José Manuel Bujanda Arizmendi
"En recuerdo de Eduardo Moreno Bergaretxe, "Pertur", a quien un 23 de julio de 1976 se le arrebató la vida y la conciencia en un acto de cobarde escalofrío, hoy todavía, 40 años más tarde, impune". In memorian.
"Pertur", siento que 40 años más tarde de tu desaparición nos sigues doliendo y que por encima de cualquier otra consideración cientos de meses después del estupor seguimos acordándonos de ti. El pasado está ya escrito, y podemos describirlo, pero ya no podemos cambiarlo, el futuro, en cambio, es el mejor regalo que podemos dar a nuestros hijos y nietos, está por escribir, lo haremos entre todos y es nuestro único patrimonio intacto y nuestra esperanza. Y a aquellos que creen que no pueden cambiarse tendencias ni rumbos torcidos, tenemos que decirles que sí vale la pena sembrar. Cierto que muchas semillas no germinan nunca, pero hay sólo un fruto que nunca se recoge, el de la semilla que no se haya tenido el coraje de plantar. Y con el viento del norte, la lluvia mojando y el olor penetrante a salitre viejo deseo más que nunca que la condición de ser humano se anteponga de una vez por todas en Euskadi a cualquier otra consideración. Desde tu desaparición, despedida de sangre y de dolor, la violencia terrorista en sus variadas expresiones, el matonismo político, la intolerancia sectaria, la imbecilidad y la estupidez humana en suma, ha derramado sangre, desgarrado cruelmente familias, generado intenso odio y afanes de venganza, ha provocado víctimas, ha deteriorado gravemente la convivencia ciudadana y solapado problemas sociales. Un desastre.
Llevamos años ya sin violencia terrorista, sin amenazas ni extorsiones, ETA declaró el alto el fuego unilateral, toca aún desatascar el proceso del desarme, su disolución definitiva y la situación de sus presos…cuánto tiempo perdido!! Y demasiados muchos años más tarde, el mundo conocido por izquierda abertzale decidió en una mezcla de cordura y habilidad, conveniencia y convicción, la asunción práctica de la legalidad vigente y de los principios de la política. Es más, los detractores de las leyes españolas las comenzaron a acatar, empaquetaron su hasta entonces supuesta coherencia y asumieron el celofán justificativo del imperativo legal. Ayer no, hoy sí, otros no, ellos sí, lo anteriormente sospechoso de colaboracionista con el enemigo y traidor para con las libertades vascas pasaba a ser absolutamente necesario e incuestionable para el buen futuro. Quienes en su bucle del pasado repartían avales de buen vasco teorizan ahora sobre nuevas oportunidades históricas, antes no ahora sí. Paradojas crueles de la vida. Rectificar es de sabios, sí, pero ¿para cuándo manifestar que matar nunca estuvo bien y que matar siempre estuvo mal? La asignatura pendiente que tiene ese mundo respecto a ese período sectario, vergonzante y fanático se llama autocrítica. Y mientras no exista, esa no asunción crítica del pasado lastrará su viraje político. Hoy y aquí, "Pertur", creo que estarías de acuerdo en afirmar que es tarea de todos arrimar el hombro, que es un reto colectivo de toda la sociedad, que sin ira y por el futuro de nuestros hijos e hijas es hora y obligación de conquistar definitivamente la paz y la convivencia en esta Euskadi nuestra contradictoria de nuestros amores y desamores.
Una Euskadi libre, en paz y en convivencia con otros. Un país, una nación vasca, sustentada en la suma de voluntades y en la conquista de mayorías por cauces estrictamente políticos. Una tierra de hombres y mujeres donde nadie mata a nadie, ni muere, por pensar diferente. Hemos atravesado el tiempo, sí, y vamos hacer del futuro un canto a la esperanza colectiva.
