Escribí en su día que había dejado de ver el programa de ETB "El Conquistador del Fin del Mundo". Y no lo hacía porque no fuera un buen programa, imaginativo, y original, sino por los malos modos autoritarios de Julian Iantzi y por el soez vocabulario de los concursantes. Tanto taco, tanta interjección, tanta palabrota de forma seguida me parece de una ramplonería, de una escasez de cultura y sobre todo y, lo tan negativo para ETB ente Público como es el de presentar lo vulgar como paradigma de lo normal.
Uno puede ser un excelente competidor pero una mala persona y un vulgar personaje que no merece ser ensalzado.
Por decir esto Julian Iantzi se enfadó y Patxi Alonso me faltó al respeto. Y me quedé muy confundido porque si los editores de este programa tenían tan poco encaje, tan poca capacidad de análisis y de argumentación, todo esto me ratificó en mi decisión.
A continuación publico otra opinión, no la mía, sino de un colaborador muy serio que firma como Maestro Soda y que argumenta sin insultar lo que opina de este programa.
Sé que no servirá de nada pues el tal Conquis es un frontón de piedra dura, pero ahí va el análisis de dicho programa que nos amenaza seguir con los mismos malos hábitos.
GRAN HERMANO VASCO JABIER LOPEZ DE ALDA
Teniendo en cuenta que este programa de ETB 2, es el más visto en Euskal Herria, y que su audiencia es de todas las edades, con lo que supone de influencia para todos ellos, sobre todo para los más jóvenes, quiero expresar mi denuncia e indignación con el programa en general y particularmente con el capítulo emitido el domingo día 18 de Enero 2015.
Hace años cuando se empezó a emitir fuí uno de los seguidores por lo novedoso y diferente a otros realities que se daban en otras cadenas. Era un programa basado en pruebas deportivas y de aventura, en lugares espectaculares (Patagonia), con participantes jóvenes, con su espontaneidad y generosidad características. Pronto me ví defraudado por los derroteros a los que la Dirección llevaba el programa. Se convirtió en un reality como los demás, con la misma estructura, desarrollo y mensaje: lograr la máxima audiencia sin importar cuales sean los medios. O sea sacar de los participantes las más bajas pasiones del ser humano.
Se convirtió en un programa espectacular por fuera (paisajes), pero muy ruin y negro por dentro. Pasó de “prometer” solidaridad, lealtad, compañerismo y alegría en la competición sana, a “presentar” ante nuestros ojos, egoísmo, individualismo, malos modales y peores expresiones verbales, tanto por los participantes como por los jefes de equipo (hombres hechos y derechos que debieran ser un ejemplo).
En este capítulo aludido la competitividad ha llegado a ser competitividad criminal, no activa, pero sí pasiva, se ha propiciado el abandono y no socorro a un compañero que se estaba ahogando. Exactamente, cuando un participante (mujer) ayuda a un competidor contrario (hombre negro), que se estaba ahogando, se queda sin fuerzas, colgada de una escala, entonces los contrarios (hombres) pasan por “encima” de ella, hiriéndola y haciéndoles perder el juego/prueba.
El presentador-guía del programa y su jefe de equipo no solo no le felicitaron y reconocieron el gran gesto que había tenido, sino que le reprochan su acción. Esto es, se ha llegado a la competitividad más extrema: incluso poner en peligro la vida de un compañero de juego, al que se puede socorrer, penando solo en ganar la prueba.
Casi todo es perverso en un programa de este tipo. Se empieza en equipos en los que se debieran apoyar a sus componentes pero pasan a ser contrincantes y la exclusión o eliminación del más débil es la idea motriz del programa, teniéndose que nominar entre ellos mismos para ser expulsados. En la prueba no hay lugar para el compañerismo, solo para los más fuertes y de éstos solo debe quedar UNO, el más fuerte, listo, manipulador, egoísta, individualista, machista...... El Ganador. Hasta ahora eran valores comunes, la solidaridad, generosidad, el compañerismo; ahora solo se piensa en salvarse uno solo y solo ganar. ¿Por qué una televisión pública no puede hacer programas buenos, atrayentes, divertidos y éticamente positivos? ¿Dónde está y para qué el Estatuto de Redacción que (sic.) regulará la actividad de los profesionales de la información que prestan sus servicios en el Ente público y uno de cuyos principios es el respeto a los principios éticos y deontológicos?
Maestro Soda
El texto, que comparto, está escrito por Jabier (*) López de Alda como una carta al director de naiz.
Tiene razón, nunca sirve de nada. La tele es suya.
(*) En Euskera no existe la uve. Hago este inciso, ya que, si bien las faltas de ortografía han de evitarse en todo caso no es lo mismo cometerlas en un espacio de asueto escribiendo con un móvil dn un tren que en tu puesto de trabajo máxime ejerciendo el periodismo. Por anotarlo.
Publicado por: Maestro Soda | 06/08/2016 en 10:34 a.m.