro pueblo; amparada por la complicidad inexplicable de las conversaciones internacionales, en que aparecen envueltas naciones que se llaman democráticas y protectoras de los más nobles sentimientos humanos, al lado de quienes al mismo tiempo que hacen protestas de paz, envían contra nuestro pueblo el material más mortífero y a numerosas legiones de combatientes.
El Pueblo Vasco que desde tiempo inmemorial se ha distinguido por el pacifismo y laboriosidad, que ha sido cuna de la democracia más antigua del mundo, contempla con asombro el concierto de naciones que se llaman civilizadas, al parecer, conjuradas para exterminarlo, con unos militares que se sublevaron contra quienes intentan defender su derecho y respetar su democracia, su libertad, sus costumbres y su antiquísimo idioma.
Se continua, cada vez con mayor saña, destruyendo ciudades y aldeas, ametrallando mujeres y niños, fusilando sacerdotes, violando a nuestras mujeres, encarcelando a quienes hablan nuestro idioma milenario, en cumplimiento de decretos publicados por el Gobernador de San Sebastián. Y para que nada faltara en este cuadro de horror y terrible injusticia, se ha bombardeado con saña inaudita el cementerio de Bilbao pretendiendo convertir en otro cementerio a todo Bilbao, en donde se hallan refugiados los vascos que restan con vida.
Tanto crimen: ¿porqué y para qué?, pregunto horrorizado al mundo que se llama civilizado. ¿Qué se pretende con tanto latrocinio? Alzo mi voz de protesta, si aún queda aliento de humanidad en la conciencia universal, para evitar que se consuma la injusticia más espantosa de que hay memoria en la historia del mundo".
El mismo gobierno de la República española, emocionada ante la defensa de los gudaris (soldados) vascos, y escandalizado de los procedimientos antihumanos y criminales de los invasores internacionales, lanzaba a la publicidad a los pocos días la siguiente nota:
"Ochenta días y ochenta noches de inagotable heroísmo. Ochenta días durante los cuales los ejércitos regulares de Italia y de Alemania cometieron, al amparo de la irritante farsa de la NO intervención el más horrendo de los crímenes de que hablaron las crónicas del mundo. Una aviación numerosa, exclusivamente compuesta de aparatos italianos y alemanes, tripulados por siervos de Hitler y de Mussolini, meros autómatas o sádicos feroces, a quienes la destrucción de aldeas y ciudades de un país, que no es el suyo, y exterminio de las vidas inocentes de ancianos, mujeres y niños produce un goce perverso, han aniquilado sistemáticamente con el beneplácito del cipayo Franco, cuanto palpitaba sobre la tierra de Euzkadi.
Gernika, Durango, Amorebieta, Galdakano, Munguia, Larrauri, Larrabezua, Eibar... Nombres que no olvidará nunca el pueblo español.
Mr. Edén, Ministro de Negocios Extranjeros del Gobierno británico, confesaba explícitamente en la Cámara de los Comunes:
"Efectivamente. En los frentes de Bilbao se ha podido confirmar la participación de modernísimos trimotores de bombardeo, de conservación, etc. Y que tales aparatos eran de fabricación alemana e italiana".
Hacia el 25 de Julio, lanzaba el Presidente Aguirre la siguiente nota, que es al mismo tiempo clamor de enérgica protesta y vindicación solemne e histórico de un derecho justo, legítimo e inalienable a la libertad. Se conoce como el manifiesto de Trucíos. Decía:
"He llegado con las tropas vascas hasta el límite de Euzkadi. He permanecido entre ellas admirando el temple de nuestro pueblo, cuyo espíritu no será jamás vencido. Y antes de salir de Euzkadi, protesto en su nombre, ante el mundo, del despojo que con los vascos se verifica en pleno siglo XX, arrancándonos de nuestra Patria a la que tenemos derecho, por ser nuestra, y la amamos entrañablemente. Y protestamos doblemente, porque, para verificar el despojo, ha necesitado el fascismo español de fuerzas mercenarias y extranjeras y de elementos de guerra alemanes e italianos en abundancia desconocida. Invocan nuestros enemigos el derecho de conquista. Lo negamos para siempre. El territorio habrá sido conquistado, el alma del pueblo vasco no será jamás. Hemos hecho una guerra noblemente. Nuestra conducta no ha variado ni siquiera a última hora. Hemos dejado intacto Bilbao y sus fuentes productoras. Hemos dado libertad a los presos con generosidad que es pagada por el enemigo con fusilamientos y persecución. Ningún destrozo es imputable al ejército vasco. El pueblo vasco puede mirar al futuro con ilusión. Su alma nos pertenece, nuestra conducta es la suya. Volveremos a recobrar el suelo de nuestros padres, para restaurar el idioma escarnecido, la ley ultrajada, la libertad arrebatada. ¿Qué prometió jamás el fascismo a Euzkadi? Nada, pues apenas puesta su planta sobre Bilbao ha derogado, no ya la autonomía conquistada, sino, hasta el Concierto Económico, viejo rescoldo de libertad histórica, que fue respetado hasta en la época monárquica. Protesto, también de este postrer despojo, interpretando el sentimiento sordo de un pueblo sojuzgado, a quien no se le permitirá hablar.