Mucho ha cambiado Europa desde que te marchaste. Mucho ha llovido en Europa. El Atlas de este viejo continente se suele quedar viejo periódicamente, y por ello los vascos tenemos la oportunidad de apostar, buscar y la obligación de acertar una vez más en nuestro camino ante la historia. Somos quizás uno de los pueblos más viejo de Europa pero el mestizaje integrador ha significado secularmente el halo sabio de la supervivencia por encima de todos los avatares. Y así, la necesaria inteligencia del pequeño, que en su pequeñez aspira a poder seguir siendo, se concreta hoy y aquí en un futuro y nuevo estatus político compartido. Yo al menos estoy convencido de que el reconocimiento del derecho a decidir nuestro propio futuro, el compromiso mutuamente adquirido a ejercer este derecho por la vía del pacto y de la negociación, el principio de consentimiento de que esta decisión debe integrar las distintas sensibilidades existentes en Euskadi son la llave que posibilitará una nueva etapa, una nueva relación con España. Porque hoy como ayer se trata de conseguir la capacidad para la realización de un proyecto elaborado en beneficio de una sociedad en la que sea atractiva vivir y convivir. Un proyecto y un futuro compartido entre diferentes. La palabra se llama respeto.
“Pertur”, van cayendo calendarios en la historia de nuestra Euskadi y, paralelamente, en las nuestras propias y particulares vivencias, nos estamos haciendo mayores poco a poco, pero nunca olvidaremos que hubo un momento en nuestras vidas más jóvenes en el cual nos cruzamos con tu persona y con tus planteamientos de compromiso político a futuro. Tenías razón, siempre la tuviste. El discurrir de los años han confirmado, larga, machacona y tozudamente tu lúcida, arriesgada y valiente apuesta política por la Política, con mayúsculas. Te asesinaron. Y de paso asesinaron, también, expectativas inteligentes y necesarias para nuestro pueblo, fotografías superadoras y compartidas incluso, y posibles futuros esperanzadores para una Euskadi mejor para todos. Y con el viento del norte que azota desde el mar de la historia, la lluvia mojando y el olor penetrante a salitre viejo deseo más que nunca que la condición de ser humano se anteponga para siempre de una vez por todas en Euskadi a cualquier otra consideración. Nunca más jamás. Porque negar que todos los humanos somos iguales, nos lleva a la encrucijada, a la brutal y cruel contradicción de arrancar la vida y la conciencia, y a la incapacidad de descifrar el enigma de lo que significa negar el ser en un acto de estúpida violencia física sin vuelta atrás, no rectificable ni modificable, definitivo, de vergüenza y escalofrío. Banalizar la violencia física fue un error, un tremendo y patético error que nos persigue. Nunca debió ocurrir, matar nunca estuvo bien, siempre estuvo mal.
Se dice que suele ser difícil ser profeta en la tierra de uno, lo cierto es que a ti te costó la vida, te la arrebataron los imbéciles fanáticos o los mercenarios que abundan en la historia del género humano, y lo hicieron de un zarpazo diabólico y perverso. Maldigo a los que te hicieron desaparecer, fueran quienes fueran, estúpidos iluminados o mercenarios canallas al servicio de las cloacas de los estados. Mataron tu cuerpo, lo hicieron desaparecer, pero sigues vivo en muchos corazones, y ojala que, estés donde estés, lo hayas podido percibir de alguna manera. Siento que, a muchos y muchas, 40 años más tarde, nos sigues doliendo "Pertur", y quiero decirte que muchos y muchas pensamos que fue una gran suerte haberte conocido, y que nos marcaste para toda nuestra vida. Y cuando la finitud inspira y provoca a esa vocación de vivir más intensamente lo que tenemos, y de pasar de tener una idea -y aferrarse a ella- a pasar a la imperiosa necesidad de tener que buscar la capacidad de relacionarlas, entonces, en ese momento, con el viento y al alba te deseo en este bisoño verano de este ya desflorado tercer milenio, que en la tierra, próxima o lejana donde yaces, estés donde estés, te siga siendo leve. Sí, es de sabios rectificar, quizás nos equivocamos desde el comienzo mismo. Descansa. Somos, hemos y vamos. Hoy, 40 años más tarde, te recuerdo y te escribo. Beti arte "Pertur", ez adiorik.
Bixar.
Vamos que Pertur casi era del PNV, vamos buen hombre!
Como criticó el pacto del PNV con los que no querìan la ruputura, sus ideas eran claramente favorables a la Independentzia y el Sozialismo, a favor de la creación de un partido revolucionario sozialista y abertzale, y la unificación de las dos ramas de ETA en una para continuar con la lucha armada, al menos mientras el Estado post franquista no asumiera los derechos colectivos del Pueblo Vasco, y no hubiese una negociación seria, coincidía plenamente con Argala, vamos... un poco cargante el Sr. Bixar con sus recuerdos juveniles y su partidismo actual.
Publicado por: Isuntza | 07/30/2016 en 10:05 a.m.