El centro cultural Okendo acoge una exposición sobre la embajada cultural que por encargo del lehendakari Aguirre recorrió Europa entre 1937 y 1939 para difundir la identidad y la cultura vascas.
Hasta el 22 de octubre, el centro cultural Okendo acoge la exposición Eresoinka 1937-1939, incluida en el programa de Donostia 2016 como homenaje a aquella embajada cultural. La muestra, que cuenta con abundante material gráfico y documental, la organizan Inesfera, Sarako Ondarea, Eresbil, la Confederación de Coros del País Vasco y la compañía Dantzaz.
“ARTISTAS DE SU TIEMPO” Xabi Paya, director del programa cultural de la capitalidad, recordó que Eresoinka no se limitó a difundir la cultura vasca, sino que lo hizo “desde un punto de vista muy contemporáneo para la época”. “Querían dejar claro que eran artistas de su tiempo”, terció Jon Bagüés, responsable de Eresbil, el Archivo Vasco de la Música que ha asesorado y cedido materiales como partituras, grabaciones, imágenes, carteles y dibujos. También ha mimado el apartado reservado a Saski Naski, antecedente donostiarra de Eresoinka que surgió en 1928: hace unos meses, la familia Zulaika prestó a Eresbil para su digitalización el único libro original de Saski Naski.
Gracias a la jugosa información rescatada y ordenada por Inesfera (Gari Artola), el visitante descubrirá que el espectáculo que Eresoinka exhibió por Europa contaba básicamente de tres partes: al inicio se recreaban escenas de la vida cotidiana en el País Vasco, luego se rescataban canciones de Saski Naski y nuevas obras de compositores de la época, y para el final se reservaban algunas danzas tradicionales como el banako, el binako, el aurresku o los bailes de Zuberoa.
La muestra exhibe en un lugar preferente el logotipo de la hoja de roble y las bellotas que diseñó Antonio de Guezala, así como dibujos, vestuario, discos, carteles, programas de mano e instrumentos. Pero el mayor activo lo constituye, sin duda, la abundante y brillante colección de fotografías del tolosarra Jesús Elósegui (1907-1979), posterior fundador de Aranzadi que acompañó a Eresoinka en su periplo europeo para documentarlo con la mirada del mejor reportero. Entre otras, hay instantáneas captadas en las actuaciones de Francia, Bélgica y Holanda, y un reportaje de imágenes cotidianas tomadas durante el año en que la embajada se asentó en un château cercano a París. Incluso hay un retrato de todos y cada uno de los más de cien integrantes de Eresoinka: sopranos, altos, tenores, barítonos, bajos, dantzaris, músicos y directivos.
TRES ACTUACIONES A modo de complemento, el teatro Quintaou de Angelu acogerá el 22 de octubre el espectáculo Eresoinkaren itzalak, una revisión actualizada de la labor de aquella embajada con coreografía del uruguayo Martín Inthamoussú y aportaciones de la coral contemporánea Kea y de Inesfera, que participará con un mapping. El 29 de octubre la sede de Musikene reunirá a coros infantiles y juveniles guipuzcoanos con el Coro G de Turín para una función de folclore, y el 5 de noviembre la basílica de Santa María ofrecerá una función de música sacra con la Sociedad Coral de Bilbao, Eraso Araoz Gazte Abesbatza, la Escolanía Easo y la Capilla instrumental de Santa María.
UN REPORTAJE DE JUAN G. ANDRÉS
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