Mi pueblo emigrado tropieza con el mar, encontrándose ante un doble peligro. No quiero pensar que los pueblos amigos o enemigos han de permanecer en silencio. ¿Tan gran delito es que un pueblo defienda su libertad? Pues por defenderla, por ser dignos de la Patria, centenares de miles de vascos pasan hoy momentos de angustia y de privación. No quiero creer que del mundo ha desaparecido la sensibilidad. El Gobierno Vasco sigue en sus puesto lo mismo en Euzkadi, que donde quiera se encuentre. Él es el único Gobierno legítimo de los vascos. Porque así interpretamos el sentir de un pueblo, que no ha sido vencida, sino temporalmente avasallada y ultrajada. El afecto de nuestros compatriotas nos acompañará hasta el día de la victoria".
Y esas tropas, que habían sostenido con las murallas de valentía, en lucha desigual al ejército internacional, se vieron forzadas a constituirse prisioneras, pactando condiciones con los jefes militares italianos, condiciones que luego fueron pisoteadas por sus firmantes y por los altos mandos de los militares sublevados.
Los vascos después de la tercera guerra civil
Las potencias fascistas y sus colaboradores de España trataron de engañar al mundo, lanzando sobre los vascos falsedades y calumnias de todo orden. Se les acusó de haber claudicado en sus ideales católicos y sociales, de haberse vendido miserablemente al comunismo internacional, de haber colaborado con los condenados anarquistas. Y no pocos católicos del mundo, llegaron a creer, que en efecto, la guerra civil de España era guerra de religión, sin mezcla política alguna y sin otro significado y alcance ulterior. No se dieron cuenta, de que los nacional-socialistas de Hitler, condenados por el Papa, y los fascistas italianos del incrédulo Mussolini y los empedernidos mahometanos del sublevado Franco no podían ser en manera alguna puntales cristianos de una cruzada católica.
No. No era posible conceptuar de santa y de religiosa una sublevación que anidaba tanto odio. Esa rebelión era por todos conceptos injusta, no era posible justificarla ni explicarla a la luz de las doctrinas católicas acerca de la guerra. Era injusta y anticatólica en sus procedimientos y en su desarrollo, porque no se ajustaba a las normas de las Encíclicas y teólogos de la Iglesia Católica, que para guerras justas y legítimas han predicado.
Confirmación de la actitud de los vascos
Desde el primer momento de la rebelión fascista se dieron cuenta los vascos de la finalidad principal que se perseguía. Detrás de los sublevados estaban Hitler y Mussolini. No había duda. Los antecedentes de la sublevación, los primeros síntomas que se observaron en sus actividades, las primeras manifestaciones de sus cabezas visibles, sus consignas, lemas, saludos, y demás actitudes, observados a la luz de la trayectoria general de la política europea, abonaba sin ningún género de duda esa creencia. Así lo denunciaron los vascos ante el mundo entero, aunque no les dieran demasiado crédito.
Con todo, pronto se evidenció el fundamento verídico de la opinión de los vascos.
España, virando en redondo su política exterior, se lanzaba resueltamente hacia las potencias del eje, cayéndose bajo el círculo de su acción política. Estrechaba con Italia y Alemania sus lazos a la luz del día, y la Falange española, partido político sin masa, ni arraigo en la opinión española antes de la guerra civil se apoderaba, en un golpe de audacia, del estado, y se entregaba completamente en manos del nacionalsocialismo alemán y fascismo italiano.
A los seis meses de terminada la guerra civil española, Alemania, que ya se había anexionado anteriormente Austria y Checoslovaquia, se lanzaba sobre Polonia, nación católica, arrastrando a la guerra a sus aliados Francia e Inglaterra. Estas dos naciones, en la contienda mundial contaron con la simpatía y ayuda eficaz de la España de Franco.
Al año siguiente, 1940, la misma Alemania atropellaba brutalmente, sin que mediara problema alguno, la también católica Bélgica, y los pueblos religiosos de Holanda y Noruega, en todos los cuales apenas tenía arraigo el comunismo. Hacemos hincapié en esto del Catolicismo, pues lo de Franco fue una Cruzada. Y duró cuarenta años.
Emocionantes las palabras del Lehendakari Aguirre.
Es repugnante que aquella barbarie, el golpe de estado franquista, haya sido condenada por el parlamento aragonés 80 años después y eso después de una fuerte discusión.
Y que sus herederos se mantengan en el poder gracias al voto de los españoles.
Publicado por: CAUSTICO | 06/30/2016 en 07:37 a.m.
1º Hay que dejar claro mundialmente (y esto hay que repetirlo siempre...) que cuando se bombardea Gernika, no es por que es un símbolo del nacionalismo vasco, o al menos no por que solo es un símbolo de eso, sino por que Gernika es un símbolo de democracia... y por eso había que bombardearlo (por cierto ¿cómo permitieron o al menos no protestaron por esto los carlistas que se unieron al fascismo español, ya que Gernika es un símbolo de los fueros y por lo tanto carlista...?..., pues precisamente por este tipo de cosas, hoy el carlismo no pinta nada en política, y eso que en teoría ganaron la última guerra, pero la gente les dio la espalda, por traicionar a su propia tierra).
No nos olvidemos tampoco que a día de hoy el cuadro "El Guernica" de Picasso, nunca ha estado expuesto en Gernika, siendo aún una herida histórica por cerrar.
2º Es cierto que el improvisado ejército de gudaris, se batió bien con lo poco que tuvo, frente a un gran ejército como el franquista con aliados y material moderno italiano y alemán.
Pero no nos olvidemos tampoco recordar la ayuda del traidor "Goicoechea" (el del Talgo...), que vendió los planos de los emplazamientos militares a Franco, esto, además de lo otro..., también ayuda claro....
Publicado por: Sony | 06/30/2016 en 10:50 a.m